Crítica de Los domingos (2025): reseña y opinión de la película

Puntuación ⭐⭐⭐⭐½ (4,5/5)

El difícil entendimiento de la pasión

El célebre crítico estadounidense Roger Ebert dijo en una ocasión:

“Para mí, las películas son como una máquina que genera empatía. Si es una gran película, te permite comprender un poco mejor cómo es ser de otro género, de otra raza, de otra edad, de otra clase económica, de otra nacionalidad, de otra profesión… cómo es tener diferentes esperanzas, aspiraciones, sueños y temores”.

Viene muy a colación recordar esta virtud del cine, más si cabe aún en tiempos donde, precisamente, el mundo parece carecer de dicha empatía.

En esa ardua tarea de tratar de entender realidades que a priori nos son ajenas, parece encontrarse constantemente el cine de Alauda Ruiz de Azúa, quien ha ahondado como nadie en distintos temas dentro de los vínculos intrafamiliares. Desde Cinco lobitos (2022), donde reflexionaba sobre los miedos y las complejidades de la maternidad, hasta recientemente con la maravillosa miniserie Querer (2024), en la que se atreve a tratar un tema tan peliagudo y a la vez tan al orden del día como es la violencia de género/sexual dentro del núcleo familiar.

Los domingos critica opiniones

Cartel de la cinta

Teniendo todavía el ámbito familiar como tema central, en esta ocasión nos presenta Los domingos (2025), un largometraje en el que una joven llamada Ainara medita seriamente en convertirse en una monja de clausura, con todos los prejuicios que una decisión como tal puede acarrear dentro de su familia. Es sin duda el proyecto más arriesgado de la directora hasta la fecha, en el que ha tenido el gran desafío de tener que entender algo tan abstracto como la fe religiosa, partiendo de la base de ser una persona laica y de no haber crecido en un ambiente religioso.

La película está protagonizada por la actriz debutante Blanca Soroa, acompañada de actores de la talla de Patricia López-Arnaiz, Nagore Aranburu o Miguel Garcés, entre otros. Los domingos (2025) forma parte de la Sección Oficial del Festival de Cine Internacional de San Sebastián de este año, donde la película competirá por alzarse con la Concha de Oro. Y a poco menos de un mes de su paso por San Sebastián, la cinta se estrenará en las salas de cine españolas el próximo 24 de octubre.

Entre Ozu y Renoir

Es muy evidenciable la evolución que está teniendo el cine de Alauda, tanto en lo que se refiere al plano formal como al narrativo. En Querer (2024) ya era muy palpable, pero quizás en Los domingos (2025) es incluso más notoria la depuración del estilo. Siempre me viene a la cabeza el cine de Ozu al ver los trabajos de Alauda, que cada vez se perfilan más a ese ascetismo tan propio del gran director japonés. No busca un efectismo o alarde técnico a la hora de planificar las distintas escenas, a la vez que brinda mucha libertad a los actores a la hora de moverse dentro del plano. Los coloca en el centro de la historia y pasa muy desapercibida la dirección, que es lo que distingue a un gran director de uno mediocre. De igual manera, es meticulosa como pocos realizadores en lo que respecta a las escenas que suceden en interiores, buscando desechar todo aquello que está de más como decía; algo que también le asemeja a esa manera de hacer cine que tenía Ozu.

Tráiler de Los domingos (2025)

A nivel de fondo, habría que mencionar a Koreeda, sobre todo el Koreeda de Still Walking (2008), pero probablemente en su concepción más intrínseca se vea más cercano al cine de Jean Renoir. También hay algo de Dreyer, más allá del tema del que trata la película, porque es tremendamente emotivo cómo consigue desde esa manera tan orgánica de trabajar tanto en la puesta en escena como en la dirección de los actores, esos pequeños milagros que acaba captando con la cámara. Solo hay que ver la escena que se da dentro de una iglesia donde el personaje de Ainara está rezando de manera desesperada en busca de una respuesta divina. La manera en la que se desarrolla esa escena y lo que consigue de ella es probablemente lo más asombroso que he visto de toda la filmografía de Alauda. Tremendo lo que logra, casi como de un milagro se tratase, nunca mejor dicho.

Una gran dirección de actores

En cuanto a las interpretaciones de la película, reseñar de primeras que ver a Patricia López-Arnaiz y a Nagore Aranburu compartiendo pantalla es un deleite absoluto, demostrando una vez más que son dos de las mejores actrices del panorama actual. Y de alguna forma, sus dos personajes representan esa contraposición con la que juega la película. Hay una escena en concreto entre ellas dos en el tercer acto que es demoledora, evidenciando por una parte el talento innato de las dos actrices y por otra lo bien que dirige a los actores Alauda Ruiz de Azúa.

Por otro lado, tenemos a Blanca Soroa en el papel protagonista, haciendo un trabajo más que elogiable. Es una interpretación que se trabaja más desde un plano intuitivo, dada la complejidad y distintos tonos que requería el personaje. Hace muy latente esas idas y venidas entre la desesperanza y el regocijo, de una manera muy natural y sin caer en algo melodramático. La fragilidad tan notoria del personaje de Ainara, Blanca ha sabido encarnarla a la perfección, demostrando el gran porvenir que tiene como actriz en el mundo del cine. Del mismo modo, es necesario reconocer el gran trabajo que hace Miguel Garcés en el papel de padre; un actor que ya había trabajado con la realizadora en Querer (2024) y que merece un mayor reconocimiento.

Plantear más preguntas que respuestas

Lo maravilloso de Los domingos (2025) es la manera en la que no intenta simplificar algo tan complejo entre los que son dueños de la verdad y los que no, intentando comprender las intenciones que mueven a cada uno de los personajes dentro de la historia. Consigues empatizar y que veamos las motivaciones de cada uno, sin querer dirigir al espectador hacia una postura en concreto. El personaje, por ejemplo, de Patricia López-Arnaiz se podría haber concebido como la salvadora que ayuda a que esta muchacha no arruine su vida metiéndose en un convento, pero a su vez lo está haciendo desde una mirada laica que no comprende ni entiende lo que puede significar la fe católica para el personaje de Ainara.

Lo mismo pasa con el papel de la monja a la que interpreta Nagore Aranburu, que fácilmente se podría haber mostrado en pantalla como la villana de la película. En cambio, lo que vemos es un retrato de lo más honesto sobre la figura que representa esta monja, a la hora de entender esa fe y esa llamada que ha tenido la protagonista.

En líneas generales, se podría decir que Los domingos (2025) es una película que nos habla de la necesidad del ser humano de creer en algo para sobrellevar las heridas que viene arrastrando en su vida; ya sea creer en la familia, en el trabajo o, en este caso, en Dios. Abraza esas contradicciones que habitan en todos nosotros, humanizando de esa forma a los personajes. Probablemente no vaya a tener la acogida que tuvo en su momento Cinco lobitos (2022), ni tampoco va a generar tanto debate como lo hizo Querer (2024), pero tengo la firme convicción de que con Los domingos (2025), Alauda Ruiz de Azúa nos ha regalado su mejor trabajo hasta la fecha.

Ficha técnica:

Los domingos (2025)

  • España
  • Duración 115 min.
  • Dirección: Alauda Ruiz de Azúa
  • Guion: Alauda Ruiz de Azúa
  • Dirección de fotografía: Bet Rourich
  • Productora: España-Francia; Buena Pinta Media, Colosé Producciones, Encanta Films, Sayaka Producciones, Movistar Plus+, Los Desencuentros Película AIE, Think Studio. Distribuidora: BTeam Pictures
  • Género: Drama

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