Esta figura de la “ciudadanía asistida” acaba siendo simbolizada,  a través del personaje de Laura Gómez-Lacueva; un personaje que achaca todos sus problemas vitales, a las grandes corporaciones y a la clase política de su país. Es uno de los personajes con más “jeta”, que ha habido en la ficción últimamente. Sin embargo es tan carismática, que acaba haciendo que el público empatice y se ría con ella. La interpretación que hace Laura Gómez-Lacueva de este personaje llamado Tina, es hilarante de principio a fin.

También destacar al otro personaje protagonista de esté historia que lleva el nombre de Ayoub, que es pura simpatía y ternura en pantalla. Muy merecida la nominación para los Goya al mejor actor revelación, que ha recibido este actor novel llamado Matías Janick; un auténtico descubrimiento de actor.

Por último, tenemos una historia que hace una especie de sátira con la clase política de este país; digo clase política, porque en cierto modo es lo que se ve reflejado en el personaje protagonista. Prácticamente, relata la historia de un gañan que ha pegado el pelotazo a base de mentiras y de estafas empresariales, como punto central tiene una villa para Bodas de Marbella, que acaba por recibir una gran reprimenda por ello.

En relación a lo técnico, puede verse que esta parte era la más audaz y compleja de rodar; tanto por la escena de acción que se produce, como por la que se lleva a cabo en el interior de una oficina.

En definitiva, Historias lamentables es una comedia española, que intenta reírse de la idiosincrasia que rodea a la sociedad española, para bien y para mal. Una sorprendente comedia alocada, que consigue mantener a la audiencia entretenida durante algo más de dos horas de metraje. Una gran opción, para cuando quieres pasar un buen rato y disfrutar de puro surrealismo.