Martin Scorsese: biografía, características, estilo y todas sus películas

Desde Historia del Cine, llegamos a la conclusión de que tocaba hacer una retrospectiva de uno de los grandes maestros de la historia del cine. Martin Scorsese ha inspirado a hordas de nuevos cineastas, que vieron en su cine una manera única y audaz de hacer cine en la Norte América de la década de los setenta. 

A lo largo de este artículo, trataremos de adentrarnos y ofrecer una perspectiva bastante amplia de la figura y obra del director neoyorkino; desde sus inicios como cineasta, las características y estilo de su cine y su forma de rodar, hasta hablar de sus obras más reseñables de toda su filmografía. Si quieres saber más sobre el gran Martin Scorsese, te recomendamos que sigas leyendo este artículo.

Martin Scorsese
Martin Scorsese

Biografía

Comienzos de Martin Scorsese

Martin Scorsese nace un 17 de noviembre de 1942 en Queens, Nueva York. Como es bien sabido, Scorsese es originario de una familia italoamericana que como muchas, emigraron a Estados Unidos a principios del siglo XX en busca de una vida mejor. De hecho, su nombre original es Martin Marcantonio Luciano Scorsese; por si quedaba alguna duda, de sus raíces italianas.  El joven director creció en el afamado barrio italoamericano de Nueva York, “Little Italy”; donde cultivó gran parte de sus referencias tanto culturales, sociales, religiosas y por supuesto cinematográficas. 

La primera inquietud por la que se dejó llevar Scorsese no era precisamente por el mundo del cine, sino por el mundo de la sacristía; ya que intentó hacerse sacerdote, sin llegar a tener mucho éxito en ello.  Esa temprana inquietud del director por el sacerdocio y por dedicar su vida al culto religioso, tenía más que ver con el paradigma social y cultural que regía por aquel entonces en “Little Italy”.  En una ocasión, el propio Scorsese habló de ello en una entrevista que concedió:

“En aquella época, uno solo podía ser dos cosas: Gánster o sacerdote”.

Por lo tanto, tenía más que ver con un intento del joven director de alejarse lo máximo posible de las malas influencias que habitaban en su barrio. Al intentar sin éxito entrar en la sacristía, Martin Scorsese tomó la decisión de entrar a la Escuela de Cine de la Universidad de Nueva York en el año 1964, donde aprendería el oficio al que se dedicaría hasta el día de hoy. Antes de tomar este rumbo en su vida, Scorsese ya había cultivado un profundo amor por el cine desde bien pequeño. 

Muchas veces ha comentado el hecho de que era un niño asmático y bastante enfermizo; por lo cual sus padres le llevaban a las salas de cine neoyorkinas, ya que era de los pocos sitios donde podía evadirse y disfrutar. Scorsese se maravilló por el cine de Hollywood, especialmente por los Westerns de los grandes de la época como John Ford o Howard Hawks

Durante su época en la escuela de cine, Scorsese aprendió a construir su propio lenguaje y estilo cinematográfico, teniendo como referencias claras a varios géneros y directores de cine. Por un lado y como ya hemos mencionado anteriormente, Scorsese sentía absoluta fascinación por el Western y las películas del Hollywood Clásico. Películas como Centauros del desierto (1956), Ciudadano Kane (1941) o Vértigo (1958), son algunos de las diferentes referencias hollywoodienses que inspiraron al joven director.

La primera película de Scorsese fue Who’s That Knocking at My Door (1967); Un retrato íntimo de la vida en las calles de “Little Italy”.

En ese film, Harvey Keitel interpretó al alter ego de Scorsese, un católico italoamericano astuto pero sensible al que le atormentaba saber que su novia (Zina Bethune) había sido violada. Esta película le valió a Scorsese sus primeras críticas alentadoras, y debido a ello le ofrecieron el puesto de asistente de dirección y editor supervisor de Woodstock (1970) del director Michael Wadleigh; lo que se tradujo en convertir las más de 100 horas de metraje en bruto del concierto de rock de 1969, en una película de 3 horas que  acabaría ganando un premio de la Academia al Mejor Documental.

