Crítica de La acompañante (2025): reseña y opinión de la película
Puntuación ✪✪ (3/5)
La acompañante (Compañera perfecta en Latinoamérica) es una producción dirigida por Drew Hancock, cineasta norteamericano conocido por su amplio recorrido en el mundo de la televisión, donde fungió como guionista en series como Suburgatory y dirigió segmentos para proyectos como El Show de Jimmy Kimmel.
En esta ocasión, Hancock hace su debut como director en pantalla grande con la cinta La acompañante, una historia que fusiona géneros como la comedia, la ciencia-ficción y el terror para entregar una experiencia divertida y retorcida que saque a los espectadores de su zona de confort.
Tomando en cuenta las credenciales previas de Hancock y la sátira social que ya se perfilaba en algunos de sus trabajos como Suburgatory, ¿Su debut cinematográfico es exitoso?
La muerte de un multimillonario desencadena una serie de acontecimientos para Iris (Sophie Thatcher) y sus amigos durante un viaje de fin de semana a su finca junto al lago.

Cartel de la cinta
Bizarra e irreverente, La acompañante es una montaña rusa de sensaciones que lleva al espectador en un recorrido vertiginoso por los vericuetos de una trama intrincada con nuevas sorpresas a la vuelta de la esquina, pero cuyo efecto disminuye a medida que se acerca su tramo final. Esto por una serie de razones que se exponen a continuación, un entretenimiento pasajero con sus pros y contras.
Uno de los elementos que acumula puntos a favor y en contra es su guión escrito por Hancock que elabora un rompecabezas demente alrededor de la figura titular y juega con las percepciones de los espectadores como si de una partida de naipes se tratara el asunto. Desde su escena inicial, donde asistimos a la introducción de Iris en un ambiente de idealización doméstica, se perciben ligeras señales de que nada es lo que parece. La chica recuerda su primer encuentro con Josh, su novio en un supermercado con toda la esencia de una comedia romántica tradicional, para luego virar el tono de la secuencia hacia un territorio menos amable a través de una narración perversa y descacharrante. Lo que aparenta ser un estudio de la relación entre estos personajes adquiere otros matices una vez que llegan a la imponente casa del lago donde tiene lugar el grueso central de la historia.
La presentación de una galería de personajes secundarios que oscilan entre lo estrafalario y lo estoico nos lleva a contemplar la dinámica despreocupada entre la pareja y sus amigos que toma un aspecto oscuro una vez se produce un asesinato y hace acto de presencia en la trama un giro que nos adentra en el terreno de la ciencia-ficción, deviniendo en una serie de situaciones alocadas y sangrientas mientras los personajes se enfrascan en una cacería mortal y descubrimos la verdadera naturaleza de Iris, además de la turbia conexión que supone su relación con Josh. Este desarrollo narrativo funciona como catalizador para explorar temas de interés contemporáneo, como la percepción del amor en la actualidad y la independencia emocional y la influencia de la tecnología en nuestras relaciones personales, cuyo uso puede ser tergiversado hasta el punto de transformarla en una herramienta de coerción y dominación sobre el otro.
Tráiler de La acompañante (2025)
Todos estos elementos están aderezados con una dosis constante de humor negro que se entremezcla con el terror estilo «slasher» y la ciencia-ficción ya mencionada que sugiere cuestiones intrigantes relacionadas a la inteligencia artificial y la simulación de los sentimientos afectivos, creando un cóctel atractivo que desafortunadamente pierde fuelle a medida que se agregan más vueltas de tuerca a la ecuación y se pierde el factor sorpresa, dando como resultado una historia que parece extraída de Black Mirror pero sin el impacto que posee la popular antología británica.
Para su tercer acto, La acompañante utiliza el sentido burlón de su premisa para entregar una confrontación final llena de intriga y violencia gráfica que logra un buen ritmo y culmina en un epílogo satisfactorio donde Iris toma el control de su futuro y deja atrás los eventos cruentos de la casa del lago para evolucionar y descubrir nuevos horizontes no sólo a nivel personal, sino también en lo referente al mundo que la rodea. Un cierre pertinente y bien planteado para este personaje.
El arco narrativo de Iris está muy bien respaldado por la excelente actuación de Sophie Thatcher que le aporta una vulnerabilidad especial a su personaje en los primeros compases de la historia para luego devenir en un carácter más intenso e impredecible a medida que avanza la historia. El magnetismo que desprende Thatcher en cada escena hace que sea fácil empatizar con todo lo que vive Iris y confirma su perfil de estrella emergente luego de su trabajo memorable en producciones como Herejes (2024) y la serie Yellowjackets.
En contraste, el resto del elenco no logra estar en el mismo nivel interpretativo de Thatcher, ya sea por la construcción limitada de sus personajes, como es el caso de la actriz Megan Suri o la naturaleza «camp» de sus perfiles que resulta en actuaciones descompensadas como la de Lukas Gage. Por otra parte, el actor Jack Quaid en el rol de Josh logra una buena química con Thatcher en el primer acto de la historia, pero cuando debe llevar a su personaje a un territorio oscuro, su caracterización no está a la altura del momento y falla notablemente.
La factura técnica de La acompañante no cuenta con grandes alardes cinematográficos, pero destaca por el uso de sus efectos especiales prácticos para recrear brazos robóticos y ojos lechosos, mientras que la música de Hrishikesh Hirway ofrece composiciones atmosféricas que establecen con acierto el tono de cada secuencia, pero dónde más destaca es en el tema romántico de aire atemporal compuesto para el primer encuentro entre Iris y Josh.
Hay que destacar la buena labor en la dirección de Hancock a la hora de ensamblar su primer largometraje cinematográfico con energía y creatividad, logrando una combinación de géneros que aunque resulte irregular en última instancia, no se puede negar que es una propuesta arriesgada y divertida con un estilo autoral que una vez esté lo suficientemente pulido, puede generar otras producciones de lo más estimulantes en un futuro cercano.
En conclusión, La acompañante es un entretenimiento palomitero que cumple su función de atrapar a los espectadores en su peculiar mezcla de tonos y está respaldado por una fascinante interpretación de Sophie Thatcher en el rol titular. No es una cinta inolvidable pero posee su encanto particular.
Ficha técnica:
Companion (2025)
- Estados Unidos
- Duración: 97 min.
- Dirección: Drew Hancock
- Guion: Drew Hancock
- Música: Hrishikesh Hirway
- Dirección de fotografía: Eli Born
- Productora: New Line Cinema, Vertigo Entertainment Distribuidora: Warner Bros. Pictures
- Género: Comedia. Ciencia-ficción. Terror