Free Cinema británico: directores, características y películas
En Historia del Cine.es, nos apasiona hablar del cine transgresor y rebelde de todas las épocas; ya que son aquellos movimientos y las personas que los impulsaron, los culpables de que el cine haya evolucionado tanto a lo largo de los años. La creatividad exige el cuestionarte y buscar nuevas fuentes de manera continua, sin dar por hecho nada; pese a creer que funciona de tal manera. En Esta ocasión es el turno de hablar del denominado Free Cinema. Como otros movimientos cinematográficos, el Free Cinema fue impulsado por aquellos jóvenes realizadores que no estaban conformes con seguir los cánones cinematográficos de la época.
Movimientos como la Nouvelle Vague, el Nuevo Hollywood o el cine Dogma 95, son algunos de los ejemplos de corrientes transgresoras de las que hacía referencia. En concreto, el Free Cinema buscaba romper con la manera de hacer cine a finales de la década de los cincuenta en Inglaterra. En un contexto delicado como era el británico en la década de los cincuenta, había una marabunta de creadores (la mayoría de clase obrera) que no se veían para nada identificados con el tipo de cine que se venía haciendo en el país. Muchos alegaban que el cine británico estaba perdiendo su esencia, al tratar de emular con presupuestos más bajos al cine de Hollywood.
A lo largo de este artículo, trataremos de hacer un repaso completo de lo que fue y supuso el Free Cinema, al igual que hablaremos de sus directores y películas más destacadas.
Nacimiento de la corriente cinematográfica
El denominado como Free Cinema fue un movimiento surgido por la clase obrera británica, cansada del cine propagandístico y neo-hollywoodiense post-segunda guerra mundial. De un modo parecido a lo que estaba ocurriendo en Paris con la Nouvelle Vague, estos jóvenes realizadores argumentaban de que el cine de su país había perdido toda seña de identidad y que no estaba plasmando la realidad existente de aquel momento.
Por lo cual había una necesidad tanto artística como social, detrás del movimiento del Free Cinema. Esto se podía ver en algo tan simple como en la representación de la sociedad británica que se hacía antes de la llegada del movimiento; es decir en un país tan heterogéneo como el británico, apenas se llegaba a ver películas con un aire londinense. Se podría afirmar que el nacimiento de esta nueva corriente cinematográfica, era inevitable y que tarde o temprano acabaría surgiendo. En un país en el que reinaba un gran puritanismo y pensamiento conservador, las hordas de jóvenes británicos querían rebelarse y expresarse sin tapujos; y más teniendo tan reciente una segunda guerra mundial, que había dejado tanto a Reino Unido como al resto de Europa en las ruinas, literalmente.
Es necesario recalcar que el Free Cinema fue la consecuencia de otro movimiento artístico, como fue el movimiento literario conocido como “Angry Young Men”. Fue a raíz de este movimiento impulsado por escritores de la talla de John Osborne o Kingsley Amis, cuando algunos cineastas empezaron a contemplar las mismas oportunidades del movimiento literario para el mundo del cine.
El desencadenante y obra de referencia para ambos movimientos, fue la obra teatral de 1956 de John Osborne, Look back in anger; de la que posteriormente se haría una adaptación cinematográfica dirigida por Tony Richardson y también serviría como inspiración para la célebre canción del grupo Oasis, Don’t look back in anger. La obra se desligaba de la línea editorial existente por aquel entonces, exponiendo el enfado y descontento de una sociedad, que sufría diariamente por contar con sueldos pobres y derechos laborales prácticamente inexistentes.
Muchas veces se habla del Free Cinema, desde una perspectiva cercana al neo-realismo italiano o documentalista. Es cierto que gran parte de las obras (por no decir las más importantes) seguían fielmente a estas vertientes cinematográficas en un principio, pero con el paso del tiempo fue evolucionando a algo mayor y diverso. Más adelante, a nivel musical con la llegada de Los Beatles o los Rolling Stones, también ayudaron en gran medida a que este intento por romper con lo establecido adquiriera mayor relevancia.
El punk británico de los setenta, bebe de estos movimientos artísticos como el del Free Cinema; por lo cual, podemos afirmar que sin lugar a dudas, el Free Cinema ayudó a ese desarrollo y ruptura con el pasado que se vivió en la sociedad británica de mediados del siglo XX.
