15 obras maestras del cine que no ganaron ningún Oscar
Los premios de la academia suelen ser el evento con mayor repercusión del año, en lo referido a la temporada de galardones en el ámbito cinematográfico. Pese a que cada año todo el mundo está pendiente de las posibles candidatas a los Oscars, lo cierto es que muchísimas obras maestras del cine se han quedado fuera de estos populares galardones. Es más que evidente que la ceremonia anual de los Oscars raramente premia a lo mejor del año y por consiguiente no puede considerarse como la gran fiesta del cine; esto no quiere decir que haya años en que lo hagan bien, como en el 2020 con la maravillosa película de Chloé Zhao, Nomadland (2020).
En la siguiente lista que hemos ideado, os hablaremos de algunas de las mejores películas que no ganaron ningún Oscar. Os sorprenderéis de la cantidad de grandes películas que fueron ninguneadas por la academia estadounidense en su día. Nos gustaría puntualizar un aspecto de esta lista que hemos conformado, y es que puede que algunos de los títulos que hemos incluido recibieran alguna nominación para dichos premios del cine.
No obstante, las 15 películas que integran esta lista no ganaron ningún Oscar, pese a que algunas tuvieran opciones de alzarse con alguna estatuilla.
1. Tiempos modernos (1936)
Clásico de Charles Chaplin, que no recibió ninguna nominación de la academia en 1936. Ponemos Tiempos modernos (1936), pero podríamos poner en esta lista cualquiera de sus otras obras maestras como Luces de la ciudad (1931) o El gran dictador (1956). Es vergonzoso y una total ofensa para el séptimo arte, que Chaplin solo se alzará con un Oscar a Mejor Banda Sonora por Candilejas (1952).
Para intentar solucionar este despropósito, la academia le acabó otorgando en dos ocasiones el Oscar Honorifico; uno tras realizar El circo (1928) y otro en 1972 por su trayectoria. Volviendo con Tiempos modernos (1936), esta película supuso un alegato contra el sistema capitalista de aquella época; una sociedad estadounidense, que todavía estaba intentando salir del crack del 29.
Fotograma de Tiempos modernos
Puede que su manera de ver el mundo y el hecho de que lo llegaran a tachar de comunista, fuera una de las principales razones por las cuales Chaplin fue ninguneado por la academia. No obstante, su legado como cineasta lo catalogan como uno de los más grandes y más influyentes personajes; ya no solo del mundo cinematográfico, sino de la cultura popular del siglo XX. El año que se estrenó Tiempos modernos (1936), fue El gran Ziegfeld (1936) de Robert Z. Leonard la que acabó alzándose con la estatuilla de Mejor Película.
2. Qué bello es vivir (1946)
La mejor película navideña de todos los tiempos, tampoco se alzó con ninguna estatuilla en el año 1946; pese haber estado nominada a cinco categorías (incluido al de Mejor Película). Qué bello es vivir (1946) cuenta la historia de George Bailey (interpretado por James Stewart), un hombre que viéndose totalmente arruinado acaba por intentar suicidarse, cuando de repente un milagro sucede delante de él. Su ángel de la guarda baja a la tierra para evitar que tome esa decisión, mostrándole como sería la vida de sus seres queridos si él no hubiera estado presente en sus vidas.
Una obra maestra del grandioso Frank Capra, que nos adentra en una de las historias más humanas y más emotivas del séptimo arte. Muchas veces se ha criticado a Capra por ser demasiado optimista, a diferencia de otros cineastas más cínicos como Billy Wilder. No obstante, la obra de Capra habla por sí sola y demuestra su valor en el contexto norteamericano de aquel entonces y su vital importancia artística. No está de más recobrar a veces la fe por el ser humano y Capra reflejó el mejor lado del ser humano como nadie. En el año de Qué bello es vivir (1946), la película que se acabó alzando con el Oscar a Mejor Película fue Los mejores años de nuestra vida (1946) de William Wyler.
