Wong Kar-wai: biografía, estilo de su cine y mejores películas
Desde Historia del Cine.es, hemos decidido dedicar un artículo a uno de los más virtuosos e interesantes directores de cine de las últimas tres décadas. El cine hongkonés no se puede entender sin la figura de Wong Kar-wai, ni en el propio cine vanguardista de las últimas décadas. Siendo un realizador que maneja la poética visual y el lenguaje cinematográfico como muy pocos de su generación, Kar-wai ha conseguido ofrecernos innumerables obras maestras, como pueden ser Chungking Express (1994), Deseando amar (2000) o 2046 (2004), entre muchas otras.
A lo largo de este artículo intentaremos indagar en la figura de Wong Kar-wai, en su estilo cinematográfico y en las temáticas predominantes de su cine. Sin duda uno de los artículos más fascinantes de los que hemos hecho desde la web, dada a la magnitud y la brillante obra del protagonista. Esperamos que os sirva para poder saber aún más sobre el director si ya eres conocedor de su cine o si en cambio la desconoces, darte razones suficientes como para que te adentres en su maravilloso universo cinematográfico.
Biografía
Wong Kar-wai (nacido el 17 de julio de 1958 en Shanghái, China) pertenece a una familia de inmigrantes chinos, que emigró a principios de la década de los sesenta de Shanghái a Hong Kong. No fue fácil ni para él ni para su familia adaptarse a los diferentes dialectos y culturas de Hong Kong; algo que marcó tremendamente al director, y que lo ha llegado a plasmar en innumerables obras.
Incapaz de hablar cantonés, el idioma local de Hong Kong, el joven Wong Kar-wai tenía problemas para comunicarse con la gente, y por consiguiente para socializarse y entablar amistades. Lo mismo le sucedió a su madre, y el cine se convirtió en el refugio de la madre y del propio Kar-Wai.
“Era algo que podía entenderse más allá de las palabras. Era un lenguaje universal basado en imágenes”
Wong Kar-wai
Aunque Wong Kar-wai es considerado como un director de cine de autor, en realidad es un director que ha bebido de muchos géneros cinematográficos, yendo desde el melodrama hasta el cine de gánsteres. El director estudió diseño gráfico en la Universidad Politécnica de Hong Kong, donde ingresó en un curso específico para futuros diseñadores y directores de producción televisiva.
A posteriori, Kar-wai fue de los tantos directores que surgió de la ola creativa que inundó la industria cinematográfica hongkonesa durante los años ochenta, donde se llegaron a producir hasta 200 películas al año. Jóvenes directores con influencias occidentales, como Ann Hui, Tsui Hark y Patrick Tam, comenzaron a hacer películas que distinguían su trabajo de las principales producciones de estudio de Shaw Brothers y Golden Harvest.
Al igual que pasó con directores como Quentin Tarantino y Stanley Kubrick, Wong Kar-wai nunca fue a la escuela de cine, y comenzó su carrera cinematográfica como guionista. Durante esta época, el director trabajó principalmente en películas de acción; ya que al final, eran las películas más comerciales y las que más repercusión tenían a nivel internacional.
En aquellos años como guionista, hay que destacar el film llamado Final Victory (1987), dirigida por Patrick Tam; por la cual, su guion le valió una nominación en la séptima edición de los Hong Kong Film Awards.
Dos años después de Un mañana mejor (1986) de John Woo, que convirtió el género de gánsteres en un éxito de taquilla, Wong Kar-wai hizo su debut como director con El fluir de las lágrimas (1988); una sutil pero muy estilizada pieza de gánsteres protagonizada por dos jóvenes matones, interpretados por Andy Lau y Jacky Cheung.
Al principio de su carrera, Kar-wai entabló una relación con el también director de Hong Kong, Jeff Lau. Juntos, formaron la productora In-Gear. La productora le permitió margen de maniobra para poder financiar sus propias producciones, al margen de los títulos que predominaban por aquel entonces, en el ámbito más comercial del cine de Hong Kong.
Estilo del cine de Wong Kar-wai: su universo
Importancia del color
Las películas de Wong Kar-wai destacan por la sensibilidad de la que se ven impregnadas tanto a nivel estético y sonoro, como por la propia narrativa de las diferentes tramas. Las películas del director hongkonés son un festín para los sentidos y ese festín comienza con su uso de los colores. Los fotogramas están impregnados de colores que evocan el estado de ánimo y las emociones. Frecuentemente, hace uso de colores cálidos (rojo o amarillo) y fríos (verde o azul) para llenar el marco. El uso del color en el cine de Wong Kar-wai es fundamental, dado a que ayudan a establecer el ánimo de la escena en concreto. Todo ello haciendo, junto con otros aspectos técnicos como pueden ser la música o el propio montaje, que cada fotograma adquiera cierta sensibilidad artística.
