Entrevistas

Dani Jiménez – 28/05/2023

Kromic Bruck: “Si pudiera viajar en el tiempo, iría a darle un abrazo a mi madre”

Desde Historia del Cine.es, hemos tenido el inmenso placer de charlar con el gran Kromic Bruck. Después de haber obtenido un gran éxito con su ensayo sobre los Masters del Universo, El Poder de los 80, Kromic Bruck nos habla de su primera novela como escritor: Proyecto: Retorno 80.

A lo largo de esta entrevista, reflexiona sobre los desafíos que ha enfrentado al llevar a cabo este proyecto, al tiempo que profundiza en temas como la nostalgia y la amistad. Queremos expresar nuestro sincero agradecimiento a Kromic por su gran generosidad y disponibilidad al concedernos esta entrevista.

Kromic Bruck

Kromic Bruck

Idealización de los 80

Daniel Jiménez/Historia del Cine.es: A veces se usa como crítica la idealización que se tiene en la ficción de ciertas épocas como la de los ochenta, cosa que no debería por qué ser algo malo. A nivel personal, ¿consideras que tienes idealizada la década de los ochenta?

Kromic Bruck: No es que tenga un pensamiento romántico de los ochenta que me anule ser consciente de todo lo malo que hubo en los ochenta, lo tengo, pero no interfiere a la hora de hablar de la realidad que se vivió en aquella época. No obstante, soy una persona que recuerda como sus años más felices aquella década, que fue cuando transcurrió mi infancia. Tuve como dos infancias: una dolida por la muerte de mi madre, que fue al final de mi infancia, cuando yo tenía once años. Pero antes de eso, antes de que mi madre enfermara, tuve una infancia enormemente feliz.

Con un padre trabajador al estilo ochentero, es decir, una persona que llevaba dinero a casa y aunque no lo veía mucho, mi padre siempre ha sido un buen hombre. Y luego mi madre me llenaba de cariño y amor, me enseñó a leer antes de ir al colegio, me hizo valorar el arte, me llevaba al cine, etc. Es por eso que considero que tuve una infancia feliz, y es de eso de lo que hablo. No me olvido de que hay gente que desgraciadamente no tuvo una infancia feliz y lo siento por ellos, pero yo hablo de mi infancia.

Siempre digo lo mismo, cuando Robert Zemeckis y Bob Gale hicieron Regreso al futuro (1985), dieron una imagen muy edulcorada de lo que fueron los años cincuenta, porque fue la década de su infancia; algo que tampoco estaba acorde con la realidad que vivió Estados Unidos en aquella época, de la manera tan idealizada como se ve en esa película. Yo hago lo mismo, que aunque en la novela meto puntitos de una realidad que existió (sobre todo en Vallecas), da una idea romántica de los ochenta, porque quería que así fuera.

La importancia de la gente que te quiere

Daniel Jiménez/Historia del Cine.es: Aparte que tú no tuviste una infancia fácil, dado a que tu familia era de clase trabajadora y no es que precisamente te criaras en la abundancia, en lo que se refiere a lo económico. ¿No es así?

Kromic Bruck: La única ventaja que tuve en mi infancia es que estuve rodeado de gente que me quería, pero mi infancia fue muy dura. Mi padre era ganadero, y de hecho fue una época muy dura para la ganadería la de los años ochenta; no ganadero en plan Dallas (1978-1991) o Bonanza (1959-1973), era un hombre que tenía ocho o nueve vacas en una finca en el campo, las ordeñaba y vendía la leche; algo con lo que no hacías una fortuna, desde luego.

Hay una frase que uso en la novela que lo ejemplifica muy bien y es que “ahorraban para economizar los gastos de la casa, con un trozo de queso coronado, con una minúscula porción de membrillo”, eso lo he visto yo en mi casa. Todo se compensaba con el amor que recibí de mis padres y de la gran piña que siempre hemos sido mis tres hermanos y yo. En esa casa de 60 m2, siempre llena de gente y siempre viendo una película todos juntos en el televisor, jugando a juegos de mesa y demás, todo se solventaba con ese amor y ese cariño que se respiraba.

Proyecto: Retorno 80

Daniel Jiménez/Historia del Cine.es: ¿Qué es lo que te ha llevado a escribir Proyecto: Retorno 80?