Scorsese biografía

Scorsese a principios de los años 70

La década de los 70 

A comienzos de la década de los setenta, Scorsese dirigió un documental con el título de Street Scenes (1970) del que poca gente sabe de su existencia, donde mostraba  las protestas contra la guerra de Vietnam que se estaban produciendo por las calles de Nueva York. Luego trabajó como editor en las películas de conciertos como Medicine Ball Caravan (1971) y Elvis on Tour (1972). 

Después de ello, el productor Roger Corman le ofreció dirigir El tren de Bertha (1972)Scorsese aprovechó al máximo la oportunidad esforzándose en conseguir una historia emocionante, aunque en última instancia acabara siendo vacía. El argumento giraba en torno a ladrones de trenes que causaban estragos en el sur durante la época de la depresión económica. 

Seis años después de su inicio en la andadura como director, Scorsese consiguió su primer éxito con la maravillosa Malas Calles (1973). Una película llena de secuencias violentas, diálogos rápidos y música rock estridente; la película era un claro reflejo de lo que serían sus primeros trabajos, por sus detalles realistas y sus interpretaciones naturalistas.

Keitel interpretó a un coleccionista de poca monta para la mafia en “Little Italy”, afectado por la culpa ocasionada por su romance con su novia epiléptica Teresa (Amy Robinson) y frustrado por su incapacidad para controlar a su amigo peligrosamente desquiciado (y hermano de Teresa) Johnny Boy (interpretado por el gran Robert De Niro). Las actuaciones conmovedoras y a menudo divertidas de Keitel y De Niro, fueron las responsables de elevar esta obra de Scorsese de bajo presupuesto, al igual que la atmósfera cinematográfica creada por el director italoamericano. 

Escena de Malas calles (1973)

El lenguaje sorprendentemente franco, la violencia explosiva y las técnicas de cámara tan audaces del director, le pusieron en primera plana dentro del ambiente fílmico de la ciudad de Nueva York. Después de hacer el documental Italoamerican (1974) sobre sus padres, Scorsese se puso a trabajar en su primera película de estudio convencional con Alicia ya no vive aquí (1974). De distinta forma que con Malas calles (1973), Alicia ya no vive aquí (1974) fue un drama efectivo sobre una viuda, Alice (Ellen Burstyn), que viaja desde Nuevo México a California después de la muerte de su abusivo esposo, en busca de una nueva vida.

Habiendo demostrado que podía hacer una película bastante convencional, Scorsese sorprendió a los espectadores con Taxi Driver (1976); un viaje infernal por las calles de Nueva York, a través de la peculiar locura de un veterano perturbado de Vietnam. Brillantemente escrita por Paul Schrader, con la dirección de fotografía de Michael Chapman y musicalizada por Bernard Herrmann (su última película), este inquietante trabajo es tan fascinante como inquietante. De Niro dio lo que se considera como su actuación más memorable,  como el patéticamente alienado pero peligrosamente desquiciado Travis Bickle.

Quizás Taxi Driver (1976) supuso la nominación al Oscar a la Mejor Película más controvertida hasta la fecha de la Academia de Cine de Hollywood. La película obtuvo nominaciones al Oscar a Mejor Actor (Robert De Niro), Mejor Actriz Secundaria (Jodie Foster) y a Mejor Banda Sonora (Bernard Herrmann). Por otro lado, la cinta recibió la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes, que supuso la subida a los olimpos del cine de Martin Scorsese. 

En los posteriores años de la década de los setenta, Scorsese siguió asumiendo riesgos en su carrera como director. Tras haber conseguido cierto estatus y reconocimiento por Taxi Driver (1976), Scorsese se lanzó a rodar un musical protagonizado por Liza Minnelli y Robert De Niro, titulado New York, New York (1977). Siguiendo un estilo propio de las películas del gran Vincente Minnelli, la película no tuvo un gran éxito, ni fue bien valorada por la crítica especializada. 