Al igual que ocurrió con la famosa publicación “Cahiers du Cinema” de la que formaron parte los Godard, Truffaut, Rohmer y compañía, también sucedió lo mismo en Inglaterra con la publicación llamada “Sight and Sound”. En esta publicación, llegaron a escribir cineastas como Lorenza Mazzeti, Lindsay Anderson o Karel Reisz.
Aunque en un principio no se le llegaba a prestar especial atención, el Free Cinema fue ganando más adeptos tanto a nivel nacional como en la esfera internacional; también por lo que hemos comentado anteriormente, de que no solo se remitía al mundo del cine, sino que era un movimiento que se estaba produciendo en diversos campos artísticos. De repente, muchos de los grandes directores internacionales de la época, empezaron a verse atraídos por la novedad y la estética del Free Cinema. Directores de la talla de John Ford, Stanley Kubrick o Michelangelo Antonioni, elogiaron y se vieron inspirados por ese cine que estaba surgiendo en Inglaterra. De hecho, Antonioni y Kubrick llevarían a cabo algunas de sus producciones en suelo británico, empeñando el mismo estilo que los cineastas de este movimiento. Los títulos más reconocibles con el movimiento de estos dos directores, son sin lugar a dudas Deseo de una mañana de verano (1969) y La naranja mecánica (1971).
Características del Free Cinema
En sus inicios, la gran mayoría de las películas rodadas del Free Cinema buscaban acercarse a los seres humanos, siguiendo la estela de lo que se hizo en el cine neorrealista italiano. Se rodaba con equipos pequeños, fuera de los estudios, consiguiendo así una estética más cercana al cine documental.
Volver a darle una seña de identidad al cine británico
Este era el aspecto más primordial y la razón por la cual este grupo de jóvenes artistas, se “revelaron” como quien dice ante los cánones tan desfasados y tan ajenos de la realidad británica de aquel entonces. Hubo como un impacto negativo de las producciones que venían de Hollywood, que hizo que muchos directores intentaran emular las historias que se veían en aquellas películas. Las raíces, identidad e idiosincrasia británica se estaban viendo diluidas. Es por ello, que estos cineastas quisieron impregnar del cine del Free Cinema, de historias en las que la gente de a pie pudiera verse reflejada.
Reivindicar a la clase-media británica
El cine del Free Cinema tenía un carácter muy social y muchas de las más destacables producciones del movimiento, tenían que ver con poner en relieve las injusticias sociales en contra de la clase trabajadora. La propaganda tenía que terminar, dando lugar a unas producciones cinematográficas que hablaran de la mayoría silenciosa y de lo que el poder negaba dar voz.
Kes (1969) de Ken Loach
Romper con el puritanismo británico
Fue como un movimiento que dio la libertad a los creadores de contar las historias que quisieran, sin tener un filtro previo por donde pasar. La decrepitud social, las injusticias y la violencia estatal normalizada, empezaron a verse reflejadas en las historias que conformaban las películas del Free Cinema.
Fue una liberación en todos los sentidos, dando cabida a cosas que años atrás eran impensables de verlas en una sala de cine.
Nutrirse del resto de ramas artísticas
El Free Cinema fue una sola parte de la revolución cultural, que vivió Gran Bretaña a mediados de la década de los cincuenta. La revolución literaria de los “Angry Young Men”, fue una fuente de la que se nutrió muchísimo la corriente del Free Cinema.
El ámbito tanto teatral, literario o musical, fueron algunas de las fuentes de las que bebió este movimiento cinematográfico, y viceversa.
Directores más reconocidos del movimiento
Tony Richardson
Fue un director inglés que trabajó tanto en el campo de la cinematografía, como en el del ámbito teatral. Es sin duda uno de los grandes nombres del Free Cinema, por ser en gran medida uno de los causantes de la revitalización del cine británico a mediados de los cincuenta. Conocido por sus adaptaciones literarias, Tony Richardson aprovechó el momento de revolución cultural que se estaba viviendo en su país, para canalizar todas las historias que siempre quiso llevar al cine como director.