Escena de Qué bello es vivir
3. Centauros del desierto (1956)
Una de las grandes obras maestras del Western y de la filmografía del legendario John Ford, no recibió ni una nominación para la ceremonia de los Oscar de 1956. Para llevar a cabo Centauros del desierto (1956), John Ford se basó en la novela homónima de Alan Le May. Protagonizada por John Wayne, este western está ambientado tres años después que finalizara la guerra de secesión en Norte América.
Ethan Edwards (personaje interpretado por John Wayne) corre en búsqueda de su sobrina de quince años, Debbie Edwards (interpretada por la actriz Natalie Wood). Esta búsqueda por los lugares más recónditos del estado de Texas, se produce tras el ataque sufrido por parte de los indios al condado donde vivían. Centauros del desierto (1956) es la culminación dentro de la filmografía de Ford, llevando el género hasta límites insospechados hasta aquel entonces.
Hay una poética y una simbología que es permanente en esta película, que ahonda como pocas en las luces y sombras del lejano Oeste. En el año de esta icónica cinta, La vuelta al mundo en ochenta días (1956) de Michael Anderson fue la película en llevarse la estatuilla a Mejor Película. Una gran película, pero ni por asomo del tamaño e influencia de lo que fue Centauros del desierto (1956).
Cartel de la película
4. Senderos de gloria (1957)
Otro despropósito de los Oscar y lo que reafirma la poca relevancia de estos premios en la historia del cine, fue a parar hacía el gran Stadley Kubrick. Al igual que con Chaplin anteriormente, podríamos haber elegido otras grandes obras de Kubrick que fueron ninguneadas, pero en este caso nos hemos querido decantar por la icónica cinta antibélica, Senderos de gloria (1957). Puede que el ninguneo sufrido por Kubrick, fuera aún mayor que el sufrido por Chaplin; ya que a diferencia de este último, Kubrick no recibió ningún Oscar Honorifico durante sus últimos años de vida.
Kubrick solo ganó un Oscar por una película suya, que fue por la majestuosa 2001: Una odisea del espacio (1968) a Mejores Efectos Visuales. Senderos de gloria (1957) marca un antes y un después en el cine de Kubrick (junto a su siguiente película, Espartaco (1960)); ya que cambia la mirada y el enfoque artístico del director. Senderos de gloria (1957) sigue los pasos del general Boulard (interpretado por Kirk Douglas) encargado de comandar una infantería durante la Primera Guerra Mundial.
Aún en este punto de su carrera, Kubrick mostraba una mirada esperanzadora y optimista del ser humano; cosa que cambiaría en las siguientes décadas, volviéndose un cineasta mucho más cínico y pesimista. La película en alzarse con el Oscar a Mejor Película en ese año, fue El puente sobre el río Kwai (1957) de David Lean.
Escena de Senderos de Gloria
5. Vértigo
Hitchcock fue otro cineasta que se las tuvo con la academia de Hollywood. Es cierto que ganó un Oscar a Mejor Película por Rebecca (1940) y recibió un reconocimiento similar al Oscar Honorifico con el Premio en Memoria de Irving Thalberg en 1967. No obstante, Hitchcock nunca consiguió el Oscar a Mejor Director por ninguna de sus obras maestras; algo que sigue sorprendiendo, a día de hoy para todos los amantes del cine. Solo Rebecca (1940) ganó un Oscar, dejando fuera a obras de Hitchcock de mayor calidad como fueron La ventana indiscreta (1954), Vértigo (1958) o Psicosis (1960).
Hemos optado por elegir Vértigo (1958), por ser una película muy maltratada en su momento por la crítica y el gran público; cuando el tiempo ha demostrado, que fue una de las películas más audaces e influyentes de la historia del cine. Vértigo (1958) nos cuenta la historia de Scottie Ferguson (interpretado por James Stewart), que es un detective que vuelve de su retiro para coger un caso que involucra a la mujer de su amigo (interpretada por Kim Novak).
La película es un viaje por los delirios, obsesiones y deseos más perturbadores del ser humano, rompiendo moldes tanto en la manera de relatar una historia, como en la manera de hacer cine en aquel entonces. El año que se estrenó Vértigo (1958), fue la película Gigi (1958) del gran Vincente Minelli en ganar el Oscar a Mejor Película.