Kromic Bruck: Mi pasión desmedida por las figuras de acción, mi pasión por las historias de viajes en el tiempo y por lo mucho que echo de menos a mi madre. Si yo tuviera la posibilidad de ir atrás en el tiempo, mucha gente me dice que iría al Corte Inglés o a Galerías Preciado y que cogería todos esos muñecos que ahora valen una pasta y que no tengo…

No te digo yo que no terminase haciéndolo, pero estoy seguro que en el caso de poder ir a los años ochenta, lo primero que haría sería subirme en el autobús 24 en Atocha e ir a ver a mi madre a Entrevías, a mi barrio, para darle un abrazo. No podría evitarlo. Lo único malo, es que alguien podría decirme que no podría hacer eso, por eso de que si lo hago algo puede cambiar, el efecto mariposa, el sonido del trueno… No obstante, con el corazón en la mano, es algo que no podría evitar.

Novela proyecto retorno 80

Portada de la novela

¿Refugio o adicción?

Daniel Jiménez/Historia del Cine.es: ¿Para ti la nostalgia es algo adictivo o es más bien un refugio?

Kromic Bruck: En el libro, hablo de mi visión de la nostalgia a través del personaje de Alonso Bradley. La nostalgia puede ser una putada. La nostalgia es algo que te acerca a la gente que ya no está, y a la vez te mata, porque te recuerda que esa gente no está y te recuerda el dolor que sentiste cuando les perdiste. La nostalgia es a veces una tabla de salvación, que me permite reencontrarme con los que ya no están y revivir ciertos momentos del pasado. Colecciono muñecos porque me recuerdan o más bien me acercan a mi madre, a mi abuela e incluso a gente que sigue estando, como pueden ser mis tíos o mi padre; aunque también me encanta la mitología de los Masters del Universo.

Recuerdo la vez que me regalaron tal muñeco, lo que hice aquella tarde cuando jugué con él, etc. Luego hay una nostalgia puñetera, que va con un cuchillo y que te clava diciéndote “eh, tú estás aquí recordando todo esto, porque no tienes la capacidad de crear nuevos pensamientos y nuevos recuerdos con estas personas que estás echando de menos”, y es cierto. Lo que he visto muchas veces y más que molestarme, hace que me plantee si la persona que me lo formula, piensa realmente lo que está diciendo, que es ponerlo como si fuera una enfermedad mental; es decir, ponerlo como si hubiera algo de siniestro en que un tío de 45 años que trabaja como un titán durante tantas horas a la semana, quien paga sus impuestos, que se preocupa de tener una conciliación familiar como puede, esconde algo por tener esta pasión por el coleccionismo y demás. Son cosas que no sé a qué vienen y encima es que son críticas vacías. Este grupo reducido de personas me  critican por mi pasión, cuando todo el mundo tiene una.

Proceso de escritura de la novela

Daniel Jiménez/Historia del Cine.es: ¿Cómo fue el proceso de escritura de Proyecto: Retorno 80?

Kromic Bruck: El proceso de escritura me llevó todo el año 2022 y los primeros días del 2023. Luego, la documentación, que es algo interesante en la novela porque quería darle un enfoque real dentro de lo imposible, también me llevó bastante. No obstante, reconozco que he movido fechas con efectos creativos, para darle consistencia a la trama y porque lo necesitaba para que funcionaran ciertas fechas que sucedieron realmente; es decir, todo tiene una base real, menos el motivo que lleva a Alonso Bradley al pasado, que es un suceso político que sucedió en España en los años 80, pero del cual he movido la fecha.

He movido de fechas alguna que otra cosa más, pero luego todo el proceso de documentación que aparece en la novela sobre quién aparece y cómo aparece es algo riguroso y que llevó su tiempo. Por lo que en ese proceso de escritura que te comentaba, eran horas que dedicaba tanto a la lectura de la documentación, como a la propia escritura.

La complejidad narrativa de la novela

Daniel Jiménez/Historia del Cine.es: ¿Te fue difícil darle coherencia a la trama, dada la complejidad narrativa de los viajes en el tiempo?

Kromic Bruck: Tengo una ventaja, que es que tengo muy mala memoria para lo reciente, pero memoria fotográfica para las cosas del pasado. Y cuando algo me apasiona y requiere toda mi atención, como este libro que ha requerido tanto tiempo, no puedo cometer errores. No me sucede caer en contradicciones, porque tengo muy bien organizado en mi mente lo que estoy haciendo y recuerdo perfectamente lo que he hecho. Cuando algo demanda toda mi atención, fluye de manera natural.

