Mejores películas de Costa-Gavras: Top 10 del director
Konstantinos Gavras, mejor conocido como Costa-Gavras, es uno de los cineastas franco-griegos más reputados de la historia, y un director incuestionablemente visionario a la hora de definir el thriller político tal como lo conocemos hoy. Un maestro a la hora de construir historias políticas entretenidas, con mensajes incómodos y una fuerte conciencia social.
Una experiencia vital que definiría su cine es que cuando quería ingresar a la universidad, se le negó el acceso por tener un padre comunista, quien estaría encarcelado por sus ideales durante la dictadura derechista en la época de la guerra civil griega. Es en este periodo que Gravas emigra a Francia e inicia su carrera como director, teniendo hoy un total de 20 películas dirigidas en el transcurso de cincuenta años.
Su filmografía ha coqueteado con la comedia, la acción y por encima de todo, siempre denuncia los abusos de poder, de donde sea que vengan. Así, hoy resalto lo mejor de su carrera, las películas de Costa-Gavras que sí o sí no debes perderte o que puedes considerar imprescindibles. Sus 10 mejores largometrajes, de peor a mejor.
10. La petite apocalypse (Un pequeño apocalipsis) (1993)
Un pequeño apocalipsis es una rareza de la carrera del director: Es su primera comedia y presenta una historia alejada de su tópico. Sin embargo, la crítica social sigue presente en este ágil relato de la condición humana en un mundo materialista.
Basada en la novela de Tadeusz Konwicki ‘Mała apokalipsa’, la película trata de un escritor (Jiri Menzel) que tiene un extraño accidente. Para sus amistades, el accidente parece un suicidio, pero el protagonista aprovecha la truculenta escena para hacerse famoso. Se agradece el humor absurdo e inteligente en compañía de una interpretación principal perfecta, aunque se desaprovecha el potencial de la obra con un guion algo flojo y un ritmo soso.
Costa-Gavras durante un rodaje
9. Le capital (El capital) (2012)
La penúltima película en la filmografía de Gravas es otra comedia negra aún más cínica y satírica que Arcadia (que recomiendo más abajo). Ni el público ni la crítica especializada alabó Le capital, pero es innegable lo entretenida, enérgica y políticamente incorrecta que es. Este es el Gravas más radical e irreverente, presentando la historia de un empleado de la banca que construye su fortuna en base al engaño y la explotación, en plena crisis de 2008.
A diferencia de otras cintas sobre especuladores de Wall Street, este filme sólo muestra una cara sin matices, sucia y simplemente vil de la naturaleza del mercado de valores. No hay mensaje, sólo burla. Por lo demás, resulta cumplidora en lo técnico. Quizá esté infravalorada porque la audiencia tenía expectativas de encontrarse con otra The Wolf of Wall Street.
Tráiler de la película
8. Amén (2002)
Amén probablemente se de las películas más controversiales de la carrera de Costa-Gavras. Sostiene que la Iglesia Católica estuvo al tanto de los crímenes nazis y, aún así, guardaron silencio. Un nazi arrepentido (Ulrich Tukur) y un jesuita (Mathieu Kassovitz) son los protagonistas de esta turbulenta trama, en la que ambos unen inesperadas fuerzas para denunciar una de las atrocidades más aberrantes de la historia.
Amén es un largometraje que destaca por ser una propuesta inusual en el género de películas sobre la Segunda Guerra Mundial: Se obvia la violencia, el morbo y las lágrimas fáciles para concentrarse en un relato contundente, de atinados diálogos y una actuación principal (Tukur) para quitarse el sombrero. Tras su visionario, todo lo que se puede sentir es una fuerte impotencia.
Fotograma de Amén (2002)
7. Arcadia (The Ax) (2005)
Un alto ejecutivo es despedido y confía en que pronto conseguirá trabajo. Sin embargo, tras dos años de desempleo, decide tomar cartas en el asunto de la forma más surrealista posible: Eliminando a su competencia. Muy literalmente, Arcadia es una sátira al borde del esperpento, donde se señala en clave de comedia negra e hipérboles a los sinsentidos más bajos del capitalismo.
