Crítica de A Different Man (Un hombre diferente) (2024): reseña y opinión de la película

Puntuación ⭐⭐⭐½✪ (3,5/5)

Un hombre diferente con título original A Different Man es una producción dirigida por Aaron Schimberg, cineasta norteamericano conocido por su trabajo en las cintas Go Down Death (2013) y Chained for Life (2019).

Su corta filmografía en el circuito de cine independiente refleja una predilección por contar historias de bajo presupuesto pero grandes ideas, con un foco especial en narrativas surrealistas entrelazadas con una buena dosis de crítica social donde busca demoler los prejuicios hacia los individuos con discapacidad física y aspectos no normativos que frecuentemente son marginados por la sociedad.

En esta ocasión, Schimberg vuelve a realzar ese propósito al traer una comedia negra surrealista que a través de una puesta en escena inquietante y un desarrollo ácido busca hilar un discurso contundente alrededor de la inclusión en la industria del entretenimiento y la delgada línea que existe entre la representación auténtica y la explotación de una condición. Con un reparto encabezado por Sebastian Stan y Adam Pearson, ¿Esta propuesta logra sacarle provecho a su ambiciosa premisa?

El ambicioso actor neoyorquino Edward (Sebastian Stan) se somete a una intervención quirúrgica radical para transformar drásticamente su aspecto aquejado de neurofibromatosis.

A Different man criticas y opiniones

Cartel de la cinta

Como resultado, muchas cosas cambian en su vida y, sin embargo, todo sigue perturbadoramente igual. Aunque haya cambiado exteriormente y pueda empezar una nueva vida, sigue siendo quien es y no quien quiere ser. Entonces se pierde el papel de su vida y su nuevo rostro de ensueño se convierte en una pesadilla.

Incómoda y mordaz, A Different Man abarca comedia, drama y una dosis considerable de thriller psicológico para contar una historia delirante que no deja indiferente a ningún espectador y aunque posee algunas limitaciones, se trata de una experiencia inolvidable con una serie de elementos que la hacen sobresalir y se explican en las siguientes líneas.

El primer elemento de A Different Man que destaca durante su visionado es el sensacional trabajo de su reparto. Sebastian Stan se adentra en el rol de Edward con una actuación fenomenal donde pasa por diferentes registros y matices acorde a la evolución de su arco narrativo, generando empatía en los primeros compases de la historia, para luego presentar claroscuros complejos en una metamorfosis interpretativa de primera línea que ya le valió el Globo de Oro en la categoría de Mejor Actor de una película de Comedia o Musical.

Como su contrapunto light está el actor Adam Pearson, habitual colaborador de Schimberg. Este intérprete posee neurofibromatosis y poco a poco ha conseguido labrarse una carrera interesante en la industria del entretenimiento. Aquí vemos otra muestra de su talento, con una actuación carismática que derrocha naturalidad y conquista la atención del espectador desde su primera aparición en el personaje de Oswald. Mención especial para la secuencia del karaoke, donde Pearson se luce y gana enteros en su interacción con Stan.

Tráiler de A Different Man (2024)

Por otra parte, la actriz noruega Renate Reinsve encarna un rol muy curioso como lo es el personaje de Ingrid, la vecina dramaturga de Edward que representa las complicadas áreas grises de la libertad creativa en los tiempos que corren. Reinsve aborda con solidez la ambigüedad del personaje y le aporta una personalidad juguetona, además de lograr una buena química en pantalla con Pearson y Stan.

El recorrido demencial que propone el guión de Schimberg lo posiciona como otro de los aciertos importantes de A Different Man. La secuencia introductoria nos presenta la vida de Edward con un nivel minucioso de atención al detalle. Desde su rutina cotidiana, donde lo vemos audicionar para comerciales que buscan promover conciencia social hasta su regreso a casa en el subterráneo, la interacción con los individuos a su alrededor es prácticamente inexistente y la autocompasión que practica consigo mismo es un reflejo de los efectos de la exclusión social a la que son objetos los «diferentes».