Es similar a cuando la gente se sorprende cuando los conozco en las firmas de libros y recuerdo sus nombres reales; puedo cometer algún error de vez en cuando, pero en general no ocurre. La escritura de la novela la pude llevar de manera lineal, al mismo tiempo que pude enlazar por ejemplo cosas del final de la novela con algo que se presentaba doscientas páginas atrás. Te das cuenta que casa perfectamente y que tiene todo el sentido del mundo.

El esfuerzo no ha estado tanto relacionado con darle coherencia a la trama, porque la tenía muy clara en mi cabeza desde el principio, sino con encontrar tiempo para poder escribir. Y, sobre todo, cuando surgía esa inspiración que me impulsaba a seguir escribiendo, no podía irme a la cama; si veía que podía continuar durante otras cuatro horas, lo hacía. Ha sido un viaje duro, la verdad, pero también apasionante, tanto que volvería a pasar por ello. He disfrutado creando este universo y desarrollando estos personajes, algunos de los cuales amo con locura y a otros odio. Especialmente Alonso Bradley, que se convierte en una extensión de mí, de mis miedos y mis inquietudes. Alonso Bradley se ha convertido en un hermano para mí, y ahora no puedo imaginar una vida sin él.

Kromic Bruck entrevista

De vuelta a esa época

Daniel Jiménez/Historia del Cine.es: El libro, ya no es solo que la historia te lleve de vuelta a los ochenta, sino ya con el acabado del mismo y la portada, parece como si  estuvieras cogiendo un libro de aquellos tiempos.

Kromic Bruck: Es exactamente eso. Cuando lo vi por primera vez, obviamente te emocionas porque es tu niño, pero era el libro que yo tenía en mente, porque yo quería un libro que se pareciese a aquellos libros que te encontrabas en la biblioteca del colegio, muchas veces después de que el profesor o la profesora te castigara yendo ahí o te metieras en un embolado.

A mí es cierto que me pasó poco, pero así llegué a conocer a clásicos como Verne, Welles, Dickens o Shakespeare, que recuerdo que me decían que como un niño de mi edad podía llegar a leer a Shakespeare; y recuerdo a un profesor de gimnasia que tuve, que yo no podía hacer gimnasia porque tenía un problema en la columna y me pasaba la hora leyendo, y él me llegó a preguntar que si de verdad sabía de lo que iba Hamlet, por ejemplo. Yo le decía que claro y él “venga, pues dime”, yo se lo decía y él flipaba (Risas). Proyecto: Retorno 80 es como el libro que te podías encontrar mirando en la estantería de la biblioteca, que no tenía por qué ser una joya de la literatura, pero en cuanto menos te lo esperabas, en dos días ya te lo habías fundido. Quería que mi libro tuviera ese espíritu y creo que se ha conseguido.

El esfuerzo desmedido que ha supuesto

Daniel Jiménez/Historia del Cine.es: ¿Cómo ha sido conciliar la escritura del libro, con tu trabajo y con tu vida familiar?

Kromic Bruck: Mira, mi mujer que se levanta muy temprano para ir a trabajar, ha habido noches en las que se ha ido a la cama sin mí porque yo me quedaba abajo escribiendo. Incluso se ha despertado para ir a trabajar y me ha encontrado aún escribiendo. Normalmente ella se levanta muy temprano, alrededor de las seis de la mañana, pero en ese día en particular tenía que entrar más tarde y se despertó alrededor de las ocho. Yo estuve escribiendo durante toda la noche, luego fui a dormir unas horas a las ocho, y después me fui a trabajar hasta las nueve de la noche.

Por eso, a veces me duele tanto cuando menosprecian el esfuerzo diciendo cosas como «cualquiera puede escribir un libro». No estoy hablando de tener talento o si puedo dedicarme a esto o no; eso lo puede juzgar quien lea la novela. Pero el esfuerzo desmedido que he invertido para lograr que esta obra sea como yo quería y sentirme satisfecho con el resultado final, no merece ser desacreditado.

Orgulloso y satisfecho del resultado final

Daniel Jiménez/Historia del Cine.es: Es importante lo que comentas de estar uno orgulloso y satisfecho de lo que ha hecho, ya que de lo demás uno no tiene el control.