Se trata de una película con un sólido guion que coquetea con el cine negro y una narración cercana al estilo de los hermanos Coen. Y como siempre, Gravas garantiza actuaciones de primer nivel. Una comedia que quizá no sea una obra maestra, pero entretiene y cumple de sobra. Eso sí, no era necesario que fuese tan larga.
Tráiler de Arcadia (2005)
6. Music Box (La caja de música) (1989)
Una reputada abogada defiende a su padre de unas escalofriantes acusaciones: Tuvo un pasado como criminal de guerra nazi. Aunque cree que es inocente, pronto descubre que es peor de lo que podría imaginarse.
De nuevo, el maestro Gravas muestra un gran dominio a la hora de dirigir a los actores y actrices, esta vez con una Jessica Lange ofreciendo una de sus interpretaciones más complejas, por la que fue nominada al Oscar como mejor actriz. Un thriller judicial irregular, pero que gana fuerza al contar con un drama familiar difícil entre el personaje de Jessica Lange y Armin Mueller-Stahl.
Fotograma de La caja de música (1989)
5. Section spéciale (Sección especial) (1975)
Konstantinos, no contento con dirigir tres grandes películas seguidas sobre injusticias políticas (Z, La confesión y Estado de Sitio) estrena otra cinta que, pese a no ser una tan sólida como las otras, está bien construida en cuanto a guion y posee un gran y minuciosa recreación de la época.
Sección Especial relata otra deshonrosa realidad en la época de la Francia ocupada por la Alemania Nazi. Asesinan a un líder nazi y apresuran a elegir unos culpables. Se acusa a gente completamente inocente, elegida al azar por una farsa de juicio conformada a dedo por el líder de turno, quien decide crear una «Sección especial» para el objetivo. Las actuaciones son geniales, en especial la de Louis Seigner.
Fotograma de la cinta
4. État de siège (Estado de sitio) (1972)
Yves Montand, actor frecuente en la filmografía del cineasta, volvería como gran protagonista de esta película profética, la primera de Gravas en denunciar el intervencionismo estadounidense en el continente latinoamericano, cuando apenas se estaba ejecutando el Plan Cóndor. La cinta trata de un agente encubierto de la CIA (Montand) que es secuestrado por una guerrilla izquierdista, una trama inspirada libremente en la historia de Dan Mitrione.
El filme tiene un montaje cinematográfico frenético e inusual, elementos que hace de este thriller policial un docudrama de estilo teatral, cargado de tensión y ocasional acción. Como La sal de la tierra (1954) de Herbert J. Biberman, Estado de sitio no logra destacar por su aspecto cinematográfico, sin embargo, por el contexto histórico de su realización resulta un largometraje con declaraciones valientes e impresionantes.
Estado de sitio (1972) completa con subtítulos
3. L'aveu (La confesión) (1970)
Sólo un año después de Z (que considero su mejor trabajo) Gravas construye otra obra maestra, de ritmo más pausado, minimalista e intimista, metiéndose en un terreno más espinoso: Una denuncia al totalitarismo de izquierda, y sobre todo, indirectamente, a Stalin. L’aveu relata la escalofriante historia real de un comunista checoslovaco interpretado por el fantástico Yves Montand, quien es encarcelado y torturado para que confiese crímenes que no ha cometido.
Así, el largometraje nos introduce de lleno en el dolor y la incertidumbre que rodea al protagonista, un sobreviviente del Proceso de Praga, en el que de las 11 personas arrestadas 9 fueron ejecutadas por cargos falsos en 1952. La confesión se mantiene en un constante clima asfixiante y críptico, una de las mejores películas de Costa-Gavras y asimismo, sólo recomendable para sus mayores admiradores, por lo difícil que puede resultar verla.
