Crítica de María (Mary) (2024): reseña y opinión de la película

Puntuación ⭐✪✪✪✪ (1/5)

Mary es una producción dirigida por D.J. Caruso, cineasta norteamericano conocido por su trabajo en cintas como The Salton Sea (2002), Tomando Vidas (2004), Dos por el dinero (2005), Paranoia (2007), Control Total (2008), Soy el número cuatro (2011), El ático (2016), XXX: el regreso de Xander Cage (2017) y Amor redentor (2022).

El estilo cinematográfico de Caruso se caracteriza por contar historias ancladas en distintos géneros, con el thriller como elemento predominante, pero en los últimos años ha tomado un rumbo distinto hacia el cine de tintes religiosos con la cinta Amor Redentor y el thriller Shut In, que si bien no es una producción de temática cristiana per se, si contiene mensajes claros sobre la fé y múltiples referencias a la Biblia. Cabe destacar que la mayoría de sus películas han recibido críticas divididas, que se inclinan hacia el lado negativo de la balanza.

Ahora llega el turno de hablar sobre María (Mary), la nueva cinta de Caruso que continúa la senda de cine religioso al traer una reinterpretación de la historia bíblica de María, madre de Jesucristo. Esta producción llega a la plataforma de Netflix para aprovechar el tirón de la temporada navideña, pero ¿Es una buena cinta u ofrece algo nuevo a la historia archiconocida?

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Cartel de la cinta

Relato bíblico desde la perspectiva de María. Elegida para traer al Mesías al mundo, María (Noa Cohen) es repudiada tras una concepción milagrosa y se ve obligada a ocultarse. Cuando el rey Herodes (Anthony Hopkins) ordena la cruenta cacería de su recién nacido, María y José (Ido Tako) emprenden la huida, unidos por la fe y movidos por el coraje, dispuestos a salvar la vida del niño a toda costa.

Una nueva muestra de que Netflix prioriza «cantidad sobre calidad», María es una cinta de pretensiones épicas donde nada parece funcionar y la propuesta revisionista de Caruso decepciona por una serie de fallas que la hacen acumular más elementos en contra que bazas positivas. Empezamos.

Los problemas de María comienzan desde su inerte guión escrito por Timothy Michael Hayes. Con una estructura lineal, la historia aborda la vida de María desde su nacimiento con un pretendido carácter «épico» que erra el tiro nada más comenzar con pasajes de la niñez de María que parecen extraídos de una producción de Lifetime por sus diálogos artificiales y falta de emoción. Este problema continúa a medida que la historia avanza para explorar la adolescencia de María y sus primeros encuentros con la espiritualidad en el Templo de Jerusalén, convirtiendo a la narrativa en una experiencia tediosa sin ritmo y añadiendo discursivas existencialistas que no aportan nada relevante, así como ciertos momentos oníricos carentes de sustancia, dando como resultado secuencias innecesarias que hacen bulto y no contribuyen a componer un buen flujo argumental.

De esta manera, temas como el valor de la fé, la búsqueda de un propósito vital y la autodeterminación no se exploran con suficiente profundidad y se aprecian como añadidos superficiales sin ton ni son. La sub-trama que rodea al personaje de Herodes tampoco funciona como debería, ya que está plasmada con una vis teatral impostada y diálogos caricaturescos que la llevan a un terreno más similar a los trabajos de los Monty Pithon que una producción bíblica. Llegado el punto medio de la historia cuando María descubre su embarazo y tienen lugar los hechos ya conocidos, el guión deviene en una sucesión de momentos de gran intensidad conectados de manera tosca y algunas secuencias de acción que no vienen a cuento en un intento por mostrar una versión «actualizada del texto bíblico», pero que fracasa estrepitosamente en su ejecución. Para su tramo final, María rinde homenaje a la figura titular con una reflexión sobre su recorrido personal y la importancia de su rol en la misión divina que le fue encomendada desde temprana edad, pero como otros puntos álgidos de la trama no consigue el impacto deseado y se siente como una escena anticlimática. Otros de sus fallos más grandes.