Es por ello que en los últimos años de esta década, Scorsese quisiera emprender proyectos de otro corte, como fue el rodar conciertos multitudinarios. Tan solo un año después, Scorsese se encarga de dirigir el concierto de despedida de la mítica banda canadiense “The Band”, acompañada de iconos de la música norteamericana como Bob Dylan, Muddy Waters o Van Morrison, entre muchos otros. El concierto se tituló El último vals (1978), siendo uno de los conciertos más memorables jamás grabados.

Taxi driver cine negro

La década de los 80

Scorsese luego haría la brutal pero hermosa Toro salvaje (1980); una adaptación libre por Schrader y Mardik Martin de las memorias del ex campeón de boxeo de peso medio, Jake La Motta.  Este ensayo mordaz sobre el dolor placentero de la violencia se convierte inmediatamente en un clásico por su impresionante cinematografía en blanco y negro, llevada a cabo por Michael Chapman y por su meticulosa recreación de la década de los cuarenta en la ciudad de Nueva York. 

La actuación también fue de primer nivel, como la de Joe Pesci como Joey, el hermano leal de Jake, o Cathy Moriarty como Vickie, la esposa abusada de Jake. Pero es la imponente interpretación ganadora de un Oscar de De Niro como el autodestructivo La Motta, la que llega a cautivar a uno de especial manera. Puede que con Toro salvaje (1980), Scorsese alcanzara su mayor nivel artístico como director; ya que la historia y las interpretaciones son brillantes, pero también es una de las películas más rompedoras e imaginativas de todos los tiempos. Un año después de Toro salvaje (1980), Scorsese volvió a ese Nueva York gris, sucio y violento que habíamos visto anteriormente en Taxi Driver

En 1982, Scorsese estrena El rey de la comedia (1982); protagonizada otra vez por De Niro en la que interpretaba al aspirante a comediante Rupert Pupkin. Felizmente inconsciente de su profunda falta de talento, Rupert practica sus patéticas rutinas de comedia en vano. Finalmente, secuestra a la estrella de televisión Jerry Langford (Jerry Lewis) a cambio de tener sus 10 minutos de gloria en la televisión americana. 

La película fracasó en taquilla, pero desde luego que es uno de los títulos más infravalorados de la trayectoria de Scorsese. La sátira y la brillante trama de la película, sigue siendo hoy una referencia dentro de su cine, pese a no haber contado con un gran éxito en su momento.

Raging bull

Robert De Niro y Jake La Motta

Unos años después, Scorsese volvió a estar al pie del cañón realizando dos nuevas producciones: Jo, ¡qué noche! (1985) y El color del dinero (1986). El primer título fue una comedia que pasó sin pena ni gloria, por las taquillas norteamericanas de finales de los ochenta. En cuanto a El color del dinero (1986), fue una adaptación de la secuela de Walter Tevis, protagoniza por el legendario Paul Newman y Tom Cruise. Después vino la controvertida La última tentación de Cristo (1988), que fue una adaptación cinematográfica de novela del escritor Nikos Kazantzákis, sobre las dudas de Cristo mientras se encomienda a su misión en la tierra. La película tuvo problemas de financiación y tuvo a gran parte de los movimientos cristianos en su contra, aludiendo que era una ofensa contra la figura de Cristo. Pese a todas las dificultades, la película consiguió salir adelante y ser estrenada.

Década de los 90 

A principios de los noventa, Scorsese nos trajo una de sus obras más emblemáticas, con la irreverente y magistral Uno de los nuestros (1990). La película fue una adaptación de la obra basada en hechos reales de Nicholas Pileggi, titulada “Wiseguy”; autor que ayudó al mismo Scorsese, a realizar la adaptación de guion de la novela. Esta novela contaba las andanzas de uno de los mafiosos más famosos del siglo XX en Estados Unidos, llamado Henry Hill. La película de Scorsese retrata de manera muy cotidiana y magistral, la vida privada de este grupo de mafiosos que, a pesar de ser una banda de asesinos cocainómanos, acaban cayendo bien al espectador. La película ganó un Oscar a Mejor Actor de Reparto para el gran Joe Pesci.  