Kromic Bruck: Es cierto que es el lector quien debe juzgar la obra y no el propio autor, pero estoy muy orgulloso de lo que he hecho y las veces que lo he leído me ha gustado. Ahora veo que no estoy solo en esa opinión, ya que personas con espíritu crítico como David Galán también me han dicho que les ha gustado mucho. Recuerdo que me dijo, “tío, afortunadamente puedo hablar bien de tu novela, porque me está gustando”. Además, juega a mi favor la imagen que la gente tiene de mí. Ayer vi una video-crítica de un chico en YouTube en la que menciona que no era lo que esperaba, que esperaba una historia paródica sobre viajes en el tiempo y no, se estaba emocionando. Incluso llega a decir algo que consideré como un halago que fue, “que estaba sorprendentemente bien escrita” (Risas). Eso juega a mi favor, ya que la gente esperaba algo más humorístico.

Orgullo Friki

Daniel Jiménez/Historia del Cine.es: Antes, ser friki de algo era utilizado como un ataque, pero ahora es algo que se ha normalizado, tal y como debería haber sido desde siempre. ¿No crees?

Kromic Bruck: Cuando se utiliza de manera despectiva, creo que es algo totalmente desfasado. En los ochenta, los chavales que leíamos tebeos en una edad en la que ya no se solía leer tebeos, te digo, con unos catorce-quince años, sufrimos mucho acoso escolar. No es que leyéramos tebeos porque sufríamos acoso escolar, aunque hay casos en los que los mundos de fantasía del cine, juegos, videojuegos, cómics o libros servían como refugio del mundo que nos rodeaba. A nivel personal, después de la muerte de mi madre, que no fue una época fácil ni en casa ni en el colegio, me refugié en la lectura de tebeos, libros y en los mundos de fantasía en general. Pero sí es cierto que eso a menudo te convertía en blanco fácil, porque erróneamente la gente lo identificaba como un síntoma de debilidad, esa personalidad fantasiosa o soñadora que un chaval podía tener.

Era como si a esas edades lo que debías hacer era empezar a fumar, relacionarte con chicas y salir a pintar garabatos en las paredes, algo que no tenía nada de malo, pero parecía ser lo único que se esperaba de nosotros. Recuerdo un cumpleaños en el que puse La momia (1932) de Boris Karloff para mis compañeros de colegio, y desde ese día me convertí en el tipo más raro de la escuela. Los que teníamos gustos considerados como “raros” no encajábamos, aunque afortunadamente hoy en día todo el mundo puede tener gustos diversos y es aceptado, aunque siempre habrá algún tipo de estigma. Quizás ahora consideran “raro” al niño que no le gustan las películas de Marvel, simplemente porque tiene otros gustos e intereses.

Sobre David Galán Galindo

Daniel Jiménez/Historia del Cine.es: En la presentación de la novela, te acompañaron dos buenos amigos tuyos, como son David Galán Galindo (director, escritor y guionista)  y Carlos Santos (actor). En un momento dado, David comentó que le pasaste poco de la novela durante el proceso de escritura, porque en cierto modo tenías cierto miedo a lo que pudiera opinar, ya que él no suele hacer valoraciones complacientes. Es bueno tener amigos como él, que te vayan con franqueza y respeto a la hora de opinar sobre la obra de uno, ¿no crees?

Kromic Bruck: David vio muy poco de la novela porque él es muy crítico consigo mismo y con su trabajo, lo cual le ha llevado a ser tan bueno en lo que hace. También es crítico con el trabajo de los demás, pero lo hace de forma respetuosa. Es un crítico respetuoso, pero sí que me diría que no lo veía o bueno, me lo dejaría caer de una forma o de otra. Esto lo sé, porque me ha criticado cosas que he hecho, y no pasa nada, tiene que ser así, porque los amigos están para eso, para que te pueda servir de ayuda.

Lo único que uno no tiene que aguantar es la crítica irrespetuosa y que no parte de una objetividad, y que a fin de cuentas acaba siendo un ataque. Esas críticas que van hacia la persona y no hacia su obra, me parece que pierden toda su valía. Pero David es un crítico constructivo, por lo que le hice llegar muy poquitas cosas.  Cosas de las que por una parte podía estar más orgulloso o de algún cameo de algún conocido en común que he ido dejando en la novela.

Él me dijo que estaba muy bien, que le había gustado lo que había leído, pero mencionó los diálogos en negrita; algo que sabía que iba a mencionar sí o sí (Risas). Me dijo: «Cuidado, no te digo nada, puede que estés creando algo». Yo le expliqué que había una razón detrás de eso, y es que en los años 80, muchos de los libros que leíamos tenían los diálogos en negrita, especialmente en la literatura infantil y juvenil. Decidí incluirlo porque quería que los lectores retrocedieran a esa época en todos los sentidos al leer el libro. Desde la historia misma que se cuenta en la novela, hasta la portada que ha creado el gran Hugo García.

