Crítica de A Real Pain (2024): reseña y opinión de la película
Puntuación ✪ (4/5)
El dolor real que nos persigue día con día, ese dolor que nos atormenta y nos hace entender al otro, también nos guía como seres humanos en este mundo.
El director, guionista y protagonista, Jesse Eisenberg, explora en A Real Pain la angustia, la depresión y la tristeza de dos primos que se reúnen para un viaje turístico a través de Polonia, donde descubrirán la historia de sus antepasados judíos y el dolor que comparten entre ellos. En una puesta de cámara, el director de fotografía Michal Dymek captura los paisajes polacos, los campos de concentración y las calles, mezclando la modernidad del presente con el pasado de la Segunda Guerra Mundial.
El vacío de una cámara de gas o las inmensas calles de Polonia reformulan las preguntas existenciales del cineasta sobre el sufrimiento que atormenta a sus personajes protagonistas. Además, un bello detalle detrás de la música es que podemos escuchar las partituras de Frédéric Chopin, haciendo un hermoso homenaje visual y auditivo a la cultura, el arte y la historia de Polonia.
El dúo está compuesto por Eisenberg, acompañado de Kieran Culkin en una relación de primos casi hermanos, con personalidades contrastantes y diferentes formas de enfrentar los problemas emocionales. Culkin, en su faceta eufórica que ya hemos visto en la serie Succession, despliega una naturalidad tan caótica, ególatra, desenfrenada, tosca y, al mismo tiempo, simpática.
Cartel de la cinta
Su personaje, con atrevidos diálogos de cruda honestidad, rompe la armonía del grupo turístico, cuestiona las costumbres turísticas de explicar acontecimientos en lugar de sentir lo que realmente ocurrió en estos lugares, tan marcados por la tragedia, como los campos de concentración. Por otro lado, está el personaje de Eisenberg, quien sufre de TOC y es demasiado ansioso en comparación con el de Culkin. Hará todo lo posible para ir tranquilo con este grupo turístico de diversas personalidades.
Quizás Culkin esté interpretando una versión de sí mismo, similar a lo que vimos en Succession, pero Eisenberg, como cineasta y actor, logra compaginar con él para hacer una introspección que explora acciones, palabras y el sentir del dolor. La cinta despliega un abanico de cuestionamientos y reflexiones sobre el ego, la dificultad de conectar con los demás y las innumerables preguntas existenciales que nos acompañan en esta vida. Así como el ansioso Eisenberg enfrenta sus problemas, el relajado y despreocupado Culkin también lleva su propia carga emocional. Aquí radica la clave del filme: la comprensión del dolor humano como algo universal, a pesar de las diferencias entre las personas. Todos compartimos tristeza, agonía y confusión.
Tráiler de A Real Pain (2024)
Durante el desarrollo de la cinta, ambos buscarán sentir y explorar el dolor y la tristeza de su propia historia dentro del judaísmo, así como las relaciones que construyen con otros personajes de la trama. Poco a poco, Eisenberg, inspirado por sus maestros Noah Baumbach y Woody Allen, lanza preguntas sobre la posición privilegiada del turista, la hipocresía de visitar lugares «sagrados» con la intención de tomarse selfies y, sobre todo, la historia detrás de un mundo moderno construido sobre el sufrimiento de millones. Entre líneas, la cinta aborda también el dolor interno que cada ser humano lleva consigo y la lucha por quedar bien con los demás.
Eisenberg profundiza en temas como la depresión, el suicidio y la desconexión emocional en las relaciones familiares y de amistad. Examina cómo, a menudo, no estamos tan presentes como quisiéramos, pero tampoco podemos absorber completamente el dolor de otros. Su guion, muy bien estructurado, nos guía a través de imágenes y diálogos hacia una reflexión casi inabarcable: la naturaleza del dolor. En A Real Pain, Culkin deslumbra con sus capacidades actorales, tan impredecibles y caóticas, que elevan el guion de Eisenberg a un nivel profundamente íntimo y reflexivo. Quizás algunas preguntas no obtienen respuesta y dejarán al espectador con la tarea de reflexionar sobre la vida. Tal vez, en última instancia, lo que nos hace humanos no sea el dolor en sí, sino la manera en que somos capaces de comprenderlo, aceptarlo y, en algunos casos, compartirlo. El dolor del otro no es el nuestro, pero es tan válido como el que sentimos nosotros mismos.
Ficha técnica:
A Real Pain (2024)
- Estados Unidos
- Duración 89 min.
- Dirección: Jesse Eisenberg
- Guion: Jesse Eisenberg
- Música: Frédéric Chopin
- Dirección de fotografía: Michal Dymek Distribuidora: 20th Century Studios
- Género: Drama.