Crítica de La habitación de al lado (2024): reseña y opinión de la película
Puntuación ✪ (4/5)
Pedro Almodóvar presentó su segunda película y primer éxito, Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón (1980), en la 28ª edición del Festival de San Sebastián de 1980, en la sección de «Nuevos Realizadores». Durante este tiempo, tras dirigir veintitrés películas y convertirse en uno de los directores en activo más importantes de la historia, su mirada y estilo único e inconfundible, sumado a la fantástica relación entre cantidad y calidad que tiene su filmografía, lo sitúan indiscutiblemente a la altura de los más grandes. Cuarenta y cuatro años después, regresa al festival para recibir el Premio Donostia, aprovechando la ocasión para presentar su primer largometraje en inglés, La habitación de al lado (2024), con el que ganó el León de Oro en el pasado Festival de Venecia.
La película presenta a Ingrid (Julianne Moore) y a Martha (Tilda Swinton), dos viejas amigas y compañeras de trabajo en una revista. Una acabó siendo escritora y la otra, reportera de guerra. Un día, Ingrid se entera de algo que las lleva a retomar el contacto y empezar a pasar más tiempo juntas.
Almodóvar ha escrito el guion de La habitación de al lado adaptando la novela homónima de Sigrid Nunez, publicada en 2021. En este caso, como viene siendo tendencia en la última etapa del director manchego, se decanta mucho más por la simplificación de sus tramas, muy alejado de los complejos guiones de sus inicios, en los que varias tramas se entrecruzaban en un enredo de personajes y situaciones disparatadas. Aquí sigue por la senda más melancólica que ya marcó con la grandísima Dolor y gloria (2019), aunque en sus últimos trabajos, como Madres paralelas (2021) y Julieta (2016), pese a tener más cosas en común con sus inicios, también opta por una narrativa más simplificada.
Cartel de la cinta
Lo que siempre está presente en su cine, y que puede que se acentúe con el paso del tiempo, es su sentido reivindicativo. Esta película es un grito a favor del derecho a una muerte digna. Critica a un sistema que se interpone en una decisión totalmente personal y que solo debería pertenecer a cada individuo. Muestra y explica en varias ocasiones cómo un enfermo terminal y sus familiares deben lidiar con la sensación de ser tratados como delincuentes, mientras enfrentan la difícil situación de la pérdida de un ser querido. Almodóvar también aprovecha para señalar otros asuntos, como la crisis climática y el auge de las derechas más radicales en todo el mundo.
Lo que eleva la cinta es la espectacular dupla interpretativa. Es la primera vez que colabora con Julianne Moore, pero con Tilda Swinton ya había rodado el cortometraje La voz humana en 2020. Comparar cuál de las dos ofrece la mejor interpretación es imposible, ya que ambas están inmensas. Swinton tiene un papel con una mayor carga dramática, y lo hace de maravilla, pero precisamente eso es lo que añade dificultad al trabajo de Moore, quien entrega uno de los mejores papeles de su vida. Sin excederse en el drama, Moore demuestra una enorme capacidad para expresar todo a través de la mirada.
La habitación de al lado es una película de grandes conversaciones y reflexiones, pero también está marcada por silencios, miradas y pequeños gestos. La premisa y el mensaje son muy concretos y pueden definirse con pocas palabras, pero el trabajo de contención emocional que realizan las dos actrices le otorga un sentido narrativo. A través de pequeños detalles, sin que realmente ocurra mucho, la película transmite una gran cantidad de emociones. Capturar esa sutileza con tanta delicadeza y tacto es algo en lo que Almodóvar es un absoluto experto.
Tráiler de La habitación de al lado (2024)
Con su estilo e imaginario visual de siempre, pero con un ligero cambio en la tonalidad de sus colores, utiliza tonos vivos, pero más fríos y apagados, una decisión que encaja perfectamente con lo que se está contando y mostrando. Visualmente es una delicia; los encuadres están muy bien calculados, juntando, separando, arrinconando y oprimiendo a los personajes según la situación. Es imposible pasar por alto la magistral y pegadiza banda sonora compuesta por Alberto Iglesias, quien una vez más demuestra por qué es una de las mayores leyendas de nuestro cine.
Almodóvar, además de ser un gran director, siempre se ha declarado un gran espectador, y en su cine abundan referencias u homenajes a otras películas. Aquí se hace referencia a Carta a una desconocida (1948), de Max Ophüls, y a Te querré siempre (1954), de Roberto Rossellini, ambas con alguna conexión temática con esta obra. Sin embargo, es posible que esta sea la película del manchego que más homenajea a otra obra: Dublineses (The Dead en su versión original, cuya traducción sería «Los muertos»), la novela de James Joyce de 1914, que John Huston adaptó muchos años después en la que sería su última cinta. El precioso monólogo final de Dublineses fue lo último que se escuchó en el cine de un director legendario, funcionando como un entrañable testamento cinematográfico. Almodóvar ha declarado en más de una ocasión su pasión por la obra de Joyce y, en particular, por la adaptación de Huston. La alusión que hace a ella en La habitación de al lado es de una belleza enorme.
Pedro Almodóvar, a sus 75 años, ha hecho una película sobre la muerte, pero en ella hay mucho amor por la vida. Sin embargo, el poder irse de ella de una manera digna, sin el sufrimiento ni del enfermo ni de sus familiares, es algo por lo que se debe luchar. Esto es lo que expone en una de sus versiones más reivindicativas, denunciando un problema que implica a todo el mundo, por lo que resulta tan fácil empatizar con lo que cuenta.
Ficha técnica:
La habitación de al lado (2024)
- España
- Duración 106 min.
- Dirección: Pedro Almodóvar
- Guion: Pedro Almodóvar. Novela: Sigrid Nunez
- Música: Alberto Iglesias
- Dirección de fotografía: Eduard Grau
- Productora: El Deseo, Movistar Plus+. Distribuidora: Warner Bros. España, Sony Pictures Classics
- Género: Drama