Escena de Vértigo
6. Taxi Driver (1976)
Scorsese no podía faltar en esta lista, ya que tardó décadas hasta hacerse con el Oscar a Mejor Director por Infiltrados (2006). ¿Cómo puede ser que el director más influyente en el cine norteamericano de finales del siglo XX y principios de este, estuviera tanto tiempo sin ganar ese Oscar? Bueno, eso ilustra un poco el nivel que hay por parte de la academia de Hollywood. Taxi driver (1976) es una de las grandes obras maestras del cine independiente y que marcó un antes y un después en el Nuevo Hollywood.
Un thriller psicológico que nos sumerge de lleno en las decrepitas calles de Nueva York, de la mano del veterano de Vietnam Travis Bickle. Un inconfundible relato el que hace Scorsese, que dio alas para que muchos directores se animaran a contar historias mucho más contestatarias. Taxi driver (1976) recibió varias nominaciones a los Oscar, pero sorprendentemente no llegó a ganar en ninguna de las categorías en las que estaba nominada.
No obstante, pese a que los Oscar no supieron valorar la obra maestra de Scorsese, Taxi driver (1976) acabó alzándose con la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes; distinción mucho más valiosa, que el de la estatuilla a Mejor Película. El año de Taxi driver (1976), fue Rocky (1976) de John G. Avildsen en ganar el Oscar a Mejor Película.
Cartel de Taxi Driver
7. Manhattan
Después del Oscar a Annie Hall (1977), no hubiera pasado nada si Manhattan (1979) se hubiera llevado alguna estatuilla. La película es una oda a la ciudad Nueva York, con un icónico blanco y negro que hace aún más de película a la Gran Manzana. Es cierto que había gran nivel en aquel año, pero es bastante sorprendente que esta obra maestra se fuera a casa con las manos vacías. El año de Manhattan (1979), fue Kramer contra Kramer (1979) de Robert Benton la ganadora en ganar el Oscar a Mejor Película.
8. Blade Runner (1982)
Aunque llegará a arrasar con Gladiator (2000), Ridley Scott no consiguió ganar ningún Oscar por su mayor obra maestra, como es la icónica Blade Runner (1982). La atmosfera y relato de ciencia ficción que se vio en Blade Runner (1982), fue una referencia primordial para las películas de ciencia-ficción venideras. Es cierto que recibió dos nominaciones por Blade Runner (1982), pero aun así sorprende que no acabara por ganar ninguno de ellos.
Esto también demuestra la manera en la que han infravalorado a las películas de ciencia-ficción por parte de la academia de Hollywood. Del mismo modo, tampoco obtuvo ningún Oscar por el resto de sus películas del género. Aquel año, la película premiada con el Oscar a Mejor Película, fue Gandhi (1982) de Richard Attenborough.
Icónica escena de Blade Runner
9. Scarface o El precio del poder (1983)
Scarface o El precio del poder (1983), fue una de las obras cumbres del grandioso cineasta Brian de Palma (considerado por muchos en su momento, como el gran sucesor de Hitchcock). El precio del poder (1983) es una película que con el paso de los años se ha vuelto icónica, pero que en su momento paso bastante desapercibida. Las aventuras del irreverente e iracundo Tony Montana (interpretado por Al Pacino), llevaron a la gran pantalla la gran red de narcotráfico que se estaba produciendo en Estados Unidos a principios de la década de los ochenta, entorno a la cocaína.
Una película sin atisbos de agradar en ningún momento y en la que Brian de Palma recreó toda la historia de una manera tan alocada que parecía totalmente surrealista. De Palma es otro de los geniales directores del cine, que fue totalmente marginado y olvidado por la academia de cine estadounidense. El precio del poder (1983) no solo no consiguió ninguna nominación para los Oscar, sino que encima tuvo una nominación para los Razzie a Peor Director del año para Brian de Palma.
Esto constata lo maltratada y vapuleada que fue esta cinta del director estadounidense, tanto por la industria cinematográfica como por la crítica de cine especializada. En aquel año de 1983, la película ganadora del Oscar a Mejor Película fue La fuerza del cariño (1983) de James L. Brooks.
