La elipsis en el cine: definición, tipos y ejemplos
Las elipsis en el cine han existido casi desde su inicio. Son pequeños o grandes saltos temporales o espaciales que permiten agilizar el relato suprimiendo acciones que no son necesarias para la historia y que el espectador puede deducir sin ningún tipo de problema. Se entiende también como una elección artística inherente al cine donde el cineasta elige lo que nos quiere mostrar y lo que no.
Pueden ser pequeñas elipsis, como por ejemplo un personaje que atraviesa un pasillo y omitimos el recorrido completo introduciéndolo tras los primeros pasos en una habitación de la casa. O puede ser una gran elipsis como la considerada como una de las elipsis mejor realizadas, llevada a cabo por el maestro Stanley Kubrick en 2001: Una odisea en el espacio (1968), en la que se hace un salto temporal desde la prehistoria a través del lanzamiento de un hueso hasta miles de años más adelante en el tiempo fundiendo ese plano con el de un satélite artificial en el espacio.
Si quieres saber más sobre uno de los recursos más utilizados a lo largo de la historia del cine sigue leyendo más abajo.
Escena de la famosa elipsis de 2001: Odisea en el espacio
Las elipsis en el cine
Fernando Trueba en Mi diccionario de cine (2006) señala en la definición que da sobre la elipsis que:
De todos los procedimientos narrativos, ninguno es más puro cine que la elipsis. […] Por supuesto que la novela y el teatro clásicos han hecho uso de este recurso desde siglos antes de que se inventara el cine, pero es quizás éste, el arte del tiempo y su manipulación, el que lo ha llevado a su mayor perfección, a su mayor sofisticación. Los grandes maestros del cine fueron maestros de la elipsis.
La utilización de las elipsis es tan antigua como el hecho de contar historias. Desde que el ser humano se ha dedicado a transmitir y contar historias ha omitido ciertos momentos de la misma para agilizar la narración o para ocultar cierta información. En el cine es importante lo que se muestra pero también lo que se oculta. El empleo de la elipsis se ha puesto en práctica en otras disciplinas artísticas como la novela o el teatro, pero es en el cine donde se pone de manifiesto de una forma más clara como recurso estético y distintivo incluso de algunos de los mejores cineastas de la historia del cine.
El descubrimiento de la elipsis dentro del séptimo arte supone un avance significativo con respecto a la evolución del lenguaje cinematográfico. Uno de los ejemplos más antiguos y considerado como la primera utilización de la elipsis data del año 1911 en la película Den Kvindelige daemon (Los cuatro diablos). En esta película se nos muestra a una trapecista que asesina a su compañero que le ha sido infiel no cogiéndolo durante un salto. Intuimos el drama porque solo vemos el trapecio balanceándose solo. El director ha hecho aquí un salto temporal en el que ha omitido la muerte del personaje mostrándonos directamente su conclusión.
Uno de los maestros de las elipsis y el arte de sugerir más que de contar es Ernst Lubitsch, en palabras de Billy Wilder:
La mayoría de los cineastas calculan ante el público: 2 + 2 = 4. Lubitsch decía: 2 + 2, y dejad que el público obtenga el resultado por su cuenta.
Es decir, no hay que mostrarlo absolutamente todo, no hay que dárselo todo masticado al público, hay que dejar que la imaginación del espectador haga el resto, siempre menos es más. Wilder añade:
Lubitsch sabía que una película puede mostrar mucho más cuando deja que sea la fantasía del espectador la que vea las cosas.
La función de la elipsis es, por tanto, llevar al espectador a concluir una escena o una secuencia sin ni siquiera haber planteado su continuación. Se trata de beneficiar al espectador ahorrándole momentos que puede deducir mentalmente sin necesidad de haber realizado el recorrido completo.
Es importante que a la hora de realizar la elipsis el espectador sepa reconstruir el fragmento no mostrado en la narración. Su mal uso omitiendo determinadas partes del relato puede llevar a la confusión del espectador y que la narración no quede lo suficientemente clara como para permitirse saltar de un lado a otro omitiendo un tipo de información que se nos debería haber facilitado con el fin único de dinamizar la narración.
Es por eso que los grandes maestros del cine han sido reconocidos como tal por la utilización que le han dado en sus obras a las elipsis. A continuación pasaremos a nombrar diferentes ejemplos de saltos en el tiempo o espacio y el porqué del uso de estas elipsis.
Tipos de elipsis
En cuanto a la clasificación que se puede hacer de las elipsis encontramos diferentes maneras de catalogarlas. En primer lugar podemos recurrir a la que hace Marcel Martin en El lenguaje del cine (1992), que las divide en cuatro categorías: elipsis inherentes, expresivas, de estructura y de contenido.
Elipsis inherentes
Son quizá las más utilizadas dentro de la historia del cine. Se trata de suprimir todos los tiempos débiles o inútiles de la acción. Es decir, la elipsis más básica. No mostramos aquello que no es necesario mostrar. Si un personaje va a salir de su casa a dar un paseo no tenemos por qué ver al personaje cogiendo las llaves, cerrando la puerta, atravesando el pasillo, saliendo del edificio para posteriormente caminar por la calle. Podemos tener un plano del personaje cogiendo las llaves de casa y seguido empalmamos con un plano de él caminando ya por la calle.
