Crítica de Esa cosa con alas (2025): reseña y opinión de la película

«Nunca llegamos a estar realmente tan solos»

Puntuación ⭐⭐⭐✪✪ (3/5)

*La siguiente crítica contiene algunos detalles de la trama.

Este 31 de octubre llega a los cines Esa cosa con alas (2025), la nueva película de Dylan Southern en solitario, tras haber trabajado anteriormente junto a Will Lovelace en varios proyectos documentales. En esta ocasión, Southern se atreve con un terreno distinto: el terror psicológico, adaptando el aclamado libro homónimo de Max Porter.

La historia nos presenta a un padre de familia que, tras la muerte de su esposa, debe enfrentarse al vacío emocional que deja la pérdida y, al mismo tiempo, lidiar con una presencia oscura que parece materializar los traumas y la culpa que arrastra. A través de esta premisa, el director construye una reflexión sobre el duelo, la fragilidad emocional y la delgada línea entre lo real y lo imaginario.

Para dar vida al protagonista, el realizador británico cuenta con un enorme Benedict Cumberbatch, que ofrece una de sus interpretaciones más contenidas y desgarradoras. Su actuación consigue que el espectador conecte de manera profunda con el personaje, acompañándolo en un viaje emocional que oscila entre la desesperación, la culpa y una dolorosa búsqueda de redención. A través de su mirada y sus gestos, se percibe la evolución interior del personaje, en momentos donde el guion exige una gran carga interpretativa. Sin duda, Cumberbatch se convierte en el gran aliciente de la película, sosteniendo buena parte del peso dramático con una naturalidad apabullante. Todo un todoterreno.

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Cartel de la cinta

Por otro lado, David Thewlis presta su voz al monstruo en forma de cuervo que acompaña al padre a lo largo del relato. Su interpretación vocal es perturbadora y profunda, logrando transmitir una sensación de amenaza constante sobre todo cuando el monstruo no está presente físicamente. Su voz y su ausencia consiguen que el espectador experimente un miedo real, casi psicológico, que se adentra en la mente del protagonista y en la nuestra.

Sin embargo, es precisamente en este punto donde la película muestra una de sus debilidades. La construcción del terror psicológico es tan sólida y sugerente que, cuando la criatura finalmente aparece en pantalla, parte del misterio se desvanece. Esa materialización de la presencia maligna rompe el delicado equilibrio entre lo visible y lo imaginado, diluyendo la tensión que tan cuidadosamente se había construido. En esos momentos, el espectador deja de compartir el delirio del protagonista para observarlo desde fuera, lo que resta algo de impacto emocional.

Tráiler de Esa cosa con alas (2025)

No obstante, Southern demuestra una gran sensibilidad como director. Su enfoque se aleja del susto fácil y se adentra en el drama humano, explorando el duelo desde una perspectiva introspectiva y poética. La narrativa se apoya en el uso de flashbacks y en una estructura fragmentada que refleja el caos emocional del protagonista, reforzando el tema central: la superación de la pérdida a través del enfrentamiento con los propios demonios. El monstruo, en este sentido, no es solo una presencia amenazante, sino también una representación del proceso de aceptación y reconstrucción interior.

La fotografía acompaña perfectamente esta intención. La oscuridad se apodera del tono, acentuando la sensación de aislamiento y vacío. La composición de los planos, muchas veces centrada en la figura solitaria del protagonista, transmite una soledad casi tangible.

Dylan Southern, con Esa cosa con alas (2025), nos recuerda que la superación personal a menudo surge de lo más profundo de nuestro dolor, de las heridas que nos negamos a mirar. En ese sentido, la cinta guarda cierta relación temática con Un monstruo viene a verme (2016) de Juan Antonio Bayona donde el dibujo también guarda un importante lugar, aunque Southern opta por una mirada más oscura, introspectiva y ambigua.

En definitiva, Esa cosa con alas es una película que no busca complacer a todos los públicos, sino que invita a una experiencia emocional y sensorial. Una obra que, más allá del terror, habla de la pérdida, la culpa y la reconciliación con uno mismo.

Una vez dicho esto, la película es de cada uno.

Ficha técnica:

The Thing with Feathers (2025)

  • Reino Unido
  • Duración 98 min.
  • Dirección: Dylan Southern
  • Guion: Dylan Southern. Libro: Max Porter
  • Dirección de fotografía: Ben Fordesman
  • Productora: Lobo Films, SunnyMarch, Film Four, LB Entertainment, Align
  • Género: Drama. Terror

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