Entrevistas

Sergio del Campo – 15/04/2024

Entrevista a Koldo Serra

El ÉXITO DE REINA ROJA

Sergio del Campo: La serie ha sido un éxito a nivel de audiencia, número uno en todos los países de habla hispana y número dos del mundo ¿Cómo ha sido para ti esa recepción de la gente? Y tú, ¿Cómo estás de satisfecho con el resultado final de la serie?

Koldo Serra: Pues ha sido algo muy loco. La verdad que uno confía en lo que hace, y siempre tiene expectativas buenas de que funcione y demás, pero jamás espera que ocurra algo así. Yo jamás pensaba que iba a llegar a tanto, no solo en Hispanoamérica, también, ha sido número uno en Grecia, Argelia, Angola, en Rumanía durante una semana entera y número dos en Alemania, en Francia, en Italia, en Turquía, en mogollón de sitios, ha sido muy loco.

La verdad es que yo estoy muy contento, uno está muy contento con las cosas que hace, no siempre, pero en este caso sí, pero claro, yo sé lo que he hecho, pero no sé cómo va a funcionar ni sé cómo va a reaccionar el público. Entonces, en este caso de momento ha sido muy guay, y estamos muy contentos.

TRABAJAR SOBRE ALGO YA CONOCIDO

SC: En el making of decías que no conocías la novela antes de esto, que pensabas que era un libro de ajedrez. Pero imagino que rápidamente, bueno, te informarían de la importancia.

KS: Sí, a mí la showrunner (autora-productora) Amaya Muruzabal me llama varias veces mientras yo estoy rodando Sin Huellas (2023), una serie de Prime Video. No puedo coger el teléfono porque estoy rodando y luego se me olvida devolverle la llamada. Pasa los meses y veo un día en Twitter a Amaya y a Juan presentando Reina Roja, con lo cual digo, vale.

Entrevista Koldo Serra

Koldo Serra

SC: ¿Entonces cuando se presenta la serie aun no está definido quien la va a dirigir?

KS: No, no, claro. Entonces yo pienso, vale, están anunciando Reina Roja, me llamaban para esto, no cogí el teléfono, ha pasado mi tren. Obviamente pensé, pues la rodará o la dirigirá Rodrigo Cortés u otra persona que ya estará seleccionada. Y de repente, cuando termino de rodar Sin Huellas me llaman desde Amazon y me dicen, ¿puedes, por favor, coger el teléfono a Amaya? Y dije yo, sí, claro. Hablé con ella y me dijo que no tenían director todavía, entonces me eligieron a mí.

Enseguida me mandaron una biblia muy, muy detallada y me empiezan a hablar de Antonia Scott…, y les dije, yo no sé quién es Antonia Scott, no he leído en los libros y no sé de qué van. Y me mandaron una biblia súper larga, súper extensa de los siete capítulos, muy bien descritos, escaletados sin dialogar.

Entonces al leerlo todo digo vale, es un thriller, con la persona más inteligente del mundo, con un acompañante, con un sidekick gay de Bilbao, policía, etc. Y luego ya me leo la novela, obviamente. Pero claro, yo entré en el mundo de Antonia Scott sin saber nada de nada.

SC: Entonces, una vez que supiste el alcance de la novela ¿has notado más presión o más responsabilidad por el hecho de trabajar con una historia, unos personajes que ya mucha gente siente suyos o que son tan conocidos?

KS: Hombre, yo creo que hay una presión evidente, pero creo que es importante quitársela de encima. Es como cuando me preguntan, ¿qué tal fue dirigir a Gary Oldman? Pues seguramente eso lo pensé antes de rodar, y en el momento que empecé a rodar ya me olvidé de que era él, me daba igual Gary Oldman que cualquier otro actor del reparto.

Y aquí un poco lo mismo, evidentemente, hay cierta presión, cuando todo el mundo ha imaginado una cosa en sus casas, o sea, tres millones de lectores se han imaginado a Jon y a Antonia, se han imaginado sus aventuras y de repente tú estás recreándolo. Entonces lo que no puedes hacer es ponerte a pensar que tengo que contentar a todos, porque entonces no vas a contentar a nadie.

Con lo cual hemos intentado hacer el Jon Gutiérrez y la Antonia Scott, de la manera que más nos gustaba a nosotros, tanto a los actores como a Juan cuando ha supervisado el proyecto. Juan ha estado supervisando guiones y diálogos, no ha estado en el set, pero ha venido tres o cuatro veces de visita y también para hacer su cameo.