Sus películas sobre la clase trabajadora urbana británica incluyeron las adaptaciones cinematográficas de sus éxitos teatrales anteriores, como la grandísima Mirando hacia atrás con ira (1959), Un sabor a miel (1961) o La soledad del corredor de fondo (1962).
Lindsay Anderson
Anderson como ya hemos dicho anteriormente, empezó en la senda del periodismo; primero siendo uno de los editores de la revista de cine Sequence, que duró hasta 1951. Luego pasó a escribir para la aclamada “Sight and Sound” y otras revistas. Eso le permitió a Anderson comenzar a dirigir en 1948, realizando documentales para una empresa industrial, ganando en 1955 un premio de la Academia por su cortometraje documental Thursday’s Children (1954).
En 1956 a través de la sus publicaciones como crítico cinematográfico, fue la persona en acuñar el termino Free Cinema, para el movimiento que se estaba viviendo en el cine británico. Su cine iba muy en consonancia con el movimiento social, siendo principalmente un cine de carácter social y reivindicativo de la clase obrera británica. Películas como El ingenuo salvaje (1963), If…. (1969) o Everyday except Christmas (1957), fueron algunas de las producciones más destacables de Anderson.
Jack Clayton
Del mismo modo que muchos del movimiento, Jack Clayton como director de cine se valió de obras literarias para llevar a cabo sus particulares adaptaciones de cine. Dado que todos sus largometrajes fueron adaptaciones de novelas, podría ser visto como el cineasta británico más literario y, sin embargo, también estaba profundamente comprometido en utilizar todos los recursos que le ofrecía el cine.
Sus películas siempre fueron cuidadosamente elaboradas pero también contenían momentos de espontaneidad y crudeza. Esta destreza le valió el respeto y reconocimiento de la industria fílmica, destacando ante todas su grandiosa obra maestra Un lugar en la cumbre (1959). El estilo independiente de Clayton y su particular manera de ver el cine, hizo que la mayoría de sus adaptaciones no gozasen de una popularidad, ni de muchos ingresos en taquilla. Aun así, es sin duda uno de los directores más importantes e influyentes del movimiento.
Jack Clayton
Karel Reisz
Fue el más férreo de los jóvenes directores y más estrechamente asociado con el Free Cinema de finales de los cincuenta y principios de los sesenta. Aunque su producción fue decepcionantemente pequeña y algunas de sus películas tuvieron un desempeño deficiente en la taquilla, Reisz obtuvo regularmente el respeto y la estima de la crítica como cineasta y crítico. Su trabajo posterior como director teatral, también fue notable y el que le supuso varios reconocimientos. Las películas más destacables de este director son Sábado noche, domingo mañana (1960) e Isadora (1968).
Richard Lester
Director estadounidense que se vio atraído por lo nuevo que podía ofrecer el cine británico, acabando por ser uno de los directores más reconocibles de ese periodo fílmico. Más allá de las producciones sociales que se estaban viendo en el Free Cinema, también estaban naciendo producciones que iban en consonancia con otras revoluciones artísticas, como fue la explosión musical. Richard Lester es sobre todo conocido por haber sido el director de varias de las películas de Los Beatles; casi nada. A Hard Day’s Night (1964) y Help (1965) fueron dirigidas por él, y que siguen siendo recordadas no solo por los fanáticos de la legendaria banda, sino por toda la sociedad británica; ya que son parte de la cultura popular del país.
Inicios de Ken Loach
Aunque no pertenezca directamente a esta corriente, sino a la del cine social inglés, Ken Loach comenzó su andadura en estos años del Free Cinema. El cineasta se vio muy influenciado por el cambio de rumbo que tomó la industria cinematográfica británica e fue cuando se puso los cimientos de su visión crítica con las injusticias sociales, dando a ciertos colectivos la voz que no conseguían por otros medios.
A partir de 1964 comenzó a una serie de docudramas abordando la problemática de la vivienda y la pobreza en el Reino unido en los años sesenta. El más conocido de esos docudramas es dirigir Cathy Come Home (1966), que aborda la problemática de la vivienda y la pobreza en el contexto del estado de bienestar británico. En cuanto a películas del directo de esa época destacamos la fantástica Kes (1969).
