Crítica de Cómo entrenar a tu dragón (2025): reseña y opinión de la película

Otros aspectos como el vestuario y el departamento de maquillaje y peluquería también están plasmados con mucho estilo, ciñéndose al imaginario vikingo de la cinta animada y los diseños más recordados como el atuendo rojo de Astrid y la capa marrón de Estoico, además de la posticeria y la barba frondosa que lo caracteriza para recrear con fidelidad su aspecto rudimentario.

La música de John Powell recupera todas las composiciones de la cinta original y vuelve a crear un ambiente de magia con sus melodías orquestales de influencia celta y el sentido de la maravilla que siguen proporcionando temas como «Romantic Flight». Una pasada. Pero el apartado que más curiosidad despertaba en cuanto a su resultado final era el de los efectos especiales. Pues bien, no hay nada de que preocuparse ya que nos encontramos ante un trabajo soberbio donde la integración de los dragones en CGI con el entorno real funciona muy bien y da lugar a secuencias espectaculares, además de plasmar a Desdentao con su característico color negro, ojos verdes y un rostro de expresión feroz a primera vista, que luego se vuelve enternecedor a medida que avanza la historia.

El reparto de Cómo entrenar a tu dragón es sólido con Mason Thames dando vida a un Hipo de gran corazón y mucha incertidumbre, rasgos que el joven actor retrata con soltura, aportando un halo de ingenuidad y empatía que embona muy bien con su contraparte animado, llegando incluso a bordar muchos de los gestos característicos del icónico personaje.

Por otro lado, la actriz Nico Parker encarna a una Astrid de carácter aguerrido y gran determinación, con una actuación memorable que da muestra de su enorme potencial y talento que ya ha demostrado en otros proyectos, como la cinta Suncoast (2024) y su breve participación en la serie The Last of Us. Además, comparte una química tierna con Thames que hace orgánico el desarrollo de la relación entre los personajes. Nick Frost también hace un trabajo destacable como Bocón el Rudo, aprovechando sus dotes cómicas para arrancar unas cuantas carcajadas de los espectadores y aportar una presencia entrañable.

Otros actores que pasan con nota son Bronwyn James y Harry Trevaldwyn como los hilarantes gemelos Brutilda y Brutacio que poseen una cualidad de robaescenas en cada una de sus apariciones. El intérprete más irregular del conjunto es Gerard Butler quien aporta su imagen a Estoico luego de darle voz en la cinta animada y se coloca en un balance peculiar, con un trabajo que funciona en determinadas escenas mientras que en otras resulta demasiado caricaturesco y pasado de rosca con respecto a sus compañeros.

En el lado narrativo, Cómo entrenar a tu dragón vuelve a contar con la presencia de DeBlois en el guión, que se mantiene apegado a la estructura de la cinta original con nimias modificaciones y pocas sorpresas. Aunque esto puede decepcionar a quiénes busquen una propuesta renovada, lo cierto es que funciona muy bien gracias a la sensibilidad y la plasmación emotiva que DeBlois hace de su anterior trabajo. Se trata de una forma inteligente para introducir esta historia a una nueva generación de espectadores y reavivar la nostalgia entre los fanáticos de la original de una manera efectiva y sentida. Con el tono de una cinta de fantasía noventera al estilo de Corazón de Dragón (1996), una vez más se traza el viaje hacia la madurez de Hipo y su conexión especial con Desdentao en un ambiente donde los dragones son vistos como una amenaza y su caza activa es la actividad más importante de la aldea. La subversión de estos tropos narrativos junto a los mensajes de aceptación, superación personal y la búsqueda del valor vuelven a conducir el viaje de nuestro protagonista entre momentos de humor con sus irreverentes compañeros vikingos y pasajes oscuros que añaden un componente dramático más latente en esta oportunidad que en la animación. Algunos agregados como un par de secuencias extra en el campamento de entrenamiento vikingo y la recreación de los tramos más recordados de su predecesora culminan en el desenlace esperado que emocionará a los espectadores primerizos y volverá a fascinar a los acólitos de la historia base. Su triunfo definitivo.

En conclusión, Cómo entrenar a tu dragón es uno de los mejores remakes en acción real gracias a la sensibilidad con la que se adapta la esencia de la historia animada, el buen hacer de su reparto y el espectáculo visual que ofrece como propuesta veraniega para toda la familia. Ideal para ver en pantalla grande.