SC: Sí, que también dices en el making of que eso fue un poco decisión tuya, que creías que tenía sentido que hiciera de un personaje que formaba parte de la creación de Antonia en la serie.

KS: Claro, iba a ser un cameo de estos de me choco por la calle con ellos, me giro, nos miramos y tal, y al final de repente acabo siendo un personaje de tres páginas. Quiero decir, que tenía que aprenderse un diálogo, yo no me habría atrevido, así que ole Juan.

Pero claro, de pronto surgió, ¿Dónde le metemos? ¿Qué personaje hacemos? Y no me acuerdo si fui yo o fue Amaya, que sugerimos que hiciera del ayudante. Entonces fue bonito que Juan haga de ayudante en la creación de Antonia Scott, no puede ser Mentor, evidentemente, pero es la persona más cercana a Mentor durante esas pruebas, con lo cual era muy bonito que interactuara con su creación.

LA IMPORTANCIA DE LO VISUAL

SC: Hay juegos visuales muy chulos casi como sello de identidad de la serie, desde la primera escena ya haces una declaración de intenciones con el plano aéreo de la cámara grúa, o en el segundo capítulo, el corte de montaje del grito de Carla a la estatua de El Retiro. Entonces, en ese tipo de proyectos hay veces que están muy pautados y van muy encorsetados. ¿Cuánta libertad creativa has tenido?

KS: He tenido libertad creativa total, pero también hay que decir que mucho estaba ya en guion, quiero decir, por ejemplo, la escena de los suicidios estaba apuntado en guion que debía verse a través de las ventanas. O el primer plano, ponía en guion que se empezaba mostrando Madrid, y dije bueno, pues vamos a empezar en el cielo azul de Madrid y vamos a acabar en la ventana de Antonia Scott, como declaración ya de principios, y luego inmediatamente la secuencia de las seis ventanas.

A mí lo que me gustó es, que desde guion sí que estaba muy marcado que el tema visual era potente dentro de la serie, tanto la descripción de la cabeza de Antonia Scott, como muchas cosas daban juego o daban pie a poder jugar con esto.

Y lo del grito de Carla surgió de la escultura que había en el retiro, fue ver la escultura y decir, vale, si Spielberg pudo hacerlo en Jurassic Park 2, con aquel grito y con las palmeras en el metro, con Jeff Goldblum, pues venga, vamos a hacerlo. Entonces sí, la verdad que he tenido libertad total y ha sido muy divertido justamente poder jugar con eso.

TRASLADAR DEL PAPEL A LA PANTALLA

SC: Publicabas después del estreno algunos storyboards, algunas planificaciones del rodaje, mucha gente lo que ha dicho, ha dicho lo fiel que se siente respecto al libro ¿has trabajado en eso junto a Juan, o al leer el libro es cómo te lo imaginabas?

KS: A ver, yo obviamente tengo una mente muy visual, al final yo cuando leo novelas o leo un guion me lo imagino en imágenes, no puedo evitarlo. Quiero decir, leo algo y ya me lo he imaginado, incluso a veces me lo he imaginado ya como lo rodaría, no solamente la secuencia.

Y en este caso sí que quedé un día con Juan en su casa, donde vivía antes en la calle Magdalena. Y las escaleras de su casa eran las escaleras de Antonia Scott, el portal era el portal de Antonia Scott. O sea, aunque en la novela su casa está en Lavapiés, él al escribir se estaba imaginando su propia casa. Entonces, ese día que yo quedé con Juan, me vino muy bien para entender qué tenía él en la cabeza. Luego no ha habido reuniones posteriores, pero con una mañana entera con Juan me dio para entender, y para hablar de las referencias, porque él escribe de una manera muy visual también. Yo creo que cualquiera que lea sus novelas más o menos puede imaginarse qué películas ha visto. Porque muchas le remiten a esta película, o a esta otra, no directamente, pero sí está claro que Juan las lleva interiorizadas.

Entonces en ese sentido es fácil, vi las escaleras y entendí rápidamente lo que era, y por eso es maravilloso que la gente cuando arranca la serie diga, hostia, es como me lo imaginé. Pero culpa tiene Juan, ya te digo, de que escribe también de una manera muy visual.

SC: ¿Qué es lo más difícil de pasar de un libro a una película, o sea, o una serie?

