Crítica de Paddington: Aventura en la selva (2024): reseña y opinión de la película

Puntuación ⭐⭐⭐⭐✪ (4/5)

Paddington en Perú (Paddington: Aventura en la selva en España) es una producción dirigida por Dougal Wilson, cineasta británico que posee una experiencia considerable en el mundo audiovisual como director de comerciales y videoclips.

Tras dirigir algunos cortometrajes, Wilson hace su debut cinematográfico con Paddington en Perú, la nueva entrega de la franquicia basada en los libros infantiles de Michael Bond. El icónico oso amante de la mermelada tuvo su primera aventura cinematográfica en el año 2014 con una cinta dirigida por el cineasta Paul King que obtuvo un recibimiento entusiasta por parte de la crítica especializada y el público general, con un énfasis especial en su humor desenfadado y su capacidad para hilar un entretenimiento sofisticado que apelara tanto a niños como adultos.

Esto dio lugar a Paddington 2, secuela que llegó en el año 2019 y también generó críticas extremadamente positivas, llegando incluso a ser catalogada como una cinta superior a su predecesora.

Ahora es el turno de hablar sobre Paddington: Aventura en la selva, donde Wilson recoge el testigo de King para aportar su visión particular a la franquicia, al mismo tiempo que busca mantener la esencia que la caracteriza. ¿Logra su cometido?

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Cartel de la cinta

Paddington (Ben Whishaw) y la familia Brown visitan a la tía Lucy en Perú, pero un misterio los envía a la selva amazónica y a las montañas peruanas.

Divertida y encantadora, Paddington en Perú es una sorprendente aventura familiar que reúne algunos de los mejores elementos de la franquicia y mantiene la diversión intacta mientras el personaje titular se adentra en las selvas peruanas con una galería de aliados y enemigos irreverentes que hacen la travesía más juguetona y esconden varias sorpresas.

Precisamente, el talentoso elenco de Paddington en Perú es una de sus grandes virtudes, ya que contamos con el regreso de caras conocidas en la franquicia como Hugh Bonneville en el rol del hilarante Sr Brown, Julie Walters como la excéntrica pero adorable Sra Bird y el excelente trabajo vocal de Ben Whishaw como el tierno y atolondrado oso Paddington. Entre las nuevas incorporaciones, tenemos a la actriz Emily Mortimer que reemplaza a Sally Hawkins en el rol de la Sra Brown, aportándole mucho carisma y una pizca de emotividad a este personaje, mientras que el actor Antonio Banderas interpreta a Hunter Cabot, uno de los antagonistas de la historia y sus diversos antepasados, pero se configura como el punto débil del conjunto con una actuación plana que intenta generar la risa cómplice del espectador a través de un humor caricaturesco. El problema es que termina por sentirse forzado en casi todas sus intervenciones.

Por el contrario, la sorpresa más agradable del reparto es Olivia Colman en el rol de la Madre Reverenda, una monja de apariencia carismática que esconde motivaciones dudosas. Colman se roba la atención del espectador en cada una de sus apariciones, dotando a su personaje de una vena cómica maliciosa y una personalidad arrolladora que vuelve a dar prueba de su habilidad para convertir cualquier rol en oro. Además, nos regala un sensacional número musical donde parodia a la Julie Andrews de Sonrisas y Lágrimas (1965) con una energía desenfrenada.

La aventura amazónica de Paddington no busca replicar la estructura vista en las anteriores entregas, y eso queda claro en el guión escrito por Mark Burton, Jon Foster y James Lamont. Un elemento que hizo triunfar a sus predecesoras fue la habilidad de combinar temas emotivos y maduros con la diversión esperada de una cinta infantil; al fin y al cabo, la historia de Paddington es una metáfora clara sobre la inmigración y el proceso de adaptación a un lugar desconocido, con todos los tejemanejes que eso conlleva. En esta ocasión, la esencia de esa línea argumental sigue allí pero se ha disminuido considerablemente la carga filosófica, lo que le resta profundidad a la historia. Afortunadamente, el equipo de guionistas compensa esa carencia al potenciar el humor al máximo y entregar una odisea descacharrante que rememora a los Monty Python con una vis sarcástica muy propia del cine británico y un homenaje a los grandes clásicos de aventuras selváticas como Indiana Jones: en busca del arca perdida (1981) y Fitzcarraldo (1982).

