Crítica de La noche que Logan despertó (2023): reseña y opinión

Un elenco formidable

Algo en lo que Dolan también es magistral y que no se suele resaltar tanto, es su gran capacidad para dirigir actores. Consigue sacar lo mejor de cada uno, incluso con la complejidad que en esta serie acarrea, en la que hay tantos personajes coprotagonistas. Todos acaban resultando muy singulares, acaparando el interés del público en cada instante. No soy conocedor de lo que pasa en la obra teatral en la que basa esta adaptación, pero al menos en la serie hay un gran equilibrio a nivel de presencia de cada personaje, siendo muy coreográfica la manera que tienen los actores de moverse dentro de cada plano cinematográfico.

Indudablemente, Anne Dorval es una de las que más destacan y las que más carisma derrochan, siendo una habitual en el cine de Dolan. Su presencia y su capacidad para ahondar en distintos registros son hipnóticas, elevando cada escena en la que irrumpe su personaje.

El propio Dolan también está genial a nivel actoral, interpretando un personaje tremendamente complejo, de muchas idas y venidas. Al igual que nos lo deja ver como realizador de la serie, también lo demuestra cuando le toca sacar su lado actoral, entregándose al cien por cien, al punto de verte conmovido por lo predispuesto que está de sacrificarse en favor de la obra. No obstante y siendo justos, todos brillan a nivel interpretativo, siendo una serie en la que las propias interpretaciones son uno de sus grandes puntos fuertes.

El problema de los flashbacks

Lo que me chirría un poco de La noche que Logan despertó, es la construcción narrativa que presenta. Entiendo las razones por las que nos la presenta así, pero por momentos acaba siendo un tanto confusa para el espectador, sobre todo en su comienzo. Lo dota de vigor y de importancia, pero por momentos sientes que el ritmo se ve ralentizado y que el uso desmedido de flashbacks desgata un poco a la historia.

Con ello no quiero decir que estemos ante algo tremendamente garrafal, que haga que la serie caiga en algo fallido, pero sí es algo que puede que haya hecho que no estemos ante una serie absolutamente magistral, pese a que como he venido diciendo a lo largo de toda esta crítica, tiene muchísimas virtudes a destacar.

Al final, estamos hablando de una producción de alguien tan prolífico como Xavier Dolan, por lo que es muy anómalo encontrarnos ante algo que nos suscite indiferencia o que acabe siendo un desastre estrepitoso. La sensación general es muy positiva, pero al ser exigente con un realizador de la talla de Dolan, era justo evidenciar que la construcción narrativa es algo que no convence tanto; algo de lo que ya que de por sí, era difícil llevarlo al formato de serie.

Conclusión

La noche que Logan despertó, sigue evidenciando la maestría de Xavier Dolan, a la hora de construir atmósferas singulares e hipnóticas. Pese a ser una serie, a nivel formal es una serie tremendamente cinematográfica y que consigue ser toda una experiencia inmersiva para el espectador. Es desoladora, incómoda y adictiva, ahondando en las problemáticas familiares; un tema que ha sido recurrente en la obra de Xavier Dolan desde sus comienzos. Cuenta con unas interpretaciones muy sólidas y con una construcción de los personajes muy poliédrica y compleja, lo que la dota de una profundidad significativa.

El problema que tiene la serie, es la dificultad con la que ya parte desde un inicio, a nivel de construcción narrativa. El uso desmedido de los flashbacks, hace que por momentos la serie se vea desinflada, pero aun así nos encontramos ante una serie que merece muchísimo la pena ver.