Su inesperada amistad con Carlos Santos

Daniel Jiménez/Historia del Cine.es: A su vez, has acabado teniendo una gran amistad con Carlos Santos. ¿Cómo fue tenerlo en la presentación apoyando tu novela?

Kromic Bruck: Carlos Santos, se ha convertido en los últimos años en uno de mis mejores amigos. Ganador de un Goya, con el que me he reído muchísimo y con el que me sigo divirtiendo muchísimo. Le digo a menudo a mi mujer, el “¿quién iba a decirme que acabaría queriendo tanto a una persona que veía por la tele en su momento y la que me hacía pasármelo tan bien? Carlos es uno de mis actores favoritos, no solo porque sea mi amigo, sino porque realmente lo creo. Conté con él para la presentación y pasó dos horas enteras firmando junto a mí, todo por pura amistad.

Carlos Santos

David Galán Galindo, Kromic Bruck y Carlos Santos

Daniel Jiménez/Historia del Cine.es: ¿Es verdad que os conocisteis a raíz de vuestra pasión por los Masters del Universo?

Kromic Bruck: Sí, él siempre ha sido fan de los Masters del Universo. Recuerdo que hace muchísimos años, Carlos había doblado una película para Warner y en una entrevista de promoción, mi suegra me llamó para decirme que había visto al actor que interpretaba a Povedilla mencionando que le gustaban los Masters del Universo. Años después, me encontré un video en internet que, creo que compartió una asociación de amigos de los Masters del Universo, donde vi a Carlos celebrando su cumpleaños en el set de rodaje de Los hombres de Paco (2005-2010) con una camiseta de los Masters del Universo.

Más tarde, cuando ya estaba en Twitter y ni siquiera sabía que él tenía una cuenta, noté que comenzó a seguirme debido a los tweets que publicaba sobre los Masters del Universo. Fue en 2020 cuando contacté con él por primera vez para ayudar a David en un «video promocional», que resultó ser una reunión de amigos sobre Orígenes Secretos (2020), la película de David. Desde entonces, Carlos se ha convertido en uno de mis mejores amigos. Estoy muy agradecido de que Carlos Santos haya entrado en mi vida y desearía que todos supieran qué tipo de persona es, además de ser un talentoso actor.

Cuando Alex de la Iglesia te escribe el prólogo

Daniel Jiménez/Historia del Cine.es: Por otro lado, has llegado a tener de amigo a uno de tus cineastas favoritos, como es Alex de la Iglesia. ¿Cómo ha sido que haya acabado haciendo el prólogo de tu novela?

Kromic Bruck: Que haya hecho el prólogo de la novela, que hayamos jugado al Heroquest en su casa, y que siempre que nos vemos nos besemos y abracemos, es algo que todavía me parece increíble. El prólogo que ha hecho para el libro es súper bonito, donde habla de cómo nos conocimos. Aunque nuestra relación no sea tan estrecha como la que tengo con Carlos, que es completamente diferente, le tengo un gran cariño y aprecio.

La noche que estuve jugando al Heroquest con él, le dije que estaba acordándome de las tres veces que fui a ver El día de la bestia (1995) en los cines de mi barrio, los Cines Excelsior de Vallecas. Además, tuve que ir solo las tres veces porque nadie quería ir a verla conmigo, porque era cine español; fíjate, cine español, y luego ha acabado siendo una película de culto total. Pues eso, que quién hubiera imaginado que terminaría teniendo una amistad con Álex, un director cuyo cine admiro y cuyos finales me fascinan personalmente, a pesar de las críticas que suelen recibir.

Posible adaptación cinematográfica de la novela

Daniel Jiménez/Historia del Cine.es: Por último, ¿qué te parecería una posible adaptación cinematográfica de la novela?

Kromic Bruck: Lo veo tan improbable, pero como se adaptan tantas novelas, la temática es tan interesante y la gente en Twitter ve que tengo relación con gente del cine, pues algunos lo dan por hecho; estoy abierto a ofertas, no obstante (Risas). Pero digamos que si en vez de haber escrito yo Proyecto: Retorno 80, la hubiera escrito Arturo Pérez-Reverte, pues desde luego que también me gustaría poder ver esa película; quiero decir, no es porque la haya escrito yo, sino porque creo que la historia valdría la pena llevarla al cine. De hecho, al leer la novela, te das cuenta que es como un guion con mucha descripción de entorno y de situaciones. Por lo que sería un sueño para mí.

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