Crítica de Youth (Homecoming) (2024): reseña y opinión del documental
Nos quejamos por ello y casi nos arrestan”
Puntuación ½ (4,5/5)
Wang Bing cierra su trilogía sobre los trabajadores de los talleres de Zhili con Youth (Homecoming), película que se centra en el regreso a casa de los trabajadores para celebrar el Año Nuevo con sus familiares. Esta parte ha sido presentada en diversos festivales como la SEMINCI o la Biennale di Venezia y supone el cierre y epílogo de la trilogía.
Si una cosa tenía clara en la edición de 2024 de la SEMINCI es que quería realizar las críticas de las dos últimas partes de Youth debido a que pensé que sería lógico que, tras escribir la crítica de Youth (Spring) (2023) el año pasado, completase la trilogía. Como se puede contemplar a la trilogía como un mismo filme dividido en tres, repito cuestiones comentadas en críticas anteriores: la forma es similar y el estilo es el mismo que en sus predecesoras, pero con la singularidad de que el espacio predominante de los talleres de Zhili se ve sustituido por las pequeñas aldeas de los jóvenes.
En cierta medida, y especialmente en comparación con Youth (Hard Times) (2024), este nuevo espacio libera al espectador de la opresiva lluvia y suciedad de Zhili, lo cual no implica que no se observen las problemáticas que sufren los personajes y sus familias en Youth (Homecoming) (2024).

Cartel de la cinta
Hay una imagen reconocible para cualquier persona que haya visto parte del cine de los directores chinos de la quinta generación: una casa rural con paredes de barro agrietadas y un retrato de Mao colgado o pintado en dicha pared. Esta imagen que se puede extraer directamente de películas como ¡Vivir! (1994) es real y se encuentra en pleno siglo XXI en las montañas de Yunnan y, seguramente, en miles de villas más. Aquí se muestran las razones por las que estos jóvenes, nacidos prácticamente sin futuro, tienen que emigrar durante medio año a Zhili para poder ayudar a sus familias y como, con la información previa de las partes anteriores, muchas veces ni siquiera pueden lograrlo. Hay una frase que resume a la perfección la situación de la población rural de estos entornos y la propia crítica al sistema que se observa en la trilogía completa: “Nos robaron los ladrillos y no hacían nada. Nos quejamos por ello y casi nos arrestan”.
A pesar de que la trilogía Youth represente a una generación concreta, su contenido es de carácter universal. Se podría llegar a pensar que la cultura y situación representadas son algo lejano, con otro sistema y otro funcionamiento, pero no. La frase que he mencionado anteriormente puede recontextualizarse y sería efectiva, pues es una muestra de cómo funciona el poder en general y, especialmente, en el sistema capitalista actual. Y, como siempre sucede en el sistema capitalista, tras ese breve periodo en el que se disfrutan las festividades y celebraciones, toca volver a encerrarse en el motor de producción. Toca volver a Zhili y al sonido de las viejas máquinas de coser.
Tráiler de Youth (Homecoming) (2024)
En las críticas anteriores hablé de cómo la dirección de Wang Bing se centra en mostrar los fragmentos de vida y de la realidad delante de la cámara y de cómo la fotografía, a pesar de no centrarse en ser estética, lograba momentos de pura belleza poética. También de cómo la película trataba a las personas representadas con dignidad y sin emplear efectismos. Wang Bing en su trilogía siempre evita la “pornomiseria”, siempre es humanista y siempre respeta a las personas representadas. En Youth (Homecoming) hay una secuencia en un tren que me parece una de las mejores secuencias cinematográficas de esta década y que resume esa humanidad con la que Bing representa a las personas.
Recuerdo que el año pasado algunas de las críticas relacionadas con Youth (Spring) hablaban de que la película no era interesante y que era una “falsedad cinematográfica” por tratar sobre los trabajadores de los talleres de ropa infantil de Zhili entre 2015 y 2019 y no hablar sobre Shein y Temu. Sinceramente, estas personas no se molestaron en comprender lo que estaban viendo porque querían otra película que, sinceramente, sería más sencilla de realizar. Hay que entender Youth como una gran obra dividida en tres episodios que trata de representar a toda una generación de jóvenes trabajadores: sus historias, sus preocupaciones, sus canciones… Youth (Spring) te presenta a esta generación en su lugar de trabajo, Youth (Hard Times) te muestra la explotación del sistema al pueblo y Youth (Homecoming) te muestra la vida de dicha generación de vuelta a casa y las propias dificultades que allí existen. En sí, si tomamos un típico esquema de tres actos, de forma algo libre, Spring es la introducción, Hard Times el nudo y Homecoming el desenlace y el epílogo.
Youth (Homecoming), en solitario, es una película que funciona y que supone una barrera de entrada menor que sus dos partes anteriores (debido a una duración más corta), pero que, al ser el cierre de la trilogía, puede comprenderse peor sin haber visto, por lo menos, una de las partes anteriores. Igualmente, creo que una persona con un buen ojo cinematográfico será capaz de apreciar la película en solitario. Aún así, es importante en la valoración final de la trilogía comprenderla como una gran obra y no como tres películas distintas. Con este planteamiento, Youth, contando sus tres partes, es sin duda una de las mejores obras documentales del siglo XXI.
Ficha técnica:
Qingchun: Gui (2024)
- China
- Duración: 152 minutos
- Dirección: Wang Bing
- Guion: Wang Bing
- Fotografía: Wang Bing, Liu Xianhui, Yang Song, Ding Bihan, Shan Xiaohui, Maeda Yoshitaka
- Producción: Coproducción: Francia – Luxemburgo – Países Bajos. Gladys Glover Films, House on Fire
- Género: documental