O como ocurre en esta escena que se puede visualizar a continuación en la que Conan sobre una piedra se libera de unas cadenas y a continuación lo vemos corriendo en el suelo sin necesidad de ver cómo baja de la piedra y recorre varios metros.
Elipsis de ejemplo
Elipsis expresivas
Se basan en apuntar a un efecto dramático o suelen estar acompañadas por un significado simbólico. Un gran ejemplo de este tipo de elipsis es la mencionada anteriormente de Stanley Kubrick en 2001: Una odisea en el espacio (1968), en la que el hueso girando en el aire sirve para adelantar en el tiempo miles de años hasta fundirse con un satélite artificial flotando en el espacio.
Ejemplo de elipsis expresiva
Elipsis de estructura
Están motivadas por razones dramáticas. Su objetivo es esconder al espectador un movimiento decisivo de la acción para generar en él suspense e intriga. Estas se llaman objetivas. Un ejemplo claro lo vemos en La diligencia (1939), de John Ford. En una escena en la que está a punto de ocurrir un tiroteo, cuando comienzan los disparos, la cámara se traslada al interior del salón donde los asistentes esperan atentos el resultado. En ese momento entra uno de los bandidos por la puerta y, tras unos pasos, cae muerto al suelo. Entonces vemos al protagonista sano y salvo.
Ejemplo de elipsis de estructura
También encontramos las subjetivas, que se basan en el punto de escucha de uno de los personajes, justificándose así una elipsis sonora. Por ejemplo, en la película Shchors (Aleksandr Dovzhenko, Yuliya Solntseva, 1939), un soldado enloquecido por los ruidos de la batalla, se tapa sus oídos y la escena se vuelve en silencio. A continuación podemos ver otro ejemplo:
Elipsis subjetiva
Elipsis de contenido
Estas están motivadas por razones de censura social. Aquí entran escenas de muerte, dolor o heridas impactantes, escenas de tortura, asesinatos… que a menudo se ocultan al espectador. En esta escena de Con faldas y a lo loco (Billy Wilder, 1969) se nos omite mediante elipsis la muerte del personaje por lo violenta que puede llegar a ser:
Ejemplo de esta elipsis
Existen también otros tipos clasificaciones de elipsis que pasaremos a comentar brevemente. La primera de ellas, de Gerard Genette, habla de elipsis explícitas, implícitas e hipotéticas.
- Explícitas: En las que se indica el lapso de tiempo ocurrido entre una acción y otra. Por ejemplo, cuando en una película aparece el rótulo “Dos años después…”. –
- Implícitas: No aparece declarada como tal, pero el espectador puede llegar a su conclusión. Un ejemplo claro podría ser un plano de un cenicero lleno, nos indica que ha pasado el tiempo suficiente como para que se llene de cenizas.
- Hipotéticas: No se da a conocer al espectador, solo será capaz de percibirla con una revelación posterior. De esta manera lo que se busca es engañar al espectador.
Otra clasificación, de Noël Burch, establece diferenciación entre elipsis medida e indefinida. La medida se utiliza para dar agilidad al montaje y cuya información no mostrada es irrelevante (un personaje llega a la puerta de su edificio y acto seguido lo vemos entrando en su apartamento) y la indefinida es casi imperceptible por el espectador, en la que al pasar de un plano a otro se elimina una pequeña parte del movimiento de un personaje para dar agilidad.
Existe otra clasificación de elipsis llevada a cabo por Joël Magny, distinguiendo entre elipsis diegéticas y técnicas:
- Diegética: salto indicado mediante el diálogo, voz en off o un rótulo.
- Técnica: la que hace que el montaje sea más fluida y más verosímil.
Por último, encontramos la clasificación de Pamela Cantuarias:
- Elipsis temporal: la que hace omisión de fragmentos cronológicos
- Elipsis espacial: la que omite espacios en el encuadre que quedan claros por el sonido o movimientos periféricos.
Otros términos relacionados
Más allá de las elipsis encontramos otros términos con los que mantiene cierta relación:
- Jump cuts: una elipsis muy breve que sucede dentro de la misma escena o incluso plano que se suele utilizar con una función estética y dinamizadora.
- Flashbacks y flashforward: retrocesos o adelantamientos en el tiempo (es decir, viajes al pasado o al futuro). Esto traspasa los conceptos de las elipsis lineales.
- La manipulación del tiempo como la cámara rápida (a través por ejemplo del timelapse) o la cámara lenta (con el slowmotion), la inversión del tiempo hacia atrás (como hace Christopher Nolan en Memento). Podríamos incluso mencionar la detención del tiempo (como en la película de Resnais El año pasado en Marienbad, 1961) o el uso de fotografías (como en La jetée, de Chris Marker, 1962).
BIBLIOGRAFÍA:
- LA ELOCUENCIA DE LA ELIPSIS EN EL CINE FANTÁSTICO DE STEVEN SPIELBERG – Tesis doctoral de Federico Alba Figuero
- MARTÍN, Marcel (1992), El Lenguaje del Cine
- Mi diccionario de cine Fernando Trueba