Películas más importantes
Un lugar en la cumbre (1959)
La obra cúspide de Jack Clayton, basada en la novela homónima de John Braine y protagonizada por la grandiosa Simone Signoret y Laurence Harvey. Una película de romance con muchos momentos sombríos, que acaban por rozar lo trágico. Un lugar en la cumbre (1959) es una de las obras maestras del movimiento, que tuvo la capacidad de ser rompedora e independiente, pero al mismo tiempo ser una película con cierto reconocimiento internacional; siendo nominada a seis categorías en los Oscars, ganando el de Mejor Actriz y el de Mejor Guion Adaptado. Película muy especial y que supuso un punto de inflexión en la cinematografía británica, por la audaz simbiosis de su estilo.
Fotograma de Un lugar en la cumbre
Mirando hacia atrás con ira (1958)
Junto a la anterior, las dos películas más influyentes del movimiento; siendo esta la causante del término del Free Cinema. Dirigida por Tony Richardson, basada en la genial obra teatral de John Osborne y protagonizada por Richard Burton, Mirando hacia atrás con ira (1958) fue una auténtica revolución cinematográfica.
Contando un turbulento triángulo amoroso, la película expuso sin ningún tapujo la idiosincrasia británica para bien o para mal. Por fin la gente de a pie, podía verse reflejada en un film nacional y dejar atrás el puritanismo de la gran mayoría de autores británicos. Una película de obligado visionado, para todo aquel que quiera iniciarse en este movimiento.
Fotograma de Mirando hacia atrás con ira
Every Day Except Christmas (1957)
Documental dirigido por Lindsay Anderson y ganador del Oscar a Mejor Documental en 1957, este título representa de manera muy fiel el carácter social del que se veía impregnado el movimiento. Documental que nos muestra los míticos puestos de Covent Garden, mostrando a la clase trabajadora durante su jornada laboral. Hay cierto mensaje muy reivindicativo en este documental, que lo hace una pieza muy interesante de ver. Teniendo en cuenta el año en el que fue rodado, es un documental la mar de adelantado a su tiempo; ya que el mensaje que trasmite, no es para nada complaciente para la clase más alta de la sociedad londinense.
Sábado noche, domingo mañana (1960)
Dirigida por Karel Reisz, que adaptaba la novela homónima del escritor Alan Sillitoe. Película muy singular y la más audaz del director, que hasta aquel entonces había codirigido muchos largometrajes, pero andaba falto de suerte en solitario. Una película con muchos tintes a la famosa película del legendario James Dean, Rebelde sin causa (1955). La película sigue a un iracundo y rebelde muchacho, que para escapar de la aburrida vida laboral de la fábrica, se pasa tardes y noches bebiendo y viviendo la vida. Otra película adelantada a su tiempo, tratando algunos temas que eran tabú para la época.
Escena de Sábado Noche, Domingo Mañana
El ingenuo salvaje (1963)
Dirigida por Lindsay Anderson en 1963 y basada en la novela de David Storey, esta película fue la película de Anderson que sin duda más repercusión tuvo a nivel internacional; siendo nominada a los Oscar y ganando Richard Harris el premio de Mejor Actor en el Festival de Cine de Cannes. El ingenuo salvaje (1963) está imbuida de un realismo majestuoso, pero también de esa rebeldía inherente a la gran mayoría de títulos del movimiento. Con un guion excepcional, esta película tiene un ritmo y profundidad narrativa impresionante. Puede que no se la pueda considerar como una de las grandes obras maestras, pero sin duda vale la pena ver este largometraje de Lindsay Anderson.
Otras películas merecen también una mención especial y son recomendado su visionado:
- Un sabor a miel (1961) de Tony Richardson
- If…. (1968) y Un hombre de suerte (1973) de Lindsay Anderson
Referencias
- Esbilla, A. (2021, 3 abril). ¡Manifiesto Free! Recuperado 2 de junio de 2021, de https://esbilla.wordpress.com/2013/02/18/manifiesto-free/
- Free cinema. (2010, 11 abril). Recuperado 2 de junio de 2021, de https://cinecam.wordpress.com/historia-del-cine/los-nuevos-cines/free-cinema/
- M. (2020b, abril 11). Free cinema. Recuperado 2 de junio de 2021, de https://macguffin007.com/2011/04/28/free-cinema/