Crónica día 6
Juan Pablo Bargueño – 21/05/2023
Alicia Vikander y Jude Law ofrecen una de las mejores actuaciones del Festival de Cannes en ‘Firebrand’
Todo tiene su fin, y al igual que los sueños que uno siempre cree imposibles, cuando llegan inesperadamente, pronto se desvanecen. El último día de Cannes ha sido como el resto, solo que esta vez prestaba más atención a las calles por las que he transitado, el paseo marítimo, las colas y las caras de las miles de personas que se reúnen a ver y hablar de cine. Uno nunca sabe lo que puede pasar. ¿Volver a Cannes? Lo único que sé a ciencia cierta es que ya podré morir sabiendo que al menos, una vez en mi vida, asistí al festival de cine más prestigioso del mundo.
El último día prometía, ya que comenzaba con May December (2023) de Todd Haynes. Ahora es cuando toca enfrentarme, temeroso, a la opinión que ya se ha generalizado. La película destaca por las grandes actuaciones de Natalie Portman, Julianne Moore y Charles Melton. También, llaman la atención pequeños elementos que recuerdan a los dramas psicosexuales de Alfred Hitchcock, u otros clásicos del cine como la dualidad identitaria o el pasado que siempre vuelve.
Este melodrama de lo mediático acaba nutriéndose de una intención irónica donde todo se siente excesivamente exagerado y ridículo, resultando en extraños momentos de humor. En definitiva, me ha sido imposible entrar en la película, a excepción de varias escenas inolvidables donde Charles Melton y Julianne Moore dan una clase magistral de actuación.
Después del chasco de la mañana, tocaba moverse a la sala Debussy a ver If Only I Could Hibernate (2023) de la mongola Zoljargal Purevdash. Siento especial interés en este tipo de películas dirigidas por personas de nacionalidades poco frecuentes en el ecosistema cinematográfico más consolidado. A pesar de oír en repetidas ocasiones que si esta película —norteamericana— ha recibido un aplauso de no sé cuantos minutos, o que otra película —francesa— ha recibido una gran ovación, no he llegado a escuchar nada sobre If Only I Could Hibernate, por la que, poniendo la mano en el fuego, se merece más los varios minutos de aplausos que ha recibido, por ser honestos, que el de las otras películas, cuyos aplausos referían, más bien, a algunos de los actores o directores de cada película. Lo que queda claro es que en Cannes sobran los aduladores.
Continuando con la cinta, me alegra que Purevdash presente un drama social honesto y humano que no necesita de artificios ni juegos tramposos para conmover. Convence en todos y cada uno de los momentos gracias a su elenco, que dota a este filme de actuaciones espléndidas. Asimismo, la cinta plantea, a partir de un estilo realista, una trama de superación entremezclada con la transición a la vida adulta de su protagonista, donde se manifiestan los problemas más graves de la pobreza en la ciudad de Ulaanbaatar. En pocas palabras, esta es una de esas cintas que gustará a todos los públicos.
A pesar del cansancio, encarar la película de clausura del viaje recarga las pilas. Así ha sido con Firebrand (2023) de Karim Aïnouz. Al principio, el filme se reduce a una trama previsible, aunque, poco a poco, se envuelve en una dinámica potentísima entre el personaje de Catherine Parr (Alicia Vikander) y Enrique VIII (Jude Law), y que va entretejiendo una historia llena de tensión.
Alicia Vikander en la película
Esta dinámica no se enfoca en el personaje de Vikander, sino que ofrece un juego de vaivenes entre rey y reina que no deja que este personaje femenino acabe por caer en una simple reelaboración victimista. En este sentido, cabe decir que Alicia Vikander está grandiosa y que Jude Law está irreconocible —en el buen sentido—, el cual realiza una de las mejores actuaciones de su carrera representando a un ser tan repugnante como el hedonista de Enrique VIII. Por otro lado, es necesario mencionar la preciosa fotografía de esta cinta, que otorga una textura muy gratificante y que le da un toque mucho más cercano.