Del mismo modo, suele hacer uso de una fotografía muy saturada de tonos profundos y significativos, que acaban esbozando una poética visual arrolladora. Wong Kar-wai es un director profundamente visual, donde el lenguaje y el ritmo cinematográfico es la esencia misma de la historia que quiere abordar. El director sabe como nadie, que una buena película se debe de contar por sí sola, sin depender en exceso del guion.
Fotograma de 2046 (2004)
Profundidad de campo y perspectiva
Otro aspecto a destacar en cuanto al estilo del cine de Kar-wai, es la profundidad de campo que consigue con el uso de diferentes tipos de lentes. El director no sigue unos varemos convencionales y no suele utilizar lentes de distancia focal media, sino que Wong Kar-wai se decanta por utilizar lentes de gran angular y de distancia focal muy baja, con el fin de alterar el espacio que se está captando, creando así que la sensación del espectador vaya trasmutando y sumergiéndose en parajes casi oníricos.
Esto lo podemos llegar a ver, por ejemplo en Fallen angels (1995), es recurrente la utilización de lentes de gran angular y de la cámara en mano. También lo podemos ver en Deseando amar (2000), donde el director le da mucha importancia al juego de muros y paredes, hasta el punto de que con frecuencia obstruyen la profundidad de campo.
En el siguiente vídeo de Fallen Angels (1995) se puede ver el uso del gran angular a partir del segundo 43.
Escena de Fallen angels (1995)
El uso de la cámara en mano
Wong Kar-wai y Christopher Doyle (su director de fotografía habitual) han optado muchas veces por rodar con cámara en mano, generando ese frenesí tan particular de la Hong Kong del universo cinematográfico del director. El uso de la cámara en mano también es usado por Kar-wai para contar las diferentes historias de los personajes, intentando conseguir adentrar al público en la mente de cada protagonista. Lo podemos ver por ejemplo en Días Salvajes (1990), donde se consigue una total armonía improvisada en cada secuencia, haciendo uso de este recurso cinematográfico.
Sin embargo, la película rodada con cámara en mano más destacada de su filmografía, sería la grandiosa Chungking Express (1994). El uso de la cámara en mano, encaja perfectamente en el entorno urbano lleno de gente y tenso donde se desarrolla la acción. Por otro lado, también proporciona cierto tono naturalista a la trama, tal y como pasa en Chungking Express (1994).
Manipulación de la velocidad de la escena
Otra característica primordial del estilo como director de Wong Kar-wai, es el ralentizar ciertos fragmentos de una escena, para así captar con mayor efusividad un furtivo instante de los diferentes personajes. Kar-wai filma con frecuencia a cámara lenta o rápida para lograr diferentes efectos. Con la ayuda de sus directores de fotografía, ha creado una serie de técnicas para lograrlo. La primera es que hace que sus actores se muevan lentamente mientras filman a una velocidad inferior a los 24 fps normales, lo que da como resultado que varias personas se desenfoquen con el transcurso del tiempo, moviéndose a una velocidad más rápida que los actores; ya sea en primer plano o en segundo plano.
Esta técnica se ejemplifica en Chungking Express (1994), en la icónica escena en la que el policía 663 está bebiendo café y Faye solo lo está mirando. Las escenas se filman a una velocidad de cuadro más lenta, para que la acción parezca más breve. Esos cuadros luego se editan por pasos a una velocidad más baja en la posproducción, lo que da como resultado que la acción tenga, una vez más, su duración en tiempo real. A medida que las imágenes parecen fluir unas sobre otras, se produce un efecto distorsionado, confuso y atmosférico, ya que la acción parece transcurrir a cámara lenta cuando en realidad no es así. Esta técnica es evidente en Happy Together (1997) en las escenas nocturnas de Buenos Aires.
En el siguiente vídeo se explica esta forma de filmar tan peculiar.
Velocidad y tiempo en Chungking Express (1994)
Discreta Iluminación
La tendencia habitual en el cine es que los cineastas utilicen iluminación de clave alta para crear un bajo contraste entre las áreas más brillantes y las más oscuras. Sin embargo, Wong Kar-wai usa una técnica alternativa llamada iluminación de bajo perfil, que crea un contraste más fuerte y sombras más nítidas y oscuras. En Las cenizas del tiempo (1994), esta técnica se vuelve obvia en la representación de Murong Yin/Yang de pie en el desierto, con la imagen llena de secciones extremadamente oscuras y claras.
