Crítica de Robot salvaje (2024): reseña y opinión de la película
Puntuación (5/5)
Robot Salvaje es una producción dirigida por Chris Sanders, cineasta norteamericano con un gran recorrido en el mundo de la animación, tomando en cuenta su labor en la codirección de cintas como Lilo y Stitch (2002), Como entrenar a tu dragón (2010) y Los Croods (2013), además de su trabajo en solitario con la cinta live-action El Llamado de lo salvaje (2020).
También se ha destacado como actor de voz en muchos de sus proyectos, con el personaje de Stitch como exponente más notable.
El cine de Sanders presenta historias para toda la familia donde los personajes se ven envueltos en aventuras fantásticas con un fuerte componente emotivo, presentando temas como la importancia de los lazos familiares, la empatía y el autodescubrimiento, todo envuelto en postales animadas de gran belleza visual.
En esta ocasión, Sanders nos adentra en el mundo de Robot Salvaje, su nuevo trabajo en solitario que se configura como una adaptación del libro infantil del mismo nombre escrito por Peter Brown, pero con las señas de identidad reconocibles en el trabajo del director norteamericano. ¿Es un nuevo clásico animado?
Cartel de la cinta
El épico viaje de un robot -la unidad 7134 de Roz, ‘Roz’ (Lupita Nyong’o) para abreviar- que naufraga en una isla deshabitada y debe aprender a adaptarse al duro entorno, entablando gradualmente relaciones con los animales de la isla y convirtiéndose en padre adoptivo de un ganso huérfano.
Un viaje cargado de sentimientos y reflexiones poderosas es lo que nos entrega Robot Salvaje con su poderosa historia de una familia inesperada y la relación del ser vivo con la naturaleza que lo rodea. Sólo que en vez de seguir los típicos clichés de este tipo de producciones animadas, Sanders busca ofrecerle al público una experiencia más profunda sin dejar de lado la aventura y la diversión, lo que da como resultado una serie de aciertos que procederé a reseñar en las siguientes líneas.
Lo primero que salta a la vista poderosamente de Robot Salvaje es su espectacular animación donde las imágenes generadas por computadora poseen un estilo pictórico que la sitúa por encima de otras producciones de la casa Dreamworks y le aporta una personalidad única a cada secuencia. El bosque que funciona como escenario central de la historia es una creación sofisticada, con una especial atención al detalle por cada rincón y paraje asombroso que pasa ante nuestros ojos. La exuberante paleta de colores donde predominan los tonos verdes y azulados y las diferentes texturas plasmadas en pantalla se combinan para hacernos sentir dentro de la cinta en una experiencia inmersiva, además de integrar efectos que simulan nevadas e incendios forestales en un conjunto sobresaliente. Es como ver una pintura impresionista cobrar vida con el estilo naturalista de Hayao Miyazaki, todo un deleite visual.
El diseño de personajes reproduce de manera fidedigna las ilustraciones del libro, pero agrega un toque particular a cada uno de ellos con rasgos estilizados y dotados de expresividad que los hacen memorables, como es el caso del bebé Brillante que inspira ternura con su mirada inocente o el travieso zorro Fink con su pelaje de acabado casi foto realista. Pero, sin lugar a dudas, la creación más memorable es Roz, el personaje titular. El detallado armazón metálico que constituye su apariencia esconde numerosos guiños a la evolución de su personalidad, como la luz vibrante que proyectan sus ojos o sus piernas elongadas. Todo un prodigio de la animación para plasmar en pantalla a uno de los mejores personajes cinematográficos de este año.
Tráiler de Robot salvaje (2024)
El guión de Robot Salvaje es otra fortaleza innegable que nutre de valor a la cinta. Escrito por Sanders, se trata de un recorrido enérgico y sentimental a través de los temas primigenios que impregnan la obra de Brown, los cuales guardan similitudes con algunos clásicos de la ciencia-ficción como El Gigante de Hierro (1999) y WALL-E (2008). En sus primeras secuencias, conocemos a Roz y asistimos a un encuentro entre dos mundos, con la hostilidad y el rechazo inicial que ostentan los animales que pueblan la isla hacia el personaje titular. Es una introducción rápida y concisa a las tribulaciones que debe afrontar un individuo para sobrevivir y mantenerse firme ante una realidad desconocida. Roz está programada para servir y no comprende las mecánicas del entorno que la rodea, por lo que su misión se vuelve más compleja de lo que parece y asistimos a una búsqueda de la identidad personal abordada con una introspección atípica en las producciones de corte infantil, pero que funciona con creces y se agradece.