Tráiler de María (2024)

Los desaciertos de María no se quedan únicamente en lo narrativo, ya que su reparto no logra insuflar vida a unos personajes de cartón piedra que difícilmente generan alguna emoción en el espectador. Mientras que la actriz debutante Noa Cohen posee una fotogenia especial y hace su mejor intento a la hora de encapsular la dulzura y serenidad de María, tenemos en contraparte a un sobre actuado Anthony Hopkins que lleva su rol de Herodes a un nivel de excentricidad rocambolesco y lo convierte en un villano de tira cómica sin ningún tipo de matiz ni sutileza que le permita llevar a buen puerto su trabajo. Una lástima considerando que nos encontramos ante uno de los mejores intérpretes del séptimo arte, pero que se ha visto inmiscuido en algunas producciones cuestionables, como la que nos ocupa. Otros actores tampoco logran destacar, como es el caso de un descafeinado Ido Tako en el rol de José o el intérprete y boxeador Dudley O’Shaughnessy como un excesivamente teatral Ángel Gabriel. Tal vez la única interpretación que tenga algo de valor junto a la de Cohen sea la de Susan Brown, como la profetisa Anna, con intervenciones breves pero efectivas en la historia.

Si bien el reparto y el guión de María no logran adentrarnos en su mundo, el apartado técnico también se queda a medias. La recreación de Belén y Jerusalén en locaciones de Marruecos brilla gracias al cuidado diseño de producción de James Merifield que aprovecha los paisajes desérticos para construir escenarios vistosos con ecos a clásicos de las épicas bíblicas como La historia más grande jamás contada (1965) y aporta un cierto grado de exotismo a las imágenes mientras que el vestuario de Tina Kalivas presenta diseños fieles a la época retratada con una paleta de colores terrosos que se integra bien en los escenarios y destacan en el caso de María, con tonos más suaves que van desde el azul marino hasta el beige y representan con acierto su personalidad sosegada.

Nos encontramos en terreno escabroso con la fotografía de Gavin Struthers que intenta plasmar el desierto con la sensibilidad poética de maestros como Emmanuel Lubezki, pero termina percibiendose como una copia pretenciosa de su estilo sin el acabado artístico del mexicano. De esta manera, los grandes planos generales de las ciudades antiguas y el palacio de Herodes se sienten genéricos, mientras que los primeros planos del rostro de María están plasmados con una estética más adecuada para un anuncio de perfume. Tampoco se aprovecha la oportunidad de mostrar un festín visual con el colorido de las edificaciones o elementos como el sol que ilumina todo el desierto, ya que el tratamiento de las imágenes en post-producción les da un aspecto «deslavado» como si un filtro opaco cubriera cada secuencia, además de contar con escenas mal iluminadas en espacios interiores y en secuencias nocturnas donde no se logra distinguir mucho de lo que sucede en pantalla.

La música de Timothy Williams también decepciona, haciendo uso de composiciones taimadas que se olvidan una vez finalizado el visionado mientras que la edición de Jim Page hace que la cinta avance a trompicones y se vuelva tediosa desde su inicio con un ritmo soporífero y escenas unidas a través de transiciones deficientes, con evidentes fallos de raccord y una lógica interna que brilla por su ausencia.

Por encima de todo ello, la dirección de D.J. Caruso es la guinda del desastre que supone María con una visión autoral inexistente, decantándose por una puesta en escena anodina, ningún atisbo de tensión en momentos clave de la historia y un entramado visual irregular que hacen ver a la cinta como un trabajo por encargo para Netflix sin alma ni motivos relevantes para verla.

En resumen, María es una de las peores películas del año y un nuevo punto bajo en la filmografía de su director. Nada recomendable.

Ficha técnica:

Mary (2024)

  • Estados Unidos y Reino Unido
  • Duración: 112 min.
  • Dirección: D.J. Caruso
  • Guion: Timothy Michael Hayes
  • Música: Timothy Williams
  • Dirección de fotografía: Gavin Struthers
  • Productora: Netflix
  • Género: Drama. Cine épico. Cine bíblico

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