Crítica de Thunderbolts* (2025): reseña y opinión de la película

Puntuación ⭐⭐⭐⭐½ (4,5/5)

Thunderbolts* es una producción dirigida por Jake Schreier, cineasta norteamericano conocido por su trabajo en las cintas Un amigo para Frank (2012), Ciudades de papel (2015) y un recorrido notable por el mundo de la televisión donde destaca su dirección de varios episodios para la exitosa serie Beef (2023).

Con un estilo cinematográfico que se ha decantado por las producciones independientes, Schreier afronta la tarea de dirigir su primer Blockbuster con Thunderbolts*, la nueva cinta de Marvel Studios que busca renovar el interés de los espectadores en su universo de superhéroes tomando en cuenta los resultados dispares que han generado en crítica y taquilla sus últimas producciones en la Fase 5. Tampoco es un secreto el creciente desinterés en el cine superheroico que también ha repercutido en la factoría DC. Tomando en consideración estos factores, ¿Es Thunderbolts la propuesta idónea para recuperar las mejores épocas de Marvel?

Un grupo de supervillanos poco convencional es reclutado para hacer misiones para el gobierno: Yelena Belova (Florence Pugh), Bucky Barnes (Sebastian Stan), Red Guardian (David Harbour), Ghost (Hannah John-Kamen) y John Walker (Wyatt Russell). Después de verse atrapados en una trampa mortal urdida por Valentina Allegra de Fontaine, estos marginados deben embarcarse en una peligrosa misión que les obligará a enfrentarse a los recovecos más oscuros de su pasado.

Thunderbolts* critica opiniones

Cartel de la cinta

Una gran sorpresa es la manera perfecta para describir a Thunderbolts* y la experiencia que supone su visionado, 126 minutos que se disfrutan de principio a fin y suponen un soplo de aire fresco tras varias producciones de calidad irregular como Ant-Man y la Avispa:Quantumanía (2023) y Capitán América: un nuevo mundo (2025).

Una de las principales claves para el éxito de Thunderbolts* es su tono oscuro que se aleja de los espectáculos coloristas de otras cintas de la factoría y opta por un acercamiento maduro a los temas que propone el guión escrito por Eric Pearson y Joanna Calo. Lo que comienza como una cinta de acción al uso con mercenarios en misiones letales y una trama de corrupción en el mundo del espionaje pronto deviene en algo más sustancioso una vez que nuestro equipo protagonista cruza sus caminos en una instalación encubierta y comienza una dinámica de cooperación que sorprende por lo bien construidas que están las relaciones entre los personajes. Dentro del hilo narrativo encontramos la introducción cinematográfica de Sentry, un personaje icónico de los cómics que se convierte en eje fundamental de los acontecimientos, con un trasfondo fascinante y un devenir en su alter ego maligno Void que lo convierte en una figura temible capaz de convertir a cualquier individuo en una sombra y sacar a relucir sus traumas más profundos. Este elemento permite a la historia abordar temas como la depresión, el maltrato y sus secuelas en el psique de los afectados, el ostracismo social… todo a través de una óptica psicológica que aleja a Thunderbolts de los tropos repetitivos del cine de superhéroes y la dota de reflexiones enriquecedoras que la convierten en una de las historias más humanas de Marvel y aporta relevancia dentro del contexto social actual con todo lo que se vive relacionado a la salud mental.

Pero no todo es crudeza, ya que el guión también presenta mensajes positivos sobre el trabajo en equipo y el nexo en común que funciona para superar los traumas del pasado, además de introducir numerosas puntadas de humor marca de la casa que funcionan muy bien para aliviar la tensión dramática y no se siente como un recurso sobreexplotado. La odisea de los Thunderbolts* culmina en una confrontación final que evita caer en los clichés típicos de este tipo de secuencias y opta por una salida más creativa que lleva a un epílogo satisfactorio de triunfo y catarsis colectiva para el equipo y sienta las bases para próximas entregas, con una escena post créditos que emociona y anuncia un futuro esperanzador para la siguiente fase del universo superheroico. Ojalá cumpla las expectativas.

El otro pilar fundamental sobre el cual se sostiene Thunderbolts* es su equipo titular que cobra vida gracias a la excelente labor de su reparto estelar. Y es que cada miembro aporta un valor relevante a la ecuación. Primero tenemos a la magnética Florence Pugh que vuelve a encarnar a Yelena Belova con temple de acero y determinación, pero que en esta ocasión muestra un lado vulnerable que la convierte en una figura con la cual se puede empatizar fácilmente y la protagonista indiscutible de la historia.

Tráiler de Thunderbolts* (2025)

Sebastian Stan regresa como Bucky, un personaje que lo lanzó al estrellato y potencia la seriedad y el carisma peculiar que lo caracteriza para entregar otra interpretación notable luego de su recorrido en la pasada temporada de premios con El Aprendiz (2024). Por su parte, David Harbour es el alma de la fiesta con su descacharrante Guardián Rojo que se configura como el alivio cómico de la función y logra sacar una sonrisa durante sus intervenciones, además de tener algunas interacciones de buen componente emotivo con el personaje de Pugh.

