Crítica de De naturaleza violenta (2024): reseña y opinión de la película
Maldita la rama que al tronco sale
Puntuación ½✪ (3,5/5)
Andrea M. Astola (@mariliendre_)
Hay ciertas normas que hay que seguir si quieres sobrevivir a un slasher. Por ejemplo, la primera: no puedes tener sexo. La segunda: ni bebas, ni tomes drogas. Son pecados, es una extensión de la primera. Y la última: nunca digas «enseguida vuelvo». Al menos estas reglas funcionaban hasta 1996, así lo advertía Randy Meeks en Scream.
Cuando nacieron los slashers, los Estados Unidos de los años 80 se mecían en el seno de Reagan. Sus monstruos se hicieron extensiones del mismo: entes sobrenaturales que castigaban a quienes cometían actos impuros. Incluso nos hicieron empatizar con ellos; muchas más personas se identificaban con Freddy Krueger que con Nancy Thompson (quien de la cual muchos ni siquiera recuerdan su nombre).
Los asesinos a veces eran niños ahogados que echaban de menos a su madre, a veces embebidos en su inocencia monstruosa por su herencia familiar, otras veces eran la personificación de la intervención divina, acompañados por tormentas que parecían decir que Dios estaba de su parte. Las víctimas, por otro lado, eran desechables. No conocemos ni su procedencia ni sus sueños, pero sin duda sí sus destinos: una muerte sangrienta causada por un arma blanca penetrante.

Cartel de la cinta
De una naturaleza violenta (2024) toma este mismo elemento narrativo, colocando el punto de vista en el asesino a tal nivel que parece un videojuego. El asesino, Johnny, sigue el patrón del asesino del slasher clásico: fisionomía monstruosa, algún tipo de inmortalidad, máscara, rostro irreconocible como humano, arma punzante. Y lo cierto es que sigue este patrón porque es un patrón que funciona.
La película sabe confeccionar un nuevo relato con las mismas herramientas que Craven y Carpenter, pero dejando un acabado distinto y refrescante. Desde una fotografía hiperestilizada a un tempo de «slow cinema», pero con el mismo gore gelatinoso, barroco y divertido que hicieron inmortales a los slashers, crea un curioso contraste que la convierte en una propuesta verdaderamente interesante para un subgénero que intenta renovarse a sí mismo con la llegada de cada nueva década. En su primera vuelta a la vida, en los 90, fue con el metacine de Scream; en los 2000 la abstracción del asesino en la muerte con Destino final y en los 2010 el pastiche de subgéneros de películas como Happy Death Day.
El renacimiento del slasher en la década de los 2020 ha venido de la mano de la nostalgia, con la trilogía de X o de Fear Street, hasta que ha entrado en escena De naturaleza violenta.
Tráiler de De naturaleza violenta (2024)
A partir de aquí puede contener spoliers
Es especialmente refrescante cómo el uso del tempo se contrapone a las necesidades narrativas del slasher, y sin embargo las hace efectivas de una forma distinta. Al colocar el punto de vista desde el asesino que ve a sus víctimas, elimina por completo el factor del suspense y del «jump scare». La película adquiere la propia tranquilidad de un bosque alejado de la civilización, y en lugar de remar a contracorriente, hace uso de ella misma para jugar a un juego distinto.
Hay un punto de la película en la que este eje cambia, y pasa al punto de vista del personaje que encarna a otro arquetipo directamente heredado de los 80: la final girl, la chica que vive. En 2024, la moral ha cambiado y ya no es la chica virgen la que sobrevive —ahora puede ser la que pertenece a la clase “menos alta”, como en Muerte, Muerte, Muerte (2023), pero ese es otro tema —. De naturaleza violenta no hace de la superviviente una heroína que tendrá que seguir enfrentándose al monstruo (como las final girls de las sagas originales; Halloween y Scream) ni otra futura asesina (como en la trilogía de X), sino que convierte la huida en algo tedioso y alargado, un punto muerto de espera que desafía el relato clásico de los «plot twists» y roza un nuevo tipo de new horror que gira alrededor de la ausencia, de la nada (como Skinamarink (2023) o we’re all going to the world’s fair (2021)).
En Scream se van nombrando distintas reglas para sobrevivir a una película de miedo. En Scream 3, una de las normas es la siguiente: «The past will come back to bite you in the ass. The past is not at rest.» Para De naturaleza violenta, más que una puñalada trapera o un lastre, el pasado es un pequeño empujón; sabe aprovechar lo que ha heredado y le confiere un olor a libro nuevo. Y, aunque bendita la rama que al tronco sale, el neoslasher necesitaba dejar de vivir en el pasado.
Ficha técnica:
In a Violent Nature (2024)
- Canadá
- Duración 94 min.
- Dirección: Chris Nash
- Guion: Chris Nash
- Dirección de fotografía: Pierce Derks
- Productora: Shudder, Low Sky Productions, Zygote Pictures. Distribuidora: Shudder
- Género: Terror, Slasher