Escena de Scarface
10. Terciopelo azul (1986)
Para muchos la gran obra maestra de David Lynch, que enamoró y puso atónitos a medio Hollywood con su peculiar trama. Se podría considerar a Terciopelo azul (1986), como la antesala de lo que posteriormente Lynch haría con Twin Peaks (1990), a modo de serie televisiva. Protagonizada por Kyle MacLachlan, Isabella Rossellini, Dennis Hopper y Laura Dern, Terciopelo azul (1986) es un film que fue rompedor, arriesgado y políticamente incorrecto para la época de finales de los ochenta.
La perversión, la inocencia y la muerte, parecen ser la mezcolanza que define a esta película de Lynch, que apenas recibió reconocimiento por parte de la crítica. David Lynch ha sido un realizador, que siempre se le ha puesto la etiqueta de ser un cineasta experimental y poco convencional. Esta película tiene ese lado onírico y experimental que caracteriza a su cine, pero no es ni mucho menos una película difícil de seguir. El hecho de que fuera una película que agradara a un público más allá de los amantes de su cine, hizo que la película adquiriera bastante notoriedad en la carrera para los Oscars; pese que al final, solo fuera nominada a la categoría de Mejor Director.
Como pasó con otros genios de esta lista, la academia acabó reconociendo años después en 2019, con un Oscar Honorifico por su increíble y fascinante carrera cinematográfica a David Lynch. En el año del estreno de Terciopelo azul (1986), fue Platoon (1986) de Oliver Stone en alzarse con el Oscar a Mejor Película.
Fotograma de Terciopelo azul
11. El club de la lucha (1999)
Es sorprendente que David Fincher no haya conseguido alzarse con el Oscar a Mejor Director todavía, después de la exitosa carrera que lleva arrastrando sobre sus espaldas. Podríamos haber puesto Seven (1995), pero nos hemos decantado al final por El club de la lucha (1999). Esta cinta fue una adaptación cinematográfica de la novela homónima de Chuck Palahniuk de 1996, que Fincher finalmente acabó llevando a la pantalla. Esta historia que sigue la triste y solitaria vida de un joven (interpretado por Edward Norton) que acaba conociendo a un temeroso y vividor Tyler Durden (interpretado por Brad Pitt), sigue considerándose a día de hoy como la película nihilista por excelencia.
Esta obra maestra de la década de los noventa, solo rascó una nominación a Mejor Efectos de Sonido; algo que suena casi insultante, teniendo en cuenta lo presente que sigue estando en el imaginario colectivo esta cinta. Esto pasó con El club de la lucha (1999), Seven (1995) o con Zodiac (1997), por poner algunas de las grandes películas de Fincher que no llegaron a ganar ningún Oscar. Recientemente ha recibido varias estatuillas por su última película Mank (2020), pero aún la academia le debe un Oscar por Mejor Director. El año de El club de la lucha (1999), la ganadora del Oscar a Mejor Película fue a parar a manos de American Beauty (1999) de Sam Mendes.
Escena de El club de la lucha
12. Deseando amar (2000)
El que haya leído varias de nuestras críticas, se habrá dado cuenta de la absoluta devoción que tenemos en Historia del Cine.es por Wong Kar-Wai. Veíamos necesario incluir algunas películas que no fueran de habla inglesa y que tampoco llegarán a ganar ningún Oscar por parte de la academia estadounidense. ¿Qué mejor que escoger la maravillosa obra maestra del director hongkonés? Es difícil y es un reto que alzamos a todo el que este leyendo este artículo, pensar en una película de aquel año mínimamente al nivel de Deseando amar (2000).
Una película que entusiasma por su sensibilidad, poética visual y su formidable dirección cinematográfica. Deseando amar (2000) revitalizó los romances cinematográficos, ofreciendo a la audiencia algo nunca antes visto en pantalla. No fue ni nominada a Mejor Película de Habla no Inglesa en la ceremonia de los Oscars de aquel año; algo que se escapa a todo entendimiento. Por otro lado, Wong Kar-Wai tampoco ha llegado a ser ni nominado para los Oscars, por ninguna de las películas que ha rodado hasta la fecha. Estamos hablando de uno de los realizadores más increíbles y talentosos de este siglo y que ni tan siquiera ha recibido un mero reconocimiento por parte de Hollywood. La película que acabó ganando el Oscar a Mejor Película en aquel año, fue Gladiator (2000) de Ridley Scott.
