Crítica de Isla perdida (2024): reseña y opinión de la película

Puntuación ⭐⭐½✪ (2,5/5)

Fernando Trueba es uno de los directores vivos más célebres de la historia de nuestro cine, siendo, junto a Pedro Almodóvar y José Luis Garci, los únicos en haber conseguido el Oscar a la mejor película extranjera, con su maravillosa Belle Époque (1994). Siendo uno de los más galardonados en los Goya, con un total de diez premios de la Academia, empezó su carrera hace casi medio siglo con su ópera prima, Ópera prima (1980), valga la redundancia, y desde entonces ha trabajado en todo tipo de géneros con resultados bastante dispares, pero siempre dejando grandes muestras de talento, incluso en sus trabajos menos aclamados.

Sus últimos proyectos han sido El olvido que seremos (2020), en la que alcanzó las cotas más altas de su cine, y el año pasado estrenó su tercera película de animación, Dispararon al pianista (2023).

Isla Perdida (2024) narra la historia de Álex (Aida Folch), una joven española que llega a una isla griega para trabajar en un restaurante durante el verano. Allí, entabla relación con los empleados y pronto se enamora de Max (Matt Dillon), el dueño del lugar. Sin embargo, a medida que su relación avanza, comienzan a ocurrir acontecimientos que la desconciertan, llevándola a descubrir secretos del pasado de Max.

Cartel de la cinta

Como se puede apreciar en esta breve sinopsis, no es una idea demasiado novedosa, pero ya con el título genérico que tiene, da a entender que va a ser una historia plagada de elementos refritos. Puede recordar conceptualmente a películas como La piscina, tanto la de Jacques Deray de 1969 como la de François Ozon de 2003, que, aunque llevan el mismo título, son historias diferentes. También, en ese ambiente veraniego y en la ocultación de información que se va descubriendo poco a poco, puede recordar a A pleno sol (1960) o a El talento de Mr. Ripley (1999), adaptaciones de la famosa novela de Patricia Highsmith.

Pero estas obras que menciono se caracterizan porque esa tensión e incertidumbre inundan por completo la cinta de principio a fin. En cambio, lo que ocurre en esta es que esos momentos son efímeros. Le falta una gran cantidad de carga emocional y narrativa, sin llegar nunca a conectar del todo. Porque, en un principio, puede parecer una película de misterio e intriga, pero oscila más hacia el drama romántico, quedando al final en tierra de nadie. Por momentos parece que Trueba quería recordar a Rohmer y sus decenas de romances veraniegos con largas e intensas conversaciones a la orilla del mar.

Tráiler de Isla perdida (2024)

Tiene un primer acto correcto que introduce bien a los personajes y al espacio en el que va a ocurrir la acción. Pero en el segundo acto se atasca por completo en un romance intenso y poco creíble, con abundantes conversaciones repetitivas que no aportan demasiado. Los mayores problemas surgen cuando tiene que hacer avances en la historia, ya que estos se dan de forma poco orgánica y muy previsible. En los momentos de calma se mueve bien, pero cuando tiene que dar un salto en la trama, lo hace de forma abrupta y cutre, habiendo escenas que rozan lo ridículo. También acusa mucho su larga duración, llegando al final casi de forma agónica y sin que haya ninguna justificación para exceder las dos horas con lo que quería contar.

El reparto no ayuda a que todo esto sea más llevadero. Las actuaciones, en general, son bastante flojas, incluido Matt Dillon, que ha trabajado con varios de los directores más importantes del mundo.

Pero no todo es negativo, casi nunca lo es. Uno de los puntos más fuertes de la película es su apartado visual; todo se ve muy bonito y la elección del enclave para grabar es espectacular. Especialmente las secuencias nocturnas, que son bastante abundantes, están muy bien iluminadas, siempre con luz diegética, y lucen con un bonito aspecto. La película está rodada íntegramente en inglés, como ya hizo en 1995 con la comedia romántica Two Much, aunque tiene algunas frases breves en español, esencialmente cuando Álex suelta insultos.

El otro aspecto por remarcar es la música. Tanto en la banda sonora como en la música que suena de forma natural en el tocadiscos del restaurante, Trueba demuestra, como es habitual en su cine, su amor por el blues y el jazz, como ya hizo en sus dos películas de animación Chico & Rita (2010) y Dispararon al pianista (2023). En definitiva, Isla Perdida está lejos de las mejores películas de Fernando Trueba, pero que, después de tantos años de carrera, siga estrenando trabajos prácticamente de forma anual es motivo de celebración.

Ficha técnica:

Haunted Heart (2024)

  • España
  • Duración 128 min.
  • Dirección: Fernando Trueba
  • Guion: Rylend Grant, Fernando Trueba
  • Música: Zbigniew Preisner
  • Dirección de fotografía: Sergio Iván Castaño
  • Productora: Coproducción España-Colombia; Fernando Trueba P.C., Caracol Televisión, Atlántika Films, RTVE, ICAA
  • Género: Drama. Thriller

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