Luego de una tragedia inesperada, Roz se hace cargo del bebé ganso Brillante y el desarrollo de esta relación se convierte en el punto focal de la trama, dando pie a la exploración de temáticas como los vínculos familiares adquiridos, el alcance de la inteligencia artificial con un cuestionamiento muy interesante al proponer la evolución de Roz de ser una máquina programada sin alma a evolucionar y convertirse en una figura materna cálida y empática, con la capacidad de desarrollar sentimientos y lo más parecido a un corazón.
También se dan cita elementos como la importancia de la unión comunitaria, los valores de respeto y tolerancia a la hora de relacionarse con otros individuos y el cambio climático como trasfondo sutil pero omnipresente a lo largo de la historia, tanto en los efectos de las estaciones en los personajes como el telón de fondo para el universo futurista en el que está ambientada la narrativa. Un viaje que une acción, comedia, drama y postulados filosóficos con diálogos para el recuerdo y un sólido desarrollo de personajes.
En su tramo final, Roz se ve forzada a tomar una decisión crucial cuando las circunstancias de su llegada a la isla salen a relucir y su nueva familia es puesta en peligro. Esto da lugar a una secuencia de acción extendida que homenajea a cintas como Alien, el octavo pasajero (1979) y finalmente a un epílogo emotivo que conmueve hasta las lágrimas y deja la puerta abierta a una secuela. Una posibilidad fascinante.
También hay que destacar lo bien que enlaza la adaptación de la historia de Brown con los leitmotiv argumentales presentes en las anteriores películas de Sanders. Como ejemplo, tenemos la relación materno-filial entre Roz y Brillante (robot y animal) que trae a la mente los vínculos familiares entre Lilo y Stitch, Hiccup y Chimuelo de Como entrenar a tu dragón, John y Buck de El Llamado de lo salvaje, además de dotar a la isla de una personalidad propia que la convierte en un personaje más y plasmar la relación de su ecosistema tal como lo hizo con la selva en Los Croods. Una muestra de que el estilo del cineasta norteamericano sigue presente y se ha perfeccionado con el paso de los años. El reparto de Robot Salvaje está compuesto por grandes talentos como Lupita Nyong’o en el rol titular, Kit Connor como la voz de Brillante y Pedro Pascal en el rol de Fink, además de otros intérpretes de enjundia como Bill Nighy, Catherine O’Hara, Mark Hamill y Ving Rhames por lo que se recomienda el visionado en versión original para disfrutar de los matices que le aportan a sus respectivas voces.
La música de Robot Salvaje está compuesta por Kris Bowers y se perfila como una de las mejores bandas sonoras del año con su variedad de temas de cariz exótico y místico que capturan a la perfección la atmósfera de la isla en contraposición a otras composiciones de vena épica y grandilocuente que dotan a las imágenes de un lirismo sensorial y ayudan a potenciar el factor emotivo de la historia. Vale la pena destacar la canción original creada para la producción que lleva por nombre «Kiss the Sky«. Se trata de una melodía poderosa que acompaña un momento crucial de la trama y está interpretada con gran fuerza vocal por la cantante norteamericana Maren Morris. Es muy probable que la veamos entre las nominadas a Mejor Canción Original en la próxima edición de los Premios Oscar.
En conclusión, Robot Salvaje es la joya de la corona en la cosecha animada de 2024. Una animación soberbia, mensajes valiosos y pertinentes para la sociedad en la que vivimos y un apartado musical fenomenal son las principales razones que hacen de esta cinta una experiencia cinematográfica inolvidable y de visionado obligatorio en la gran pantalla, además de la opción perfecta para ver en familia, ya que cuenta con todo lo necesario para cautivar a espectadores de todas las edades.
Ficha técnica:
The Wild Robot (2024)
- Estados Unidos
- Duración 101 min.
- Dirección: Chris Sanders
- Guion: Chris Sanders. Libro: Peter Brown
- Música: Kris Bowers
- Dirección de fotografía: Animación, Chris Stover
- Productora: DreamWorks Animation, Universal Pictures. Productor: Dean DeBlois. Distribuidora: Universal Pictures
- Género: Animación