Crítica de Bala perdida (2025): reseña y opinión de la película
Puntuación ✪ (4/5)
Bala perdida es una producción dirigida por Darren Aronofsky, cineasta norteamericano conocido por su trabajo en producciones de lo más variopintas y reconocidas como Pi, fe en el caos (1997), Réquiem por un sueño (2000), El luchador (2008), Cisne negro (2010), ¡Madre! (2017) y La ballena (2022), entre otras.
El estilo cinematográfico de Aronofsky se caracteriza por presentar estudios de personajes sumamente oscuros y perturbadores, siempre en clave de thriller psicológico y terror, coqueteando en algunas ocasiones con la ciencia-ficción existencialista como es el caso de su divisiva epopeya La fuente de la vida (2006).
Con estos mimbres, Aronofsky ha logrado construir una carrera fascinante y ha ganado una base considerable de fanáticos por su visión radical y desafiante de los códigos cinematográficos, así como su singular propuesta de cine de autor.
Ahora llega a la cartelera Bala perdida, su nueva cinta que está inspirada en un libro del mismo título escrito por Charlie Huston y promete ser una mezcla vibrante de comedia negra con thriller de aroma iconoclasta, liderado por un reparto estelar. ¿Lo consigue?
Nueva York, años 90. Hank Thompson (Austin Butler) era un fenómeno del béisbol en el instituto que ya no puede seguir jugando, pero todo lo demás le va bien. Tiene una novia estupenda (Zoë Kravitz), es camarero en un antro en Nueva York y su equipo favorito está sorprendentemente luchando por el campeonato.

Cartel de la cinta
Cuando su vecino punky Russ (Matt Smith) le pide que cuide de su gato durante unos días, Hank se encuentra atrapado en medio de un variopinto grupo de gángsters amenazantes. Todos quieren algo de él; el problema es que él no sabe por qué.
Bala perdida supone un cambio de aires para Aronofsky, ya que en esta ocasión deja atrás la severidad y el foso psicológico de sus anteriores propuestas para entregar un recorrido desenfrenado por las caóticas calles de Nueva York en un nuevo estudio de personaje que abre espacio para el humor y el optimismo, aunque aún así contiene trazos de violencia y oscuridad, pero como ya veremos a lo largo de estas líneas en menor escala que su cine habitual.
La primera virtud que salta a la vista en Bala perdida es la espectacular actuación protagónica de Austin Butler como Hank, un personaje carismático e interesante al que es una gozada acompañar a lo largo de la historia. La entrega de Butler con su interpretación es total, tanto a nivel dramático como físico, ya que se trata de un rol que le exige estar en constante movimiento, con las distintas persecuciones que ocurren en la cinta y los mamporros que recibe el personaje. Sobresaliente.
También destaca la actriz Zoë Kravitz como Yvonne, la novia de Hank en una actuación magnética que rezuma personalidad y hace gala de una química impresionante con Butler. Aunque hay que resaltar que no es un rol co protagónico como se ha vendido en los trailers, ya que Kravitz posee un tiempo en pantalla limitado. Otros secundarios que dejan una buena impresión son la siempre excelente Regina King como la Detective Elise en una interpretación increíble de un personaje que posee intenciones nada fiables, un divertidísimo Matt Smith como el vecino punk de Hank, Liev Schreiber y Vincent D’Onofrio irreconocibles como un par de mafiosos judíos y Carol Kane en una aparición breve pero memorable como una tía judía.
Tráiler de Bala perdida (2025)
No se puede decir lo mismo de la aparición del cantante Bad Bunny en su rol de mafioso puertorriqueño, una colección de tics y expresiones faciales exageradas que resultan en una interpretación inenarrable. Por fortuna, su tiempo en pantalla es muy corto.
En cuanto a la historia, Huston adapta su libro para la gran pantalla en un guión que desprende energía y diversión desde sus primeros compases. En ellos asistimos a la historia de Hank, un ex beisbolista con pasado trágico que se gana la vida como camarero y lleva una vida apacible con su novia. La presentación de los personajes es efectiva, logrando que empaticemos de inmediato con ellos y su dinámica romántica es creíble, a la vez que deseamos saber más sobre ellos. Cuando un vecino deja a Hank a cargo de su gato, se desencadenan una serie de situaciones de lo más bizarras y alocadas que involucran a un grupo de mafiosos de distintas etnias y convierten a la cinta en un thriller de acción de lo más entretenido que no suelta la tensión en ningún momento y mantiene las pinceladas de humor negro de su inicio, en una mezcla de estilos que recuerdan a producciones de directores como Edgar Wright y Guy Ritchie.
Si bien es cierto que se trata de una historia más bien «light» en sus pretensiones y cede ante algunas conveniencias narrativas que no funcionan del todo, se trata de una aventura vibrante que toca temas como los azares del destino y la posibilidad de reinventarse tras una situación desafortunada, ofreciendo un toque más humanista que las anteriores propuestas de Aronofsky. Entre las numerosas secuencias de acción, los disparos y estallidos de violencia fortuitos, la historia emplea giros de tuerca sorprendentes y alocados que culminan en un enfrentamiento apoteósico para luego dar paso a un clímax satisfactorio y una escena post créditos que deja la puerta abierta a posibles secuelas, las cuales serían bienvenidas tomando en cuenta la tríada de libros que componen las aventuras literarias de Hank y el excelente resultado de esta primera entrega cinematográfica.
Los valores técnicos de Bala perdida son muchos, empezando por un diseño de producción que ambienta la ciudad de Nueva York en los años 90 con éxito, logrando una atmósfera urbana y sucia, algo a lo que también contribuye la estupenda fotografía de Matthew Libatique con sus esquemas de iluminación contrastantes entre los espacios luminosos y los rincones más sórdidos así como una paleta de colores que prioriza los tonos eléctricos y brillantes como los amarillos y naranjas.
El vestuario y el departamento de maquillaje y peluquería son claves para delimitar las caracterizaciones de los personajes y se aprecia el esfuerzo sobretodo en el personaje de Russ, con un Matt Smith transformado en una estampa de rebeldía punk con una cresta memorable. La música compuesta por Rob Simonsen y la banda británica Idles le inyectan adrenalina a los vaivenes narrativos, mientras que el diseño sonoro nos hace sentir cada disparo y choque como si estuviéramos junto a los personajes. Pero La joya de la corona es la edición de Andrew Weisblum que le aporta un ritmo desbocado a la cinta y rezuma vitalidad como pocas.
Con Bala perdida, Aronofsky demuestra que puede hacer una cinta de entretenimiento comercial sin perder su lado más artístico y es capaz de lograr que una persecución a través de calles mugrientas de paso a un escape hacia el paraíso tropical más idílico en el que un personaje al borde del colapso encuentre la redención. Una nueva era para el artífice de Réquiem por un sueño.
En conclusión, Bala perdida es un thriller trepidante que divierte y emociona con su chute de adrenalina constante, personajes irreverentes y la visión desprejuiciada de un cineasta en estado de gracia.
Ficha técnica:
Caught Stealing (2025)
- Estados Unidos
- Duración: 107 min.
- Dirección: Darren Aronofsky
- Guion: Charlie Huston
- Música: Rob Simonsen, Idles
- Dirección de fotografía: Matthew Libatique
- Productora: Columbia Pictures
- Distribuidora: Sony Pictures Releasing
- Género: Comedia. Thriller