Wyatt Russell sorprende en su regreso como John Walker, ya que logra brillar con luz propia de la manera que no logró hacerlo en la serie Falcon y el Soldado de Invierno (2021). En esta ocasión, vemos un esbozo más profundo de su personalidad, así como las secuelas que dejaron los eventos de la serie en su vida personal, dando lugar a un par de secuencias donde Russell se luce y muestra un rango dramático que no conocíamos hasta ahora. Hannah John-Kamen repite con solidez en el rol de Fantasma y mantiene su esencia misteriosa a la par de un carácter férreo y centrado.

Pero la verdadera sorpresa viene de la mano de Lewis Pullman como Sentry en una interpretación memorable que nos hace conectar con el personaje, luego temerle y al final empatizar de nuevo. Un delicado acto de funanbulismo actoral que Pullman supera con nota y promete grandes cosas para el futuro. En conjunto, la química de los actores funciona de maravilla y logran conformar un equipo orgánico, por el cual preocuparse y que obtienen por derecho propio el título de los Nuevos Vengadores. Es un alivio contar con este nuevo combo de héroes tan refrescante luego de un período donde el universo cinematográfico no prometía buenos tiempos con los descafeinados Eternos y los desiguales Jóvenes Vengadores. Por otra parte, las actrices Julia Louis-Dreyfuss y Geraldine Viswanathan están correctas en sus respectivos personajes, pero se ven opacadas por la energía brutal de sus compañeros de reparto y el componente antagónico de la villana interpretada por Dreyfuss pierde fuerza una vez que Sentry se convierte en Void.

Los aportes técnicos de Thunderbolts* son de primera línea y ayudan a recuperar el sentido de la maravilla dentro de la factoría marvelita. El diseño de producción de Grace Yun y la fotografía de Andrew Droz Palermo le dan un toque crudo y contemporáneo a la aventura de nuestros protagonistas con el uso de entornos urbanos como Utah y Kuala Lumpur para los escenarios de la historia, además de un importante trabajo en estudios para las secuencias rodadas en interiores y el empleo de una paleta de tonos grisáceos y negros principalmente para enmarcar las imágenes y plasmar con soltura la esencia oscura de la historia. La música de Son Lux posee una mezcla de composiciones que van desde las típicas fanfarrias de acción y apoteosis características de este tipo de cintas hasta unas melodías más interesantes que experimentan con los ambientes emocionales de la trama y acompañan las imágenes con elegancia, además de dotarlas de un ritmo especial. Algo que se ve complementado en el trabajo de edición de sonido que amplifica cada golpe, persecución o secuencia de riesgo con toques de intensidad y adrenalina.

Pero, sin lugar a dudas, los efectos especiales destacan con fuerza por su variedad y ejecución sobresaliente. Para el recuerdo quedan especialmente las secuencias donde Void cobra vida y convierte la ciudad en un mar de oscuridad, con una excelente puesta en escena y plasmación de las sombras y la confrontación final con una importante cantidad de retoques visuales y elementos digitales para hacer más creíble el escape del equipo entre los distintos traumas conjurados por la mente de Sentry. En materia de acción, Thunderbolts* cuenta con secuencias de impacto que no decepcionan y algunas permanecen en la memoria una vez finalizada la experiencia. Tal es el caso de la escena inicial donde Yelena se lanza desde lo alto del rascacielos Merdeka 118 en Kuala Lumpur y se enfrenta a un equipo de seguridad, con una coreografía impresionante que destaca por su puesta en escena y la inyección de adrenalina que supone como prólogo de la historia. Otro momento deslumbrante es la persecución en el desierto y la llegada de Bucky con un juego zigzagueante entre los vehículos que mantiene la tensión en toda la secuencia.

Es de alabar el esfuerzo en la dirección de Schreier para inyectarle una energía renovada a la fórmula tradicional de Marvel y darle un enfoque distintivo como parte de una visión autoral propia que tiene ideas más interesantes en mente que el simple entretenimiento pasajero.

En conclusión, Thunderbolts* es una vuelta de tuerca en el panorama actual de universos superheroicos gracias a su componente psicológico y el tono serio que se complementa a la perfección con la entrega de su reparto coral. Es entretenida, emotiva y renueva la esperanza en el futuro de Marvel. Recomendada.

Ficha técnica:

Thunderbolts* (2025)

  • Estados Unidos
  • Duración: 126 min.
  • Dirección: Jake Schreier
  • Guion: Eric Pearson, Joanna Calo
  • Música: Son Lux
  • Dirección de fotografía: Andrew Droz Palermo
  • Productora: Marvel Studios Distribuidora: Walt Disney Studios Motion Pictures
  • Género: Acción. Cine de superhéroes

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