Esta técnica también se utiliza como simbolismo. Por ejemplo en Deseando amar (2000), se utiliza una iluminación tenue para ejemplificar el vacío en la vida de Chow, como en la escena en la que sube una escalera con poca luz. En cuanto a la estética, se utiliza una iluminación tenue para crear una atmósfera genuinamente de cine negro, como es el caso de Fallen Angels (1995) donde la técnica impregna la película.
Temáticas de su cine
La soledad
Hay un denominador común en todas las películas de Wong Kar-wai, y es que cada uno de sus personajes sufren de una terrible soledad en sus vidas, al punto de que en muchas ocasiones esa soledad es tan grande, que no puede ser comprendida ni satisfecha por ellos mismos. Sus otros sentimientos son reprimidos por esta sensación de soledad, hasta el punto de que se crean tensiones emocionales, que suelen provocar que los personajes no puedan comprometerse o, en algunos casos, acaben abandonados cuando menos lo esperan.
- En Días Salvajes (1990), Yuddy seduce a dos mujeres diferentes. Sin embargo, a medida que su crueldad y su naturaleza de playboy se vuelven evidentes, tanto él como las mujeres se embarcan en diferentes viajes emocionales.
- En Deseando amar (In the Mood for Love) (2000), el sentimiento de soledad se acentúa aún más a través de la sensación de anhelo que sienten Chow y Su, pero nunca parece materializarse.
- En Chungking Express (1994) y Fallen Angels (1995), la soledad deriva de la sociedad urbana moderna. Los personajes, a pesar de la alta densidad de población de Hong Kong, no pueden conectarse con nadie y terminan solos, al menos sentimentalmente.
Kar-wai incluso usa el sonido para presentar la soledad de sus personajes, como en Las cenizas del tiempo (1994) donde cada personaje tiene su propia música que refleja su idiosincrasia única, pero también su soledad.
La poesía de la vida cotidiana
En las películas del director Hongkonés, siempre parece volverse inexorablemente a la poesía que reside en la vida cotidiana y a la angustia existencial palpitante. Sus películas enfatizan el carácter, el estado de ánimo y los detalles sobre la trama, tal y como él lo describió en una ocasión:
In the mood for love (Deseando amar) (2000)
“El cine puede ser el aroma cítrico de una naranja pelada, el tacto de una piel cálida a través de una media de seda; o simplemente un espacio oscuro bañado en anticipación”
Los filmes de Kar-wai ilustran la forma en que los objetos y lugares cotidianos adquieren un significado extraordinario a través del poder del anhelo.
Esta preocupación por los detalles íntimos, la luz de una lámpara de cascada ostensiblemente kitsch, la fecha de caducidad de una lata de piñas enlatadas o la forma en que el humo sale de un cigarrillo, dan a sus películas su lirismo incomparable y su singular capacidad para reflexionar sobre el flujo despiadado del tiempo.
El sentido de la nostalgia
La sensación de nostalgia y anhelo, y el dolor que emana de ellos, es otro tema que aborda constantemente Wong Kar-wai a través de su cine. Es decir, el que se da por un pasado incumplido, por oportunidades perdidas, por las posibilidades que nunca se materializaron o el tiempo que nunca volverá a las manos del que lo hizo trizas. Este sentimiento deriva del concepto de cambio y su inevitabilidad, en los ejes de antes y después.
En Días Salvajes (1990) y en Deseando amar (2000), el director recrea el Hong Kong de los años 60, que representa su período de su infancia real y, por lo tanto, la nostalgia personal por una época pasada, que es expresada a través de sus personajes. Como están moldeados por el pasado, se dan cuenta de que ese pasado ha caducado y, por lo tanto, sienten que la nostalgia les aploma.
Búsqueda de la identidad
Otro tema recurrente es el referido a la búsqueda de la identidad personal de sus personajes. Los personajes de Wong Kar-wai están constantemente lidiando con crisis internas, derivadas en muchas ocasiones por la falta de identidad y propósito en sus vidas. La búsqueda de la identidad y de lo que representan en el contexto en el que viven, es algo fundamental para entender el universo de este director.
Una de las películas que lo ilustra con más notoriedad es sin duda Chungking Express (1994). Wong Kar-wai habló en su día acerca de este elemento que se aborda en esta obra en concreto:
“Los personajes a menudo se van o están a punto de irse a otro país, y hay imágenes recurrentes de aviones, pasaportes, aeropuertos, aviones de juguete y azafatas. Junto a este movimiento transnacional físico, hay un énfasis paralelo en la movilidad transcultural virtual. La película juega activamente con ideas de identidad al invertirse en códigos culturales de fuera.