Fotograma de esta película de Costa-Gavras
2. Missing (Desaparecido) (1982)
Una de las mejores películas de Costa-Gavras, si no directamente la mejor. Sería la primera película que rueda el director en inglés (suele rodar en francés) y realizada en territorio estadounidense, donde sería acusada de ser «anti-americana». Inmediatamente censurada en Chile, incluso el entonces embajador estadounidense en Chile, Nathaniel Davis, quien es retratado en la película con otro nombre, demandó a Gravas por difamación.
Y es que Missing cuenta la historia real de un periodista estadounidense desaparecido durante el golpe de estado de Augusto Pinochet, que derrocó el gobierno socialdemócrata de Salvador Allende gracias al intervencionismo norteamericano. Jack Lemmon y Sissy Spacek interpretan de manera sensacional a los familiares de la víctima, el también maravillosamente interpretado por John Shea.
Un thriller desgarrador que se cuece a fuego lento, que denuncia con valentía y honestidad una realidad que apenas estaba dándose a conocer entre la población de Estados Unidos. Le acompaña, además, una inspirada banda sonora de Vangelis.
Escena de Missing (1982)
1. Z (1969)
La primera gran obra maestra de Costa-Gavras sería todo un suceso internacional y un balde de agua fría para el régimen ultraderechista griego. Premiada como la mejor película extranjera en los Oscar, la trama se inspira en el asesinato real del líder izquierdista Grigoris Lambrakis, ejecutado por matones del Estado. Yves Montand interpreta al mencionado diputado, quien es acompañado de las estupendas actuaciones de Jacques Perrin, Irene Papas y Jean-Louis Trintignant.
Este thriller antifascista sobresale, además, por su ritmo desenfrenado, una gran banda sonora de Mikis Theodorakis con toques de Morricone y una fotografía bien ejecutada. Una historia que relata una constante de los regímenes totalitarios, por lo que se hace de obligatorio visionado y de, por desgracia, gran actualidad en muchos países.
Yves Montand
¿Qué hace tan único a Costa-Gavras?
Te lo confieso: Las películas de Costa-Gavras pueden resultar cansinas. Si no te has habituado a consumir un cine más contemplativo, te recomiendo ver de primeras Missing, Z y Arcadia. Son un buen punto de partida para descubrir a Gravas y comprenderlo, ya que son muy buenas películas y muy accesibles para cualquier persona con una mente abierta.
Gavras es un cineasta cuyo punto fuerte está en la dirección de intérpretes, buenos guiones (él mismo escribió Z, Desaparecido y Estado de Sitio, por cierto) e historias fáciles de seguir, pese a lo polémicas e incómodas que pueden ser. Y hacer eso no es fácil, tocar temas tan sensibles con una posición firme ante los abusos de poder no es un mérito cinematográfico como tal, pero sí un gran mérito humano. Además, lograr transmitir tal mensaje sin morbo ni recursos de telenovela le revela como un cineasta con un gran dominio de la dirección y la narración.
Es verdad que no suele sobresalir por los factores técnicos, sí. Pero generalmente es cumplidor en cuanto a la fotografía, el montaje y el vestuario, etc. No esperes una estética pulida y desarrollada a lo Kubrick, pero tampoco algo digno de la Troma. Su filmografía es necesaria e increíble porque demuestra, ante todo, un gran compromiso con la justicia social, y junto al italiano Gillo Pontecorvo, es una de las figuras clave para dar con una visión cinematográfica al servicio de la protesta ante las injusticias, en lugar de ser un entretenimiento sin más, el cine se transforma en herramienta de concientización.
Tanto Gravas como Pontecorvo fueron directores visionarios para entender el poder del cine como medio de denuncia y cambio. No por nada el cine del greco-francés ha influido sobre Ben Affleck en Argo (2012), Oliver Stone, William Friedkin y Steven Soderbergh.