Crítica de Una película de Minecraft (2025): reseña y opinión de la película
Puntuación ✪✪ (3/5)
Una película de Minecraft es una producción dirigida por Jared Hess, cineasta norteamericano conocido por su trabajo en cintas como Napoleón Dynamite (2004), Nacho Libre (2006) y Thelma la unicornio (2024).
El cine de Hess está anclado firmemente en el género de la comedia, con un tipo de humor absurdo y caricaturesco que impregna todas sus historias y constituyen la identidad de los personajes retratados. De esta manera, tenemos a figuras idiosincráticas como el adolescente nerd de Napoleón Dinamita o el luchador o el cura católico con afición por la lucha libre de Nacho Libre.
En esta oportunidad, Hess se adentra en el universo de Minecraft, el popular videojuego de construcción desarrollado por Mojang Studios que invita a los jugadores a poner en práctica la creatividad para armar diferentes estructuras a través del uso de bloques que a su vez representan una gran cantidad de elementos naturales con infinitas posibilidades. Un reparto talentoso, mucho humor y aventuras son algunos de los valores que componen Una Película de Minecraft. ¿Se trata de una propuesta satisfactoria?
En el mundo de Minecraft, la creatividad no sólo ayuda a crear, sino que es esencial para la supervivencia. Cuatro inadaptados -Garrett «El Basurero» Garrison (Momoa), Henry (Hansen), Natalie (Myers) y Dawn (Brooks)- se encuentran luchando con problemas ordinarios cuando de repente se ven arrastrados a través de un misterioso portal al Mundo Exterior: un extraño país de las maravillas cúbico que se nutre de la imaginación.

Cartel de la cinta
Para volver a casa, tendrán que dominar este mundo (y protegerlo de cosas malvadas como Piglins y Zombies, también) mientras se embarcan en una búsqueda mágica con un inesperado experto artesano, Steve (Black). Juntos, su aventura desafiará a los cinco a ser audaces y a volver a conectar con las cualidades que hacen que cada uno de ellos sea único y creativo… las mismas habilidades que necesitan para prosperar en el mundo real.
Una comedia ligera para toda la familia sin grandes pretensiones es lo que presenta Una película de Minecraft, amén de un divertimento para desconectar y pasárselo bien que supera la calidad dudosa de sus primeros avances.
Con sus aciertos y defectos, hay que rescatar el esfuerzo de Hess para introducirnos en el imaginario del juego con toda la fidelidad posible, lo cual logra en gran medida gracias a un diseño de producción atractivo y colorido por parte de Grant Major, que recrea los escenarios icónicos con mucha garra. Desde los bosques y montañas hasta las aldeas rústicas y las mansiones con motivos de champiñones que funcionan como refugios para nuestros protagonistas, cada elemento está cuidado con mucho mimo y esfuerzo en el nivel de atención al detalle que hará las delicias de los fanáticos del material de origen. Una proeza táctil que logra un balance adecuado entre lo artesano y lo digital para crear un mundo inmersivo en el que todos quisieran adentrarse. Por supuesto, este trabajo está amparado por un excelente apartado de efectos especiales que da vida a las diferentes criaturas del juego, otorgándoles un aspecto encantador a las abejas, alpacas y caninos, al igual que los adorables osos panda, mientras que los villanos arquetípicos como lo son los Piglins y los zombies poseen unos looks descacharrantes, con sus cuerpos cubícos de inspiración porcina en el caso de los primeros y los tonos verdosos con rasgos faciales ultra expresivos en el caso de los últimos.
Tráiler de Una película de Minecraft (2025)
Además, se aprecia un buen trabajo de CGI en el retoque de los entornos y el diseño de los orbes que dan la bienvenida a nuestros protagonistas en el Mundo Exterior. La fotografía de Enrique Chediak juega con una paleta de colores primarios para captar la imaginación de los espectadores, al igual que el vestuario y el estilismo de los personajes con sus tonos vibrantes que fácilmente pueden llamar la atención de los más pequeños de la casa. Por otro lado, la música de Mark Mothersbaugh destila una esencia de aventura vintage con sentido de la maravilla que impregna toda la producción.