KS: Eso es más trabajo de los guionistas, pero yo creo que lo que han hecho, viéndolo desde fuera, es intentar llevar la voz de un autor como Juan a guion, y eso es muy complicado. Porque Juan utiliza muchas comparaciones, muchas metáforas, habla mucho en primera persona y claro, esas cosas no puedes ponerlas en un guion, porque es imposible, transmitirlas en imagen. Por ejemplo, cuando dice que Jon le mete una hostia con la mano abierta como si la cabeza diera 350 vueltas, eso no puedes trasladarlo exactamente.

Entonces yo creo que eso ha sido lo más complicado, porque creo que lo que es la propia trama y la historia ha sido bastante fácil, ya que Juan escribe de una manera muy visual. Para mí lo más complicado, y el reto mayor ha sido llevar la cabeza de Antonia Scott.

SC: Exactamente, por la historia es muy tangible, muy visual, pero una de las partes claves de la novela es cómo funciona la cabeza de Antonia. Entonces está realmente bien conseguido, además haciéndolo de muchas maneras diferentes sin ser repetitivo, ¿Cómo lo has trabajado?

KS: Lo que hemos intentado ha sido no repetirnos, es decir, que la cabeza de Antonia funcionara de una manera analítica, deductiva, pero también a veces de una manera muy emocional. Y hemos intentado que en cada capítulo no se repitiera la misma fórmula, es decir, en el primer capítulo hace desaparecer las paredes para centrarse en el cadáver, en el segundo levita y ordena los objetos en la habitación de Carla en departamentos mentales, en el segundo también conduce de cabeza, de memoria, etc.

Entonces hemos intentado que en cada capítulo la representación de la mente de Antonia esté adecuada a lo que está contando en ese momento, y no hacer siempre el mismo juego visual. En ese sentido mucha gente nos hemos tenido que devanar mucho los sesos, porque al final lo bueno es que hablas en la cabeza de la persona más inteligente del mundo, pero nosotros éramos ocho personas pensando. Porque el departamento de arte ha sumado, el departamento de efectos visuales ha aportado mucho, y ha habido mucha conversación.

Para mí ha sido lo más divertido como reto a lo que enfrentarme, porque yo tampoco había rodado nunca a alguien levitando o quitando objetos mentalmente. Y para Vicky ha sido también muy divertido, porque ella nunca ha rodado este tipo de cosas y entonces tenía que hacer literalmente un acto de fe. Yo le decía a Vicky, ahora va a pasar por delante de ti un mono, va a cruzar por detrás, tienes que mirar aquí, el mono va a subir ahí, etc. Y me decía, vale, yo te creo, Koldo, voy a hacer lo que tú me digas, y luego me dices si está bien o mal. O le decía, reacciona más violentamente y me decía, hostia, si luego el mono que me ponéis no es tan violento, va a quedar ridículo. Entonces en ese sentido Victoria hizo un acto de fe total y bueno, funciona muy bien todo.

REFERENCIAS PARA DIRIGIR

SC: ¿Qué referencias o qué tipo de cine o directores has inspirado para hacer Reina Roja? O antes de empezar a rodar, ¿Cómo te imaginabas, a qué cosas te gustaría parecerte a Reina Roja como resultado?

KS: He intentado ver muchas cosas para intentar no parecerme a nada en concreto. Hablé con Juan, y me vi los Sherlock Holmes de Guy Ritchie, también el Sherlock de la BBC, incluso cosas como Lucy (2014) de Luc Besson. Cosas a las que podía parecerse, pero justamente teníamos que evitar parecernos.

No he ido a buscar nada concreto para que se parezca o para que recuerde a algo, sino que bueno, yo soy un amante del cine, tengo un background detrás que muchas veces no me doy cuenta y quizá alguien me dice: “menudo guiño a no sé qué”. Y digo, hostia, pues no era deliberado, igual ha salido sin querer.

Hay un guiño deliberado en toda la serie que es Vértigo, porque Hitchcock es verdad que ha estado ya desde base como muy en el guion. Para empezar porque no queríamos hacer un thriller oscuro o monocromático como se hace por ejemplo en el norte de Europa, sino que queríamos volver un poco a las raíces clásicas y hacer un thriller luminoso, cielo azul, color, luces, etc. Quiero decir, no hemos evitado el color, por decirlo de alguna manera, entonces Hitchcock sí que planea un poco sobre toda la serie.

SC: Y es muy evidente también el guiño a M, el vampiro de Düsseldorf (1931) ¿no?

KS: Ah, bueno, el silbido. Por supuesto, eso es cosa mía, porque es cierto que por guion ya venía que Ezequiel silbaba. Y de repente dije yo, hostia, creo que es el mejor momento. O sea, tenemos a un señor que secuestra a la gente y que secuestra a un niño. ¿Por qué no homenajeamos a M?

