Crítica de Here (Aquí) (2024): reseña y opinión de la película
Puntuación ✪✪ (3/5)
Durante su larga carrera, Robert Zemeckis ha demostrado ser un cineasta dispuesto a explorar nuevas tecnologías en sus películas. Desde el uso de CGI y motion capture en El expreso polar (2004), la animación live-action de ¿Quién engañó a Roger Rabbit? (1988) hasta el rejuvenecimiento digital de sus actores en Here (Aquí), cinta basada en la novela gráfica de 2014 de Richard McGuire. La película consiste en colocar la cámara en un plano general para ilustrar los eventos que ocurren dentro de una sala de estar a lo largo de la historia, utilizando marcos dentro del encuadre para hacer transiciones entre momentos.
Aunque el concepto de la película podría recordar a Una paloma se posó en una rama a reflexionar sobre la existencia (2014) o Canciones del segundo piso (2000), del cineasta sueco Roy Andersson, quien ha manejado magistralmente la narración cinematográfica mediante un plano fijo durante años, lo que busca Zemeckis en Here tiene una propuesta más americana y está más relacionado con los otros trabajos que ha realizado a lo largo de sus 72 años.
La historia sigue los eventos en la vida de una pareja protagonizada por Tom Hanks y Robin Wright, quienes se reúnen nuevamente con Zemeckis años después del éxito de Forrest Gump (1994), en un viaje sobre el paso del tiempo y el amor humano. A lo largo de la película, Zemeckis no ofrece descanso visual, pues cada escena ubicada en la sala de estar es interrumpida por marcos dentro del plano que relatan otros eventos históricos, desde la prehistoria hasta la Independencia Americana, pasando por la llegada del COVID-19 en 2020.
Cartel de la cinta
Estas transiciones no solo sirven para situarnos en distintos momentos históricos, sino que también marcan la evolución de los personajes y sus relaciones con el paso del tiempo. El cineasta utiliza estos marcos para reflejar momentos clave que nos acercan a la vida de la pareja protagonista, otra familia en los años 20, la comunidad de unos nativos americanos y además, una familia afroamericana moderna. A pesar de estar en distintos espacios y tiempos, todos comparten un mismo universo dentro de una casa. En un ejemplo claro, hay una escena ambientada en 1980 con música de la época, pero sobre ella se abre un cuadro que muestra una chimenea o la televisión de otro período. Zemeckis crea un experimento fascinante en los aspectos técnicos y, sin duda, lo hace con una comprensión de las infinitas imágenes que hoy circulan en nuestra sociedad, donde percibimos numerosos estímulos a través de redes sociales, plataformas de streaming y más.
El problema de Here es que Zemeckis recurre a un excesivo sentimentalismo que resulta tramposo y a la vez muy cursi. Elementos como los nativos americanos y la familia afroamericana parece recibir poco interés por parte del cineasta, a pesar de sus intentos por disimularlo. Su obsesión por dramatizar la pérdida de familiares y los diálogos melodramáticos, que exageran las enfermedades, tristezas y melancolías de los personajes, hace que la película se vuelva superficial en cuanto a los temas que aborda. Por ejemplo, el tratamiento del racismo en la época moderna, a través de una conversación entre padres e hijo, es tan breve y poco sensible que refleja el escaso interés de Zemeckis por las cuestiones sociales y políticas, centrándose únicamente en exhibir el abanico actoral de sus protagonistas.
Tráiler de Here (2024)
Tampoco estamos ante el mejor trabajo de Tom Hanks y Robin Wright, quienes tienen una tremenda química en pantalla, lo que sorprende dado que no han trabajado juntos en más películas. Sin embargo, en ocasiones, su rejuvenecimiento digital resulta desconcertante, ya que sus rostros, excesivamente limpios y pulidos, se alejan de lo humano y realista que podrían transmitir sus interpretaciones. El trabajo de CGI no está ni cerca de lo que vimos en El expreso polar o Bienvenidos a Marwen (2018) de Zemeckis, pero sí recuerda a los momentos más desconcertantes de El irlandés (2019) de Martin Scorsese, con las versiones rejuvenecidas de Robert De Niro y Joe Pesci. Fuera de estos detalles técnicos, los actores, tanto el dúo protagonista como Paul Bettany y Kelly Reilly, realizan un trabajo actoral que hace todo lo posible por escapar del poco desarrollado guion y la escasa libertad que tienen dentro del plano fijo. En la puesta en escena, el reparto está posicionado de manera que el espectador pueda observar ciertos objetos o eventos, pero no para expresar emociones genuinas. En lugar de profundizar sus sentimientos, los personajes parecen atrapados en una representación mecánica, poco fluida, alejada del aspecto humano, dejando de lado la espontaneidad que solían tener las películas de Zemeckis.
A lo largo de la cinta, vemos distintas “viñetas” que muestran celebraciones de cumpleaños, bodas, funerales, así como invenciones de artefactos que funcionarán en el futuro, lo que da lugar a escenas breves y de corta duración. La ambición de Zemeckis por abordar tantos eventos históricos me hace preguntarme si está intentando emular la narrativa de El árbol de la vida de Terrence Malick, pero sin tomarse el tiempo para explorar verdaderamente el dolor y la tristeza de sus personajes frente al paso del tiempo. En lugar de profundizar en estas emociones, Zemeckis recurre a la excesiva literalidad de sus diálogos, donde los personajes repiten constantemente frases como «Aquí vivimos«, «Cómo ha pasado el tiempo» o «El tiempo se esfuma«, entre otras similares. Aunque el cine de Zemeckis nunca se ha caracterizado por una profunda introspección, resulta desafortunado que no logre recuperar al menos una parte de la esencia humana que impregnaba obras previas como Volver al futuro o Náufrago.
Al final, Here (Aquí) es una recopilación de fragmentos sobre el paso de la humanidad, pero sin detenerse a reflexionar o profundizar más allá de lo que muestran sus imágenes. Fuera de los típicos tópicos sobre enfermedades terminales o la muerte de un ser querido, la película nunca logra capturar la verdadera complejidad de la vida humana. La mirada de Zemeckis, filmada en un solo plano, resulta en esta ocasión tan distante y conflictiva en su puesta en escena que no logra emocionar como lo ha hecho su contemporáneo Roy Andersson. Aunque podría ser el mejor trabajo del cineasta en los últimos años, tras la manufactura del remake de Las brujas (2020) y el live-action de Pinocho (2022), aún se siente la ausencia de la energía y el entusiasmo que caracterizaban sus películas anteriores, centradas en la aventura y el placer de vivir.
Ficha técnica:
Here (2024)
- Estados Unidos
- Duración: 118 min.
- Dirección: Robert Zemeckis
- Guion: Eric Roth, Robert Zemeckis. Novela gráfica: Richard McGuire
- Música: Alan Silvestri
- Dirección de fotografía: Don Burgess
- Productora: Miramax, ImageMovers
- Género: Drama. Fantasía.