El estudio de personaje está plasmado con ingenio y los toques de humor surrealista que le aporta Schimberg ayudan a hilar un discurso conciso sobre su frágil estado mental. Una vez que entra en escena Ingrid, su nueva vecina, la historia adquiere tintes similares a las comedias románticas «indie» con largos diálogos entre los personajes que rememoran el cine de Woody Allen y una pizca de malicia en la presentación de este «interés amoroso» nada convencional. El personaje también funciona como agente catalizador para el siguiente giro en la vida de Edward: su transformación. Estos pasajes de la trama poseen un ligero aire «lynchiano» en el desarrollo de la cirugía experimental a la que se somete el personaje y su conclusión. De ahí en adelante, la historia se convierte en una comedia satírica al abordar la nueva vida de Edward con su apariencia «normal» y los esfuerzos que hace por participar en una obra teatral dirigida por Ingrid, la cual curiosamente está inspirada en la vida de nuestro protagonista.

Es en este punto donde Schimberg se muestra más contundente en su planteamiento de temas como la inclusión en el mundo artístico y la correcta representación de una condición sin caer en el sensacionalismo ofensivo. Ideas que se ven reforzadas con la llegada de Oswald, una figura alegre y desenfadada cuya presencia supone una amenaza para la permanencia de Edward en la obra y desata una ola de situaciones que reconfiguran a la narrativa hacia el thriller psicológico con secuencias donde la violencia inesperada toma partido y la cordura de nuestro protagonista se resquebraja por completo. También hay que destacar que la propuesta descarrila con este nuevo cambio de tono y prima el efecto de «shock» por encima de la coherencia narrativa. Afortunadamente, A Different Man recupera su fuerza durante la secuencia final ambientada en un restaurante donde se demuestra que las acciones de Edward no tuvieron un efecto gratificante y nos deja una poderosa reflexión sobre mantener nuestra esencia original y aceptarnos en toda nuestra complejidad. Un cierre satisfactorio que estimula la mente y nos regala cuestionamientos fascinantes.

En el apartado técnico, A Different Man cuenta con el iconoclasta diseño de producción a cargo de Anna Kathleen que convierte el apartamento de Edward en un personaje más gracias a su inteligente uso del espacio como un escenario oscuro y enclaustrado de pasillos sinuosos y techos en avanzado estado de deterioro, todo directamente ligado a la complicada psiquis del personaje. Por otro lado, la fotografía de Wyatt Garfield retrata a la ciudad de Nueva York como un escenario caótico con sus calles atestadas de transeúntes pero a la vez dotadas de una desconexión emocional una vez que Edward entra en escena con planos generales que enfatizan su naturaleza solitaria y el desapego a todo lo que lo rodea.

La música de Umberto Smerilli subraya con efectividad los tonos cambiantes de la historia al presentar composiciones de tintes experimentales que adquieren aires de intriga o cacofonías de absurdismo según lo requiera la ocasión. El departamento de maquillaje y peluquería es el último elemento que impresiona gracias a la prótesis facial creada para simular la condición de Edward. Es un trabajo notable oculta por completo el rostro de Stan y adquiere una nueva dimensión en la segunda mitad de la cinta cuando Edward utiliza los restos de su antiguo rostro como máscara para formar parte de la obra de Ingrid. Se trata de un item que se convierte en atrezzo para el personaje y recalca una vez más la desconexión entre su apariencia física y su personalidad conflictiva.

En conclusión, A Different Man es una propuesta arriesgada que aborda temas espinosos con maestría y entrega mensajes poderosos, además de contar con las excelentes interpretaciones de Sebastian Stan y Adam Pearson. No es una cinta para todos los gustos y en cierto modo cuesta pillar la mezcla de géneros, pero su originalidad y gran puesta en escena son innegables.

Ficha técnica:

A Different Man (2024)

  • Estados Unidos
  • Duración: 112 min.
  • Dirección: Aaron Schimberg
  • Guion: Aaron Schimberg
  • Música: Umberto Smerilli
  • Dirección de fotografía: Wyatt Garfield
  • Productora: A24
  • Género: Comedia. Thriller psicológico.

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