Tráiler de Paddington en Perú (2024)

Desde su primera secuencia, donde asistimos a un flashback de la infancia de Paddington y descubrimos cómo llegó a la vida de la Tía Lucy, se cuecen las primeras pistas de la aventura central. El salto a la actualidad nos lleva a Londres con nuestro personaje cada vez más integrado en la rutina de la idílica comunidad de Windsor Gardens, mientras que la familia Brown se halla en una encrucijada con ciertas incertidumbres del futuro que les aguarda a sus integrantes en los ámbitos académicos y profesionales. Una vez más, contamos con la radiografía doméstica de estos personajes a través de una óptica auténtica y empática que funciona muy bien y puede generar identificación en los espectadores adultos y juveniles por igual. En medio de este conflicto, Paddington recibe una carta proveniente de Perú sobre el extraño comportamiento de su tía en la Residencia para Osos Retirados.

Este elemento impulsa a nuestro protagonista a realizar un viaje a su tierra natal y descubrir la razón de la misiva. Algo que también brinda la oportunidad para que la familia Brown vuelva a estrechar lazos duraderos. La llegada a Perú viene acompañada de la introducción de la misteriosa Reverenda Madre y una extraña desaparición que conduce a los personajes a los rincones más recónditos de la selva en busca de un tesoro legendario. De ahí en adelante, se desarrolla una aventura de corte clásico, con una serie de contratiempos y encuentros fortuitos que suceden a un ritmo enérgico y combinan elementos interesantes de la cultura latinoamericana, así como agregados mitológicos muy reconocibles, en este caso la leyenda de la ciudad El Dorado, lo que forma un lore sólido e ideal para que los espectadores infantiles se interesen por las historias de exploración. También se entrelazan mensajes positivos como la importancia de la familia y el auto-descubrimiento, a la par que Paddington comienza a desentrañar los enigmas de su origen.

Todo esto nos lleva a un desenlace donde supuestos aliados se revelan como enemigos y nuestro protagonista completa el círculo de sus viajes interiores y exteriores, descubriendo el significado de lo que es el verdadero hogar con una dosis satisfactoria de ternura y emotividad. Una reflexión importante que aterriza con buen pie. Al igual que en sus entregas previas, Paddington en Perú cuenta con un apartado técnico de altura.

El diseño de producción a cargo de Andy Kelly nos lleva desde el hogar de los Brown en el cálido suburbio de Windsor Gardens con el modelo a escala de la vivienda que nos ofrece una perspectiva más íntima de la vida de cada miembro de la familia hasta las selvas de Perú con una plasmación colorista de escenarios asombrosos, entre los que destacan las ruinas incas y la Residencia para Osos Retirados con su diseño boscoso y «cuartos ocultos». También hay que destacar un buen trabajo de locaciones en Inglaterra, Colombia y Perú para dar vida a estos impresionantes ambientes.

La fotografía de Erik Wilson vuelve a tomar como referencia la paleta de colores pasteles del cine de Wes Anderson para las secuencias ambientadas en el hogar de los Brown, para luego virar hacia el verde y el marrón en las secuencias de Perú, con grandes planos generales que le sacan partido a los espectaculares paisajes y pueblos retratados. También destacan los vertiginosos movimientos de cámara empleados en la secuencia musical de la Madre Superiora.

El vestuario de Charlotte Walter presenta atuendos vistosos como el icónico abrigo azul de Paddington con su sombrero rojo y la túnica de la Madre Superiora mientras que la música de Dario Marianelli potencia la esencia aventurera de la historia a través de melodías emocionantes deudoras de las producciones de los 80 con un sentido nostálgico de la maravilla.

El departamento de efectos especiales vuelve a brillar con el diseño peludo y táctil de Paddington, con un trabajo sobresaliente para animar sus expresiones y aportar ese toque de dulzura que lo caracteriza. Pero esta vez hay una variedad de efectos notable con los demás osos que pueblan la residencia en Perú y las diferentes criaturas de la selva, como las características llamas que aparecen en una escena clave de la historia.

En conclusión, Paddington en Perú es una secuela notable que ofrece grandes dosis de comedia y aventura para todos los públicos. No llega a ser una propuesta redonda como las anteriores entregas, pero aún así destaca por méritos propios. La interpretación de Olivia Colman es imperdible.

Ficha técnica:

Paddington in Peru: Lost in The Jungle (2024)

  • Reino Unido
  • Duración: 106 min.
  • Dirección: Dougal Wilson
  • Guión: Mark Burton, Jon Foster y James Lamont
  • Música: Dario Marianelli
  • Dirección de fotografía: Erik Wilson
  • Productora: StudioCanal, Columbia Pictures
  • Género: Comedia. Aventura

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