Crítica de Hamnet (2025): reseña y opinión de la película

Puntuación ⭐⭐⭐⭐⭐ (5/5)

Ha debido de ser producto de la casualidad que, en este año, se haya decidido abordar dos proyectos diferentes sobre los escritores más importantes de la historia de Occidente: Miguel de Cervantes, con El cautivo (2025), y William Shakespeare, con Hamnet (2025). Ninguna de las dos está ni remotamente cerca de amoldarse a los códigos típicos del biopic, sino que se centran en episodios concretos (y más desconocidos) de figuras de las que se sabe prácticamente todo. Algo que puso de moda Pablo Larraín, llevándolo al extremo en algunos casos, como El conde (2023), y que hemos visto recientemente en películas como Un completo desconocido (2024), sobre Bob Dylan, o Springsteen: Deliver Me from Nowhere (2025).

Hamnet adapta a la gran pantalla la novela homónima de Maggie O’Farrell, publicada en 2020, que, pese a tener similitudes y paralelismos con lo que fue la vida real de Shakespeare, es pura ficción histórica. El relato cuenta la historia de Agnes, la esposa de William Shakespeare, desde que se conocen hasta que este estrena su mítica tragedia Hamlet, que tiene evidentes conexiones con importantes y desgarradores acontecimientos de su vida personal.

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Cartel de la cinta

Después de arrasar con todo, ganando el Óscar a mejor película y situándose de manera incontestable en el cine norteamericano con Nomadland (2020), Chloé Zhao recibió el agridulce encargo de dirigir Eternals (2021) para Marvel. Cuatro años después afronta de nuevo un proyecto con Hamnet en el que se aprecia perfectamente que ha podido desplegar todo su talento autoral, estético y narrativo. Un relato filmado con una belleza y delicadeza enormes, que, con el paso de los minutos, va adquiriendo cada vez más fuerza hasta alcanzar un clímax de emoción y sensibilidad abrumadores.

Claramente segmentada en tres partes muy marcadas, cada una de ellas presenta y desarrolla de forma natural y orgánica las diferentes etapas de la relación, mostrando claros contrastes en cuanto a tono, propósito e incluso personaje protagonista dentro de ese fragmento. Toda la primera fase presenta la historia de amor entre Agnes y William con un aroma de misticismo y magia que envuelve por completo la atmósfera, utilizando el bosque y la vegetación prácticamente como único escenario en el que ocurren los encuentros. Ya se siembran, tanto en los actos como en las preciosas y líricas conversaciones, muchos de los elementos que luego se van a ir recogiendo. Zhao también dedica el tiempo justo para mostrar de qué manera repercute en Shakespeare su situación familiar, la relación con su padre y cómo se minusvaloraba por completo todo su conocimiento y su erudición.

Tráiler de Hamnet (2025)

La segunda parte se desarrolla a partir del nacimiento de su primer hijo. Es ahí donde realmente el personaje de Agnes se hace prácticamente por completo con el peso de la película. Una actuación colosal de Jessie Buckley, que se entrega en cuerpo y alma, resultando incluso algo excesiva en algún momento; pero es verdad que no desentona en el tono casi teatral que tiene toda la obra. Una fase radicalmente más oscura y fúnebre que la primera, que muestra cómo se resquebrajan los cimientos de la relación y la influencia que tiene el nacimiento de sus hijos en ellos. Paul Mescal, interpretando a William Shakespeare, hace el papel de su carrera y es el que lo va a elevar y consagrar definitivamente. Espléndido en absolutamente todas las facetas, del amor al dolor, pasando por la emoción de contar historias. La narración que hace del bellísimo mito de Orfeo y Eurídice, que rima indudablemente con todo lo que sucede, es una secuencia de pura magia, gracias tanto a su interpretación como a la mano de Zhao detrás de la cámara.

Pero, sin duda, lo más interesante de la cinta es su tercer acto, en el que se recoge todo lo sembrado para exponerlo en un ejercicio cinematográfico y poético inapelable. La realidad de los actos y la ficción de la tragedia teatralizada se entremezclan y retroalimentan en un acto completamente catártico y expiatorio que solo el arte puede provocar. La representación de Hamlet, lo que separa, une y destruye a partes iguales a Agnes y a William. Su última media hora no es que sea lo mejor de la película, es que, en todo este fantástico año de películas, hay muy pocos momentos con los que se pueda comparar. La puesta en escena que construye Chloé Zhao está absolutamente medida y hace un uso formidable del lenguaje cinematográfico, para expresar la tragedia, la belleza y el dolor con un tacto como pocas veces se ha visto.

Ficha técnica:

Hamnet (2025)

  • Reino Unido
  • Duración 125 min.
  • Dirección: Chloé Zhao
  • Guion: Maggie O’Farrell, Chloé Zhao. Novela: Maggie O’Farrell
  • Música: Max Richter
  • Dirección de fotografía: Lukasz Zal
  • Productora: Coproducción Reino Unido-Estados Unidos; Amblin Entertainment, Amblin Partners, Book of Shadows, Hera Pictures, Neal Street Productions. Distribuidora: Universal Pictures, Focus Features
  • Género: Drama

1 comentario en «Critica Hamnet (2025)»

  1. Qué reseña tan completa, Sergio. Me ha gustado especialmente cómo destacas la estructura en tres actos de Hamnet y la manera en que Chloé Zhao consigue unir la realidad y la ficción en ese clímax catártico. Coincido totalmente: la última media hora es una lección de lenguaje cinematográfico, llena de emoción y belleza.

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