Crítica de La semilla de la higuera sagrada (2024): reseña y opinión de la película

Un retrato íntimo de un sistema opresivo

Puntuación ⭐⭐⭐⭐½ (4,5/5)

El cine iraní ha demostrado, a lo largo de los años, una capacidad única para explorar con profundidad los conflictos humanos bajo un velo de sencillez narrativa. La semilla de la higuera sagrada, dirigida por Mohammad Rasoulof, continúa esta tradición, pero con una mordaz relevancia contemporánea. En este drama político cargado de simbolismo, Rasoulof utiliza una narrativa familiar para exponer las tensiones éticas y personales que emergen de un sistema político opresivo.

La trama sigue a Iman, un juez de instrucción recientemente ascendido, que enfrenta el dilema ético de firmar sentencias de muerte como parte de su trabajo. La desaparición de su pistola, símbolo del poder estatal otorgado a él, desata una serie de eventos que alteran la frágil dinámica de su familia. Este núcleo familiar, compuesto por su esposa y dos hijas adolescentes, se convierte en un microcosmos de las luchas más amplias en la sociedad iraní: la opresión del patriarcado, la resistencia juvenil y el desmoronamiento de la confianza bajo un estado de vigilancia.

Un drama íntimo, pero universal

A primera vista, la película puede parecer una simple historia sobre una familia en crisis, pero la riqueza de su narrativa radica en cómo Rasoulof teje sutilmente las tensiones políticas dentro del tejido de la vida cotidiana.

La semilla de la higuera sagrada criticas y opiniones

Cartel de la cinta

La pistola desaparecida es más que un objeto perdido; es una representación del poder y del miedo que impregna las instituciones. Para Iman, la pistola simboliza su rol como agente del Estado, un rol que comienza a erosionar su propia humanidad. Para su familia, representa la constante amenaza de violencia y control que condiciona sus vidas. La casa familiar, un espacio cerrado y sombrío, actúa como metáfora de Irán bajo el régimen teocrático. Las paredes parecen encerrar tanto como proteger, y las discusiones entre los miembros de la familia resuenan con ecos de una nación dividida. Rasoulof utiliza la arquitectura del hogar con maestría: las sombras, los espacios estrechos y los silencios prolongados amplifican la sensación de claustrofobia y aislamiento.

Actuaciones que transmiten la opresión sin palabras

El elenco, liderado por Missagh Zareh como Iman y Soheila Golestani como su esposa, entrega interpretaciones profundamente conmovedoras. Zareh retrata a un hombre dividido entre el deber y la culpa, cuyo rostro endurecido revela el peso de sus elecciones. Golestani, por su parte, aporta una vulnerabilidad conmovedora a su papel, expresando la silenciosa resistencia de una mujer que lucha por mantener unida a su familia mientras la autoridad de su esposo se tambalea. Las hijas, interpretadas por actrices jóvenes pero talentosas, son especialmente memorables. Sus personajes, representando a la generación más joven de Irán, son conscientes de las injusticias que las rodean, pero su capacidad de acción está limitada por el control familiar y estatal. Una escena en particular, donde la hija mayor confronta a su padre sobre su papel en el sistema judicial, captura de manera desgarradora el choque entre generaciones y visiones del mundo.

Tráiler de La semilla de la higuera sagrada (2024)

Una alegoría poderosa: La higuera sagrada

El título de la película, La semilla de la higuera sagrada, no es solo una referencia poética, sino un símbolo central de la historia. En la tradición persa, la higuera sagrada representa la conexión entre lo terrenal y lo divino, pero aquí también adquiere un significado siniestro. Rasoulof compara el crecimiento parasitario de esta planta con la manera en que un régimen autoritario se infiltra y corrompe las relaciones humanas más íntimas.

La higuera no solo representa la opresión, sino también la resistencia. Aunque parasitaria, es una planta que crece incluso en las condiciones más adversas. Este doble simbolismo sugiere que, a pesar de la asfixia del sistema, siempre hay espacio para la vida y la renovación.

Tensiones políticas que resuenan globalmente

Uno de los aspectos más notables de la película es cómo logra hablar sobre la política iraní sin necesidad de mostrar protestas masivas o escenas explícitas de represión. Rasoulof, conocido por sus enfrentamientos con las autoridades iraníes, emplea un enfoque sutil, pero no por ello menos contundente. Las tensiones políticas son omnipresentes, pero se filtran a través de las interacciones familiares, los susurros en las habitaciones cerradas y los momentos de silencio cargados de significado. La atmósfera opresiva de la película resuena con los recientes acontecimientos en Irán, especialmente las protestas lideradas por mujeres tras la muerte de Mahsa Amini. Aunque no se menciona directamente, el espíritu de estas luchas impregna cada fotograma. Las hijas de Iman encarnan ese deseo de libertad y cambio, chocando contra un sistema que las percibe como amenazas.

Un cine visualmente envolvente

La dirección de fotografía de la película es otro de sus puntos fuertes. Los encuadres cerrados y las tonalidades grises transmiten una sensación constante de encierro y desesperanza. Sin embargo, hay momentos de belleza, especialmente en las escenas exteriores donde la naturaleza parece ofrecer un respiro temporal de las tensiones internas. La banda sonora también merece mención. Las canciones prerrevolucionarias interpretadas por voces femeninas, prohibidas en la actualidad, refuerzan el contraste entre un pasado de esperanza y un presente de censura. Estas canciones no solo enriquecen la experiencia emocional de la película, sino que también funcionan como actos de resistencia en sí mismos.

Conclusión

La semilla de la higuera sagrada es más que una película; es una declaración de principios. Rasoulof no solo critica a un sistema opresivo, sino que también ofrece un homenaje a quienes luchan por la libertad, incluso en las circunstancias más adversas. Con una narrativa íntima, actuaciones impecables y un simbolismo profundo, la película se convierte en una obra imprescindible para quienes buscan entender las complejidades de la resistencia humana frente a la opresión. A pesar de su ritmo pausado y algunos momentos de repetición narrativa, La semilla de la higuera sagrada deja una impresión duradera. Es un recordatorio de que, incluso en los contextos más oscuros, las semillas de la esperanza y el cambio pueden encontrar terreno para crecer.

Ficha técnica:

The Seed of the Sacred Fig(2024)

  • Alemania
  • Duración 168 min.
  • Dirección: Mohammad Rasoulof
  • Guion: Mohammad Rasoulof
  • Música: Karzan Mahmood
  • Dirección de fotografía: Pouyan Aghababayi
  • Productora: Coproducción Alemania-Irán-Francia; Run Way Pictures, Parallel 45, arte France Cinéma, Parallel45, Filmförderung Hamburg Schleswig-Holstein, L’Aide aux Cinémas du Monde, Moin Films
  • Género: Drama. Intriga

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