Crítica de Septiembre 5 (2024): reseña y opinión de la película

Puntuación ⭐⭐⭐⭐✪ (4/5)

La ciudad de Múnich fue la sede del mayor evento deportivo del mundo en el verano de 1972. No se habían celebrado los Juegos Olímpicos en Alemania desde la edición de 1936, bajo la dictadura nazi, acontecimiento que está notablemente retratado en la película de 2016 El héroe de Berlín, con el equipo olímpico estadounidense y el legendario atleta Jesse Owens como protagonistas. Por lo tanto, esta era la primera ocasión internacional del país germano para redimirse, de alguna manera simbólica, por lo ocurrido en las décadas pasadas, al albergar y dar cabida a deportistas de todo el mundo.

Los hechos ocurridos en estos Juegos son de sobra conocidos: las generaciones mayores los recuerdan porque los vivieron en directo, y los más jóvenes gracias a Múnich (2005), la película dirigida por Steven Spielberg.

Septiembre 5 narra el ataque terrorista perpetrado contra varios atletas israelíes desde la perspectiva de los periodistas deportivos de la ABC. Este enfoque marca la diferencia y constituye el punto de partida esencial que ha utilizado Tim Fehlbaum para construir su tercera película. Al igual que la cinta de Spielberg, en esencia es un thriller de acción, pero con una estructura que recuerda de alguna manera a La ventana indiscreta (1954) de Alfred Hitchcock.

Toda la película transcurre dentro de los estudios de televisión de la famosa cadena estadounidense, ubicados a escasos metros de la Villa Olímpica.

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Cartel de la cinta

La narración se desarrolla íntegramente desde la perspectiva de los periodistas, convirtiendo al espectador en un miembro más del equipo. Cada imagen e información externa al estudio se transmite únicamente mediante llamadas telefónicas o a través de las pantallas de televisión de la sala de realización, que es el escenario principal de la acción.

Evidentemente, esta película no puede catalogarse como de terror, pero sí que incorpora varios elementos propios del género, y no solo por la crudeza de los hechos que relata. Al igual que Ridley Scott en Alien: el octavo pasajero (1979) o M. Night Shyamalan en Señales (2002), Tim Fehlbaum juega en Septiembre 5 con la insinuación y la incertidumbre para generar tensión y pánico. El cine, por encima de todo, es el poder de la imagen, por lo que resulta realmente complicado mantener un ritmo trepidante durante hora y media sin mostrar directamente el conflicto. Sin embargo, aquí se consigue.

Tráiler de Septiembre 5 (2024)

El principal elemento que hace esto posible es el magnífico montaje de la película. Si bien el guion y los acontecimientos en los que se basa son ricos en sí mismos, la verdadera fuerza, intensidad y dinamismo de la acción residen en la edición. Esto no significa que sea acelerada o agobiante en todo momento, sino que el ritmo está perfectamente gestionado y adaptado a cada situación. De hecho, los episodios de incertidumbre y espera son casi más abundantes que los de tensión real, lo que hace que el montaje destaque aún más.

Otro componente fundamental es el gran trabajo interpretativo del reparto. Aunque se podría decir que John Magaro (Past Lives, Carol) es el protagonista, la película funciona prácticamente como un trabajo coral en el que todos los miembros del equipo de deportes de la ABC desempeñan un papel crucial en la historia.

Dado el momento en que se estrena y el tema que aborda, es probable que la película reciba críticas por supuestamente blanquear al Estado israelí o por contar una historia en la que Israel es víctima, justo cuando está siendo acusado de perpetrar un genocidio. En todo caso, esas serían interpretaciones subjetivas de la película. Lo que sí es innegable es que en su núcleo encierra una lección sobre periodismo y el tratamiento de la información, un tema de gran relevancia en la era de las fake news, a pesar de que los hechos narrados ocurrieron hace más de medio siglo.

La película retrata magistralmente el proceder periodístico en un incidente de esta magnitud, otorgando gran valor a las pequeñas reflexiones sobre el tratamiento de la información, las decisiones tomadas en caliente y la forma en que la empatía se ve eclipsada por la ambición o la competitividad. Se pueden observar en tiempo real los tiempos de reacción, las decisiones improvisadas y el funcionamiento (dentro del caos) de un canal de televisión. Una forma de hacer periodismo en la que primaba un sentido ético que, en la actualidad, parece desvanecerse poco a poco en favor del sensacionalismo y la búsqueda de la conmoción. El valor periodístico de esta película es innegable.

Ficha técnica:

September 5 (2024)

  • Alemania
  • Duración 95 min.
  • Dirección: Tim Fehlbaum
  • Guion: Moritz Binder, Tim Fehlbaum, Alex David
  • Música: Lorenz Dangel
  • Dirección de fotografía: Markus Förderer
  • Productora: BerghausWöbke Filmproduktion, Projected Picture Works, Constantin Film, Edgar Reitz Filmstiftung
  • Género: Drama. Thriller

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