En 1991, Scorsese se encargó del remake de El Cabo del miedo (1962); película que estaba protagonizada por Gregory Peck y Robert Mitchum. El Cabo del miedo (1991) de Scorsese, acabó siendo protagonizada por el que ya era su actor fetiche por excelencia, Robert De Niro.

El éxito notable en taquilla con El cabo del miedo (1991) le permitió armar a Scorsese una producción con un gran presupuesto y que deseaba llevar a cabo desde hacía tiempo, esta película fue La edad de la inocencia (1993); otra adaptación literaria, esta vez de la novela homónima de Edith Wharton. Scorsese consiguió con La edad de la inocencia (1993), hacer un retrato sutil, mordaz y amoroso de la ciudad de Nueva York de finales del siglo XIX. La película fue protagonizada por dos actores altamente reconocidos en Hollywood, como Daniel Day-Lewis y Michelle Pfeiffer

En 1995, Scorsese quiso traer de vuelta el espíritu de Uno de los nuestros (1990), esta vez ambientado en el mundo del juego y las apuestas en la ciudad por excelencia de ello como es Las Vegas, durante la década de los setenta. Estamos hablando de Casino (1995) donde volvemos a ver a De Niro y a Joe Pesci trabajar juntos de nuevo, al igual que vemos a la maravillosa Sharon Stone. Es una película que cuenta con una estética y aspectos visuales brillantes, sobre todo un vertiginoso montaje realizado por la gran Thelma Schoonmaker, siendo una de las producciones más ambiciosas del propio director. La trama es turbia, trágica y con toques de comedia típicos del cine de Scorsese. En los posteriores años de la década de los noventa, Scorsese haría dos de sus obras más olvidables: Kundun (1997) y Al límite (1999), protagonizada esta última por Nicolas Cage.

Década de los 2000

A comienzos  de la década de los 2000, Scorsese ya se había consolidado desde hace tiempo como uno de los grandes realizadores de la historia del cine; algo que le permitió hacer grandes superproducciones, pero que tuvieran su sello artístico del mismo modo. En el 2002, Scorsese vuelve a sorprender con el estreno de Gangs of New York (2002); película protagonizada por Daniel Day-Lewis, Leonardo DiCaprio y Cameron Díaz, entre muchos otros. Esta película, a diferencia de La edad de la inocencia (1993), retrata una ciudad de Nueva York mucho más cruda y salvaje. La dirección artística de Gangs of New York (2002), evidencia la maestría absoluta de Martin Scorsese. La cinta fue nominada a un total de 10 Oscars (incluyendo el Oscar a Mejor Película), pero no acabó ganando en ninguna categoría. 

La siguiente película de Scorsese, fue una película biográfica del aviador y productor cinematográfico Howard Hughes, llamada El aviador (2004); una película ambientada en el Estados Unidos de la década de los años 30 y 40 y protagonizada por Leonardo DiCaprio y Cate Blanchet. DiCaprio dio una interpretación apropiadamente intensa de un hombre impulsado tanto por su propio genio como por un caso agudo de trastorno obsesivo compulsivo. La película fue un éxito de taquilla y obtuvo 11 nominaciones al Oscar, incluyendo mejor película y director; ganando un total de cinco estatuillas. Lo más destacable de esta obra del director, es el trabajo realizado por Robert Richardson, que consiguieron replicar los inicios del cine en color de Hollywood.

Dos años después vino la obra, que haría por fin justicia a la inmensa carrera cinematográfica de Scorsese: Infiltrados (2006) fue una película basada en una cinta de acción hongkonesa, titulada Juego sucio (2002). Contando otra vez con DiCaprio y con un reparto de lujo, con actores de la talla de Jack Nicholson o Matt Damon, la película tuvo un gran éxito y reconocimiento a partes iguales. Un thriller frenético que brindó por fin el Oscar a Mejor Director a Martin Scorsese, ganando también el Oscar a Mejor Película y otras dos estatuillas a Mejor Montaje y Mejor Guion Adaptado.

