Crítica de Bonnard, el pintor y su musa (2023): reseña y opinión de la película
Puntuación ✪✪ (3/5)
Cada año, las carteleras se llenan de películas sobre personalidades históricas de todo tipo, ya que, normalmente, son bien recibidas tanto por el público, satisfecho de ir a ver algo sobre lo que ya tienen conocimiento, como por la crítica y las academias que conceden premios. No es algo exclusivo de la actualidad, ha ocurrido siempre, por lo que los nombres célebres con historias dignas de ser contadas van agotándose poco a poco.
Pierre Bonnard tiene cierta relevancia en la historia de la pintura francesa entre finales del siglo XIX y principios del XX, aunque hay innumerables pintores en su país más relevantes que él. Por suerte, Martin Provost no ha construido un biopic al uso. Si bien narra gran parte de la vida del personaje, utiliza su figura, y en gran parte la de su mujer, para abordar otras muchas cuestiones. Es un director que tiene experiencia en tratar biografías, como hizo con Violette (2013) y con Séraphine (2008), con la que arrasó en los premios César, llevándose siete galardones, entre ellos el de mejor película.
Bonnard, el pintor y su musa (2023) comienza en el momento en que Pierre Bonnard (Vincent Macaigne) y Marthe de Meligny (Cécile de France) se conocen de forma casual, cuando él buscaba mujeres a las que retratar.
Cartel de la cinta
A partir de ese momento, comienza su relación, que a lo largo de los años pasa por diversos baches, producto de las complejas personalidades de ambos, pero siempre marcada por una dependencia mutua. Marthe fue siempre su musa y fuente de inspiración, tanto es así que aparece en un tercio de su obra.
Es esencialmente un drama romántico que gira en torno a los dos personajes, pero al tratarse de una cinta que narra una gran cantidad de años, hay varias figuras que también tienen relevancia en ciertas etapas. A pesar de que el título de la obra ignore su nombre, refiriéndose a ella únicamente como «su musa», Marthe tiene en la narración un peso similar o incluso mayor en muchas fases que el de Bonnard. No solo en lo que se refiere a su relación con él, sino también en su vida personal e interacciones con el resto de su familia, al margen de su marido. Ella también tiene mucha importancia porque personifica uno de los temas principales de la obra: los celos. Ambos tenían una dependencia mutua, pero eso no evitó que ocurrieran episodios en los que Marthe desconfiara o se sintiera desamparada por la vida que llevaba su marido fuera del matrimonio.
El principal problema que tiene la cinta es que en general es bastante aburrida, con una clara carencia de ritmo, lo que da la sensación de que en muchos momentos se desvía hacia asuntos que no son interesantes o que simplemente no vienen demasiado a cuento. El resto de los personajes ajenos a la pareja, a excepción de Monet, que sí resulta interesante, son bastante intrascendentes e insustanciales, haciendo que las secuencias que no son exclusivamente sobre ellos bajen considerablemente el nivel. En general, es redundante en sus ideas y en lo que cuenta, provocando que se sienta un estancamiento en muchos momentos. Que su duración sobrepase las dos horas no ayuda a mejorar este aspecto.
Tráiler de Bonnard, el pintor y su musa (2023)
Hay momentos en los que intenta hacer una narración menos literal, más poética, tanto en las palabras como en las imágenes. Es una propuesta interesante, al ser la pintura y el arte un tema principal en la obra, por lo que es coherente intentar contarlo de formas menos literales. Sin embargo, no logra conectar del todo bien en ese aspecto. Donde sí se mueve bien es cuando oscila hacia la tragedia. Aunque es escasa y de no demasiado peso, está bien construida y se transmite bien ese sentimiento de arrepentimiento y culpa que alberga la historia.
La elección del reparto para interpretar a la dupla protagonista es uno de los mayores aciertos. Desde la primera secuencia se siente la química entre Vincent Macaigne y Cécile de France, quienes están entregados por completo a sus papeles. Llaman la atención las largas secuencias en las que Macaigne aparece pintando de manera real, con gran destreza.
Lo que se define muy bien en la cinta sobre la vida de Bonnard es su cambio de personalidad en función de si estaba cerca o no de Marthe. Todos los momentos juntos, especialmente al principio, se sienten como una primavera constante llena de felicidad, mientras que cuando se distancian, su semblante cambia por completo. Todo esto está bien trabajado y expresado en la banda sonora, pero especialmente en la fotografía y el uso del color. Al fin y al cabo, es una película sobre un pintor, y eso lo tiene presente en todo momento Martin Provost, quien construye prácticamente cada plano con un aspecto similar al de un cuadro, tanto en sus tonos como en su composición. Estética y visualmente, es bastante potente.
Ficha técnica:
Bonnard, Pierre et Marthe (2023)
- Francia
- Duración 122 min.
- Dirección: Martin Provost
- Guion: Marc Abdelnour, Martin Provost
- Dirección de fotografía: Guillaume Schiffman
- Productora: Les Films du Kiosque, Volapuk, Umedia, Canal+, Ciné+
- Género: Drama. Romance