Pero sobre todo porque además la melodía es muy reconocible. Ya no tanto por M, sino porque es una melodía que todo el mundo conoce, que es muy fácil. A ver, mucha gente no va a conocer la película de Lang, pero va a conocer la melodía. Incluso igual alguien la relaciona pues con La red social (2010) de Fincher, que también salía una versión en la escena de la regata. Pero quiero decir que es una melodía que es muy reconocible y que es muy fácil quedarse con ella y que es curioso porque funciona muy bien de una manera lúdica y a la vez terrorífica. O sea, cuando camina por el bosque Ezequiel silbando solo esa melodía te acojona y es guay. Pero sí, sí, claro que lo hicimos por M, el vampiro de Düsseldorf, por supuesto.

SC: Y también hay elecciones de canciones, ¿sabes? Un poco que llaman la atención, como el chotis de Madrid, como el maquillaje de Mecano, ese tipo de elecciones. ¿Por qué?

KS: Algunas son cosa mía, otras no, pero Amaya es clave en esto también. La explicación es que siempre tuvimos claro que Madrid era un personaje más, que es una obviedad, entonces nos parecía interesante que la música estuviera relacionada con Madrid, en este caso quizá con la movida madrileña. Entonces, de repente, pues bueno, hemos hecho una versión de Golpes Bajos, que no son madrileños, pero bueno, que también estaban en la movida. Hemos hecho una versión de “Maquillaje” de Mecano, y por supuesto hemos utilizado el chotis madrileño más clásico para un momento muy violento. Entonces sí que es cierto que iba por ahí la idea de jugar con esas músicas, sobre todo por representar Madrid.

EL UNIVERSO LITERARIO DE REINA ROJA

SC: Esta historia pertenece a un universo literario muy grande, tanto anterior como posterior. Entonces imagino que los dos libros que quedan de Antonia y Jon los habrás trabajado, porque dices que quieres hacer la segunda temporada, y ya no solo por eso, sino de cara a esta para construir mejor a los personajes.

KS: A mí me encantaría hacer la segunda, pero esto es muy difícil. Pero respecto a los libros es muy interesante, porque cuando entro ya en los guiones, y luego leo Reina Roja, descubro que hay cosas en guion que no son de Reina Roja.

Luego ya me leo la trilogía entera y claro, para nosotros es una suerte tener los tres libros escritos antes de escribir los guiones porque podemos coger elementos del tercer libro como el personaje de Eduardo Noriega, que es un personaje que aparece en Rey Blanco. O por ejemplo cosas relacionadas con la madre de Antonia, en definitiva, ir trayéndonos cosas de otros libros porque ya tenemos un global. Juan lo tuvo más difícil porque escribió uno, escribió luego el segundo y el tercero, pero es cierto que nosotros hemos tenido esa suerte con lo cual obviamente yo me he leído los tres libros antes de empezar Reina Roja, por supuesto.

LA DIRECCIÓN EN LAS SERIES

SC: Este tipo de sagas, a veces sucede que cada capítulo la dirige una persona, tú has dirigido todos menos el cuatro.

Koldo Serra: Si, el cuatro y una parte del seis lo dirige Julián de Tavira. Aunque yo también he rodado cosas del capítulo cuatro y del seis, pero también él ha rodado cosas de otros capítulos, porque al final las producciones cinematográficas, o televisivas, muchas veces dependen de las localizaciones. Entonces, como también tenemos un tiempo para acabar el rodaje, hubo veinte días que coincidimos dos unidades a la vez.

Por ejemplo, la trama de Ladybug, en la trastienda de la tienda de tatuajes donde está el padre, eso lo rodó Julián, las escenas de esa localización de todos los episodios. Entonces yo he rodado casi todo, pero los capítulos cuatro y seis son de Julián y son brutales, el momento de la tortilla es magistral y soy muy fan de los capítulos que él ha hecho.

SC: ¿Hay veces que hay directores que se encasillan en sagas o series largas ¿te gustaría combinar la saga Reina Roja a la vez con otros proyectos tuyos personales, o centrarte de momento únicamente en este proyecto?

Koldo Serra: Me encantarían las dos cosas, me encanta estar con Reina Roja porque de verdad creo que es una saga muy guay, muy divertida de rodar y sobre todo con dos personajes que dan para hacer diez novelas sobre ellos. Porque al final Jon y Antonia son increíbles y Victoria y Hovik perfectos para interpretarlos, y me da igual que cuentes lo que cuentes, que si vas en la mano de ellos es más interesante. Entonces lo que me gustaría es intentar combinar las temporadas de Reina Roja con proyectos personales, lo que pasa es que no siempre el tiempo entre temporada y temporada te da como para meterte a hacer una película.