Los variopintos personajes que pueblan la historia cuentan con el buen hacer de un elenco entrañable. Jack Black vuelve a confirmar su talento nato para la comedia con un rol que le permite resaltar su lado más desbocado con puntadas de humor constante, gags físicos y otra muestra de los dotes musicales que ya demostró en Escuela de Rock (2003) y Tenacious D: Dando la nota (2006). Siempre es una gozada verlo desmelenarse en pantalla grande.
Por otro lado, la actriz Danielle Brooks derrocha simpatía en su rol de aliada carismática y despreocupada, mientras que los talentos emergentes de los jóvenes Emma Myers y Sebastian Hansen están empleados al servicio de la historia, ya que logran construir unos personajes protagónicos sólidos con los cuales es fácil empatizar y encariñarse. Lo mismo sucede con la siempre hilarante Jennifer Coolidge, que se roba la pantalla con sus dotes cómicos aunque se encuentre sub utilizada por el escaso impacto de su personaje en la trama central como ya veremos en el desarrollo narrativo. También vale la pena destacar el trabajo vocal de Rachel House como Malgosha, la siniestra villana Piglin. El intérprete que desentona en el conjunto es Jason Momoa en el rol protagónico de «Garbage Man» al que le da una comicidad impostada en un intento por seguirle el paso a Black, pero carece del punch necesario para llevarlo a buen puerto, lo que resulta en una caricatura exagerada sin personalidad propia.
En lo relativo a la historia, Una película de Minecraft es bastante simple en su planteamiento, lo que supone el punto más débil de la propuesta. El guión escrito por Chris Bowman, Hubbel Palmer, Neil Widener, Gavin James y Chris Galletta traza una aventura dirigida hacia el público infantil con los elementos propios del género y una influencia de las producciones noventeras. Tenemos la búsqueda de un objetivo común dentro de un mundo de fantasía, los personajes estereotípicos como el perdedor bonachón con un talento desaprovechado, los hermanos adolescentes con trasfondos conflictivos, los secundarios estrafalarios como la directora de instituto y el pueblo americano de estilo retro que remite a las cintas de Amblin con su nostalgia cinéfila.
La odisea sigue al pie de la letra todos los elementos básicos sin presentar grandes sorpresas ni arriesgar en lo conceptual. La narración introductoria y el descubrimiento de los mundos de Minecraft por parte de Steve funciona de maravilla con una dinámica que pone de manifiesto las mecánicas del world-building de manera accesible para los espectadores que no estén familiarizados con el juego y el resto de la historia sigue un trayecto efectivo pero predecible que culmina con una confrontación decisiva entre los héroes y los antagonistas y un epílogo de felicidad que sienta las bases para una posible secuela. En el camino hay una sub-trama con el personaje de la directora que se siente desconectada de la misión central y sus escasas interacciones con el resto de los personajes no ayuda mucho a justificar su rol dentro de la historia, simplemente formando parte de una trama amorosa con un personaje extraviado del Mundo Exterior en apariciones puntuales, sin ningún efecto importante que reconduzca la narrativa hacia lugares más interesantes.
Las bazas positivas de este apartado son el uso de la comedia con una variedad de chistes y momentos de humor autoconsciente que no dan respiro y generan complicidad en los espectadores, provocando carcajadas genuinas a lo largo de la historia, que además cuenta con un ritmo veloz que la hace una experiencia entretenida. El mensaje que deja también es bastante afortunado, ya que impulsa a valorar la creatividad y la imaginación como herramientas para lograr metas y explotar los talentos ocultos que cada persona posee en su interior. Una enseñanza que no es novedosa pero se agradece por su pertinencia en los tiempos que corren y su valor imperecedero.
En conclusión, Una película de Minecraft es un pasatiempo ideal para disfrutar en familia y salir de la sala de cine con un buen sabor de boca. No es perfecta ni particularmente original, pero cumple gracias a sus divertidos personajes y llamativa puesta en escena.
Ficha técnica:
A Minecraft Movie (2025)
- Estados Unidos
- Duración: 100 min.
- Dirección: Jared Hess
- Guion: Chris Bowman , Hubbel Palmer, Neil Widener, Gavin James, Chris Galletta
- Música: Mark Mothersbaugh
- Dirección de fotografía: Enrique Chediak
- Productora: Warner Bros. Pictures, Legendary Pictures
- Distribuidora: Warner Bros. Pictures International España
- Género: Aventura. Comedia