¿Sería posible ver a directores de cine dirigiendo videojuegos?

La industria del videojuego está viviendo su época dorada. No solo mueve miles de millones de euros al año, sino que hasta ha entrado en el mundo competitivo a través de los e-Sports, donde profesionales se ganan la vida jugando a los títulos más populares. ¿Pero es posible que el cine y los videojuegos se unan? ¿Sería raro que un director de cine tomase las riendas de la dirección de un título? ¿Ha sucedido ya en el pasado? ¡Te lo contamos todo a continuación!
Directores de videojuegos que podrían ejercer como directores de cine: El caso de la saga Final Fantasy
A mediados de los 90 del siglo pasado, la Play Station disfrutó de tres clasicazos a cargo de Square: Final Fantasy VII, Final Fantasy VIII y Final Fantasy IX. El último de ellos fue, además, todo un ejemplo de dirección artística y de guion, con una historia que seguía la estela de los juegos medievales, pero mezclada con elementos fantásticos, como, por ejemplo, los barcos voladores que utilizaban una densa niebla para desplazarse. Una especie de El Señor de los Anillos digital.
¿Pero por qué precedente? El despliegue de talento en estos títulos es total, con un sistema de trabajo parecido al de una película. El desarrollo de los personajes está muy trabajado. Pero es que, además, los tres títulos están repletos de cinemáticas como si de una película de animación se tratase. El trabajo de planos, por ejemplo, es máximo, así como la música, que ocupa un lugar central en la historia. A cargo de Nobuo Uematsu, presenta una calidad digna de cualquier clásico.
No sería la primera vez que un director de cine trabaja a fondo en el sector de los videojuegos: Spike Lee y el NBA 2k
Aunque el binomio cine-videojuegos está todavía dando sus primeros pasos, ya hay historias de directores de cine que trabajan en títulos digitales aportando sus conocimientos y poniéndose al frente de una historia. Es el caso de Spike Lee con la franquicia NBA 2k. Este juego de baloncesto se caracteriza por ofrecer una modalidad llamada MI CARRERA, en la que encarnas a un jugador universitario que tiene que ser elegido en el draft y trabajar duro para llegar a lo más alto.
En varias de las ediciones de NBA 2k, Spike Lee tomó las riendas de dicha modalidad para ofrecer una historia con sello personal dirigida por él. No estamos hablando de un don nadie, sino del director de películas míticas como Plan oculto o La última noche. Con ello, queda claro que hay una vinculación especial entre ambas industrias, por mucho que los más puristas lo consideren una aberración. De hecho, páginas como Filmaffiniy ya no solo permiten votar películas, sino también videojuegos.
Steven Spielberg y los videojuegos: Una relación estrecha desde hace décadas
Otro de los directores de cine más importantes de la historia, al menos a nivel de superproducciones, ha estado desde hace décadas ligado a los videojuegos. Hablamos del director de películas tan famosas como Tiburón, E.T. o Jurassic Park, que no solo guarda relación directa con la industria de los videojuegos por los títulos basados en sus películas o porque fuese la inspiración principal de The Dig, sino por su participación en la dirección de lanzamientos históricos, como el irrepetible Medal of Honor.
Este shooter supuso un antes y un después en los videojuegos bélicos. Producido por Dreamworks (cofundada por el propio Spielberg), el estudio responsable de su desarrollo fue dirigido por el propio director. De hecho, él estaba al frente de Salvar al soldado Ryan al tiempo, con lo que mandó construir las oficinas de Dreamworks cerca del mar, adquiriendo numerosas embarcaciones de segunda mano para que le permitiese detenerse para revisar cómo iban los desarrolladores.
El objetivo era ofrecer un juego didáctico y de carácter cinematográfico, como el exitoso Goldeneye para N64, pero con más aristas y mayor profundidad. Y lo consiguió, poniendo su firma a uno de los juegos de disparos más queridos por los aficionados (¡y eso que han pasado ya más de 20 años desde que vio la luz!). Con todo esto, queda bastante claro que el cine y los videojuegos transitan sendas comunes y que con las mejoras tecnológicas veremos cada vez más incursiones de cineastas en el mundo de los videojuegos.