Estas dos trayectorias paralelas (la internacional y la intercultural) están estrechamente vinculadas y ambas pueden considerarse dentro del contexto de la formación de la identidad”
Mejores películas de Wong Kar-wai
Días Salvajes (1990)
Es la primera entrega de lo que sería la trilogía del desamor del director, seguida de la imperial Deseando Amar (2000) y finalmente con 2046 (2004). Pese a que el estilo de Wong Kar-wai ya estaba bastante definido en su debut como director con El fluir de las lágrimas (1988), fue con Días Salvajes (1990) donde el director encontró la senda que seguiría hasta la fecha.
Es una historia de anhelo y desamor, donde un joven protagonista se ve envuelto en un triángulo amoroso que le llena y le consume a partes iguales. La soledad aploma al personaje, que es incapaz de conciliar el secreto tan abrumador que le ha confesado su madre. La película rebosa sensualidad, melancolía y evidentemente, una tremenda soledad por parte de todos los personajes.
Si deseas saber más sobre esta película lee nuestro análisis sobre Días Salvajes (1990).
Escena de la película
Fallen Angels (1995)
Fallen Angels (1995) rescata las diferentes historias que quedaron descartadas para Chunking Express (1994). Es como una continuación y un film no se puede entender sin el otro, aunque Fallen Angels (1995) es mucho más tétrica y desazonadora en su conjunto. Esta es la película donde Kar-wai llevó hasta las máximas su manera de hacer y entender el cine. Es una película que juega continuamente con las perspectivas de campo y los recursos de cámara, siendo una magistral obra magna del director.
Es la más heterogénea de todas y en la que más libertad se da el director para experimentar, mezclando la audacia y libertad cinematográfica del cine de Godard, con la poética visual de Tarkovsky. En esta se pierde la esperanza por esa posibilidad de amor y de huida de la terrible soledad de los personajes, que exhibe una belleza encaminada en otra dirección distinta a lo visto antes en su cine. En este análisis, intentamos mostrar una explicación sobre Fallen Angels (1995).
Fotograma del filme
Deseando amar (2000)
La película más icónica de Wong Kar-wai, considerada por muchos como una de las mejores películas del siglo XXI. El desamor y la imposibilidad por llevar esa pasión a buen puerto, se dejan ver como nunca en esta película de una belleza inaudita y absorbente. Es la película más estilizada en todos los niveles, donde la narrativa reside esencialmente en el lenguaje cinematográfico del film.
Cada plano evoca una atmosfera de amor aprisionado entre las paredes en las que transcurre gran parte de la acción. La química entre Tony Leung y Maggie Cheung es apabullante, siendo los dos mejores papeles que han realizado ambos actores; que por otro lado, son sin duda los actores fetiche por excelencia en la filmografía de Wong Kar-wai. Del mismo modo, el diseño de vestuario es maravilloso y muy cuidado y milimetrado, representando a cada uno de los personajes.
Por último, no podemos obviar el papel que juega la música en esta película. El tema de “Yumeji’s” más el “Quizás, Quizás, Quizás” de Nat King Cole, son seña absoluta de este film y están brillantemente introducidos dentro de la narrativa.
Si quieres un análisis más en profundidad, lee nuestra crítica de Deseando amar (2000).
Escena del corredor con Yumeji’s Theme
2046 (2004)
Es la película que pone fin a la trilogía del desamor. Es la que cuenta con la narrativa más compleja y la que abarca mayor número de tramas. A diferencia de su antecesora, es mucho más lúgubre y teñida de una tristeza más sombría. Wong Kar-wai sigue una estructura más bien novelesca, sirviéndose de la propia creatividad del protagonista principal, para trazar una historia fascinante y tremendamente cautivadora.
Los amores del pasado vuelven a la luz, a la vez que vemos el desarrollo y el arco final de los personajes principales. No se la ha recordado tanto a lo largo del tiempo como Deseando amar (2000), pero sinceramente no se queda atrás ni mucho menos, sino que toma sendas distintas. La poética y la nostalgia es muy palpable y todo acaba confluyendo en un final bastante desesperanzador. Tiene todas las señas de identidad principales del director, lo que la hace una obra totalmente imprescindible dentro de su obra cinematográfica.
Se recomienda ver continuado Días Salvajes (1990), Deseando amar (2000) y este film que sirve como epílogo.
Artículo escrito por Dani Jiménez
Referencias:
- Peña, J., Palacín, L., Aguilar, J., Stein, S., Peña, J., Lucena, D., Tadeo, J. and Lucena, D., 2022. Wong Kar Wai y su visión cinematográfica del amor, el tiempo y la soledad. [online] Macguffin007. Available at: <https://macguffin007.com/2019/11/07/cine-wong-kar-wai/> [Accessed 8 March 2022].
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