13. The Master (2012)
Paul Thomas Anderson es sin duda uno de los directores más talentosos de este siglo XXI, pero no ha sido reconocido como tal por la academia estadounidense. The Master (2012) es una de las muchas obras que merecen la pena ver de este realizador y que no obtuvo ninguna estatuilla. Pese haber sido nominada a tres categorías, The Master (2012) no solo no ganó sino que tampoco fue nominada a Mejor Película. Pasa lo mismo que con Fincher, siendo algo incomprensible que Anderson no tenga un Oscar a Mejor Director. En aquel año de 2012, la ganadora del Oscar a Mejor Película fue Argo (2012) de Ben Affleck.
Tráiler de The Master
14. Cleo de 5 a 7 (1962)
No podíamos olvidarnos de la gran Agnès Varda, ya que no solo ha habido brillantes directores masculinos a lo largo de la historia; pese que se haya intentado dar a entender eso. Nos quedamos con Cleo de 5 a 7 (1962), por lo que significó dentro del movimiento de la Nouvelle Vague. Una película llena de frescura y sensibilidad, que ayudó a poner los cimientos de lo que sería este movimiento cinematográfico. Podríamos haber escogido otros títulos que también son historia viva del séptimo arte, como son La felicidad (1965) o Sin techo ni ley (1985), pero obviamente la que ha trascendido más en el tiempo y que simboliza esa época tan concreta que vivió el cine francés, es sin lugar a dudas Cleo de 5 a 7 (1962).
Agnes Varda no llegó a ser nominada por ninguna de sus películas, pero sí que fue galardonada con un Oscar Honorifico por su trayectoria en 2017; dos años antes que desgraciadamente falleciera. Ella es un ejemplo de mujer dentro de la industria, que consiguió abrirse paso en un tiempo en que era casi imposible que te tomaran enserio siendo mujer. Un merecido lugar en esta lista, que reconoce la labor de millares de directoras como ella, que fueron ninguneadas por la academia de Hollywood. Aquel año de 1962, la película en alzarse con el Oscar a Mejor Película fue Lawrence de Arabia (1962) de David Lean.
Fotograma de Cleo de 5 a 7
15. The Blues Brothers (Granujas a todo ritmo) (1980)
Hemos estado cerca de no meter a Ingmar Bergman, ya que afortunadamente fue reconocido por otros títulos suyos por parte de la academia de Hollywood. No obstante, llega a ser un insulto flagrante para la historia del cine, que una de las mejores películas de todos los tiempos como es Persona (1966) no llegara a ser ni nominada a Mejor Película Extranjera. Esta historia protagonizada por las eternas Bibi Anderson y Liv Ulmann, pasó totalmente por alto en Hollywood. Una película que ha plasmado como ninguna otra la condición humana y la búsqueda existencial.
Por otro lado, Bergman tampoco se ha visto reconocido con un Oscar Honorifico a su trayectoria. Puede que con otros directores pasaríamos por alto este detalle, pero siendo el caso de alguien como Ingmar Bergman, es algo totalmente incomprensible para los amantes del cine. Afortunadamente, sí que recibió una distinción por su carrera en el Festival de Cine de Cannes en 1997, pero todavía el cine está esperando a que Hollywood reconozca al maestro sueco.
Su obra fílmica habla por sí sola, inspirando a millones de directores norteamericanos como Scorsese, Kubrick o Woody Allen, para emprender sus carreras como directores. En definitiva, otro error grandioso por parte de estos premios. La película que ganó el Oscar a Mejor Película en aquel año, fue Un hombre para la eternidad (1966) de Fred Zinnemann.
Fotograma de Persona
Autor: Dani Jiménez
Yo como gran fan y consumidor del cine, una de las mejores obras maestras y que sorprendió a todo el mundo el año del 2019 fue 1917, ya que como fan de las películas, esa película le hizo frente al Joker y hasta la superó, no se llevó el Oscar a mejor película pero ganó otros Oscars