SC: Bueno, respecto a este tema tuyo personal, desde tu ópera prima no diriges y escribes a la vez, así que tú ya has dirigido, ¿es porque estás más como solamente haciendo una cosa? ¿O si te gustaría volver a hacerlo?

Koldo Serra: En total sinceridad, es porque soy muy mal escritor, entonces siempre intento rodearme de gente que sepa más que yo para escribir y luego yo dirijo. Estoy muy cómodo dirigiendo, me gustaría escribir más, me gustaría coescribir, pero no siempre se puede, entonces hay veces que te llega un guion y de repente dices, hostia, esto podría ser mío. Por ejemplo, mi película 70 binladens (2018), es un guion escrito a seis manos, pero realmente es muy, Koldo Serra, en el sentido de que cuando lo leí dije, esta historia me hubiera encantado escribirla a mí, con lo cual sé que puedo aportarle cosas.

Entonces en ese aspecto uno no elige siempre los proyectos que dirige, pero como te mandan muchos guiones, pues hay veces que se acercan a mi identidad o sensibilidad o a lo que le gusta a uno. Pero creo que no soy muy bueno escribiendo, trabajo siempre muy mano a mano con los guionistas y les cuento cómo lo voy a hacer o qué le voy a dar, y evidentemente, pues si no tienen ningún problema ellos, yo para adelante.

LOS GUSTOS DE ANTONIA Y JON

SC: Como amante del cine que eres. ¿Qué película te imaginas que le encantaría o sería la favorita de Antonia Scott y de Jon Gutiérrez? Y también para finalizar ¿Qué película recomienda Koldo Serra a toda la gente que le haya encantado Reina Roja?

Koldo Serra: A Jon Gutiérrez hemos marcado algo en la serie. Si te fijas en su habitación, tiene un póster del Halcón Maltés (1941), tiene tres posters de pelis de Bogart. Siempre pensamos o imaginamos que Jon es un amante del cine de detectives de los 50, posiblemente también inculcado por su madre. Y además él tiene este rollo del traje, ir siempre impecable y tal, por lo que nos gustaba mucho la idea de que ese tipo de películas le gustasen.

Y Antonia… es que es una tía que no tiene ni televisión, al final tira de iPad para sus investigaciones, pero es una persona que dedica tres minutos al día a ver cómo se suicidaría. Además, por el momento que está pasando no creo yo que se vaya a una sala de cine. Es que Antonia yo creo que racionaliza todo tanto, que no sé yo si podría disfrutar de las películas. Es como esa gente que se está fijando en cómo está rodada, los que nos dedicamos al cine y a la tele, muchas veces no lo disfrutamos porque estamos pensando más en cómo está hecha que en lo que está pasando. Tendría que darle una vuelta, o también podríamos preguntarle a Victoria o a Juan.

Respecto a qué película recomendaría a la gente que le ha gustado Reina Roja, yo sé que Juan siempre ha tenido muy en mente las pelis de superhéroes para pensar en Jon y Antonia. Yo creo que él, antes que en Holmes y Watson, pensaba más en Batman y Robin. A Juan le gustan mucho las buddy movies, donde hay dos polis protagonistas. Películas como las de Arma letal (1987) de Donner, Límite: 48 horas (1982) de Walter Hill, donde además la pareja tiene una especie de contrapunto cómico. Porque lo bonito también para mí de Antonia y Jon es que no va a haber nunca una tensión sexual no resuelta como ocurre otras veces, al final ellos tienen que entenderse por cómo son ellos. También creo que en la serie hay mucho de El silencio de los corderos (1991).

Pero hay muchas, es igual a lo que te decía antes, el momento hitchcockiano que te digo de Vértigo (1958), hay un momento en el capítulo tres al final, cuando van a casa de Antonia, que Jon está en la ventana con el neón, se gira, sale ella del cuarto baño y Kim Novak saliendo vestida rubia con Jimmy Stewart girándose. De hecho, reconozco que la planifique exactamente igual, la secuencia está rodada igual, los tiempos exactamente los mismos, lo único que cambio el neón verde por el rojo por razón es obvias. Y la fascinación es porque por fin ve a Antonia vestida, vamos a decir, de una manera más guapa que lo que utiliza normalmente, que siempre viste de blanco y negro.

Comparación de Antonia Scott (Vicky Luengo) con Kim Novak

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