Crítica de Sound of falling (2025): reseña y opinión de la película

Puntuación ⭐⭐⭐⭐⭐ (5/5)

El sentido etéreo de la tragedia

Ha sido, ni más ni menos, que la primera película que ha hecho acto de presencia en esta 78.ª edición del Festival de Cannes la que nos ha impactado y desconcertado a partes iguales; una segunda cinta que ha generado división de opiniones dentro de la crítica aquí presente, como no podía ser de otra manera en Cannes.

Sound of Falling (2025) es el segundo largometraje de la cineasta alemana Mascha Schilinski, que cuenta la historia de cuatro generaciones de campesinos a lo largo de un siglo en Alemania. Una película que nos habla de la herencia de lo trágico, en una forma ciertamente fantasmagórica y macabra. Dark Blue Girl (2017) fue su ópera prima como directora, la cual pasó bastante desapercibida durante el Festival de Cine de Berlín de aquel año, donde contaba con Helena Zengel en el papel protagonista.

Antes de entrar en detalle con la película, me gustaría dejar claro, desde el principio, que son este tipo de obras las que hacen a uno peregrinar a los festivales de cine. Películas que asumen riesgos, pese a que puedan estar destinadas a ser imperfectas e incomprendidas por el gran público. En un cine cada vez más ortodoxo, y en el que se tiende a ofrecer justamente lo que se espera de él, admiro y agradezco que haya cineastas que se atrevan a ofrecer una mirada distinta y subversiva.

Sound of Falling opiniones critica

Cartel de la cinta

La película está protagonizada por Luise Heyer, Lena Urzendowsky, Lea Drinda, Hanna Heckt, Laeni Geiseler y Florian Geißelmann, entre muchos otros. Sound of Falling (2025) se presentó en la Competición Oficial del Festival de Cannes este pasado miércoles, 14 de mayo. Aún no cuenta con distribución en España, pero estoy seguro de que será una película que podremos disfrutar en las salas de cine españolas más pronto que tarde.

La vuelta del cine trascendental

Alguien dijo, en una ocasión, con motivo de la invención del cinematógrafo por parte de los hermanos Lumière, que con dicho invento “el ser humano había conseguido que la muerte dejase de ser algo absoluto”; algo que parece tener muy presente Mascha Schilinski a la hora de entremezclar y dar forma a todas estas historias, donde el dolor, la culpa y la vergüenza se sienten verdaderamente palpables.

Optando por una narrativa que, en el transcurso de la cinta, resulta críptica, la directora alemana esculpe en el tiempo todo el dolor que sigue cargando la Alemania rural que retrata en Sound of Falling (2025). No se trata tanto de construir la historia con el fin de que tenga un sentido claro y en el que se evadan por completo las propias contradicciones a las que se somete, sino de encapsular una experiencia cinematográfica sin igual.

Tráiler de Sound of falling (2025)

Es notoria la influencia de algunos predecesores de sombra alargada, siendo Andréi Tarkovski el más claro de todos. Pero también tiene ciertos manierismos del cine de Dreyer o de Terrence Malick, llevados a un terreno mucho más perturbador y rozando el límite que estos dos directores no alcanzan. Tiene una profunda mirada pictórica a la hora de componer los planos, con una virtuosísima dirección de fotografía de Fabian Gamper.

La mirada cruel de Dios

Desde el prisma desde el que se construye narrativamente Sound of Falling (2025), se siente totalmente rompedor, con un uso del montaje que hace que resonemos al unísono con los personajes y sus desventuras. La exploración identitaria de la mujer también es algo muy presente a lo largo de la cinta, que no solo se lleva a términos trascendentales, sino que, del mismo modo, adquiere una relevancia política.

Y, como no podía ser de otra forma, y siendo justos con su título, el sonido tiene una gran importancia, e incluso sirve para trazar la pulsión dramática que se va desencadenando. No podría entenderse ni sentirse esta película sin el trabajo de sonido que hay detrás, al que uno sucumbe de manera devastadora a lo largo de esta experiencia litúrgica.

La elección de planos y la manera en la que la cámara habita los distintos espacios también es reveladora, mostrando que hay una intención muy precisa y deliberada a la hora de llevarnos por distintos recovecos. Casi siempre se hace uso de planos muy picados y de planos cenitales, enfatizando esa mirada trascendental desde la que la historia está comprendida. Incluso el uso de la voz en off, que va variando de un personaje a otro, consigue darle un punto novedoso, que está al servicio de la historia y no como simple altanería introducida por el inflado ego de la directora.

Conclusión

Sound of Falling (2025) es una obra exigente, que se excede por momentos en su formalidad narrativa, pero que se siente como una experiencia cinematográfica que abraza ese cine trascendental que parecía haber quedado en el olvido. Un testimonio atronador de la tragedia heredada a lo largo del tiempo, en el que, de manera pictórica y con una perversidad tremenda, se consigue trazar algo sumamente especial. Pronto para decir algo así, pero me aventuro a afirmar que esta película tiene serias opciones de alzarse con la Palma de Oro. Pase lo que pase, estamos ante uno de los títulos más importantes de esta temporada de festivales.

Ficha técnica:

In die Sonne schauen (2025)

  • Alemania
  • Duración 149 min.
  • Dirección: Mascha Schilinski
  • Guion: Louise Peter, Mascha Schilinski
  • Música: Michael Fiedler, Eike Hosenfeld
  • Dirección de fotografía: Fabian Gamper
  • Productora: Studio Zentral, ZDF Studios
  • Género: Drama

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