Segunda década de los 2000

A principios de la segunda década de los 2000, Scorsese siguió dándonos grandes obras cinematográficas, empezando con la inclasificable Shutter Island (2010). DiCaprio ya se consolidó como el nuevo actor fetiche de Scorsese, trabajando otra vez como este mariscal que emprende un viaje a un centro psiquiátrico de alta seguridad, ubicado en una isla remota. Dicho largometraje no recibió incomprensiblemente, ninguna nominación para la Ceremonia de los Oscar del 2010. 

Después llegó La invención de Hugo (2011), que supuso un cambio radical para Scorsese. Basada en la novela juvenil de Brian Selznick “La invención de Hugo Cabret”, la película fue la primera filmación de Scorsese en 3-D y fue la producción más cara que jamás había realizado, con un presupuesto estimado de 170 millones de dólares. Una oda a la figura de George Méliès, que tuvo un éxito bastante notorio.

En 2013, vuelve el Scorsese más salvaje e irreverente con El lobo de Wall Street (2013); adaptación cinematográfica de las memorias de Jordan Belfot, un corredor de bolsa conocido por su vida llena de excesos, valiéndose de unas prácticas ilegales que le convirtieron en un multimillonario.

La película dividió a los críticos, que la vieron como una condena o una celebración de Belfort y sus excesos. Scorsese recibió su octava nominación al Oscar como Mejor Director, y también fue nominada a Mejor Película y Mejor Actor para Leonardo DiCaprio; aunque no consiguió todavía alzarse con la estatuilla a Mejor Actor. A continuación, Scorsese dirigió y coescribió el largometraje Silencio (2016); película basada en la novela homónima de Endō Shūsaku. El drama épico que Scorsese había querido hacer durante casi 30 años, vio al final la luz en una magistral exploración de la fe. La cinta se centra en los misioneros jesuitas del Japón del siglo XVII, que se enfrentaban a la tortura y a la muerte si no renunciaban al catolicismo. 

A finales de la década, Scorsese estrenaba la grandiosa, El irlandés (2019); adaptación de la novela de Charles Brandt, títulada “I Heard you Paint Houses”. Una película con una producción enorme, que cuenta con uno de los mejores elencos de la filmografía de Scorsese; ya que recuperaba a Joe Pesci, Robert DeNiro y trabajaba por primera vez con el gran Al Pacino. Este largometraje, dado a que el director no encontraba ninguna productora dispuesta a financiar el proyecto, acabó por ser comprada por la plataforma de streaming Netflix. Un largometraje que tiene ciertas resonancias con Uno de los nuestros (1990), aunque siendo mucho más nostálgica y crepuscular que la cinta de 1990.

Últimos años

Scorsese estrenó en 2023 su nueva película “Killers of the flower moon”; otra adaptación cinematográfica, esta vez de la novela homónima de David Grann. Es una rara avis en su carrera ya que será la primera vez que Scorsese haga un Western; género cinematográfico que siempre le ha fascinado al director desde que era un niño. 

Por si no fuera poco, la película aúna a De Niro y a DiCaprio; los dos actores por excelencia del cine del director. La trama de la película narra los asesinatos perpetrados a la tribu nativa americana Osage, en la década de los años veinte en Oklahoma. El rodaje comenzó a principios del 2021, estando en la actualidad como hemos dicho anteriormente, en proceso de posproducción.

Martin Scorsese publicó un comunicado recientemente, en el que hablaba así del rodaje:

“Estamos entusiasmados de empezar al fin la producción de “Killers of the Flower Moon” en Oklahoma. Poder contar esta historia en la tierra en la que ocurrió es tremendamente importante y determinante para poder representar con precisión la época y su gente. 

Estamos agradecidos a Apple, a la Oklahoma Film and Music Office y a The Osage Nation, especialmente a todos nuestros consejeros y asesores culturales Osage, mientras nos preparamos para este rodaje. Nos emociona empezar a trabajar con nuestro equipo local para dar vida a esta historia en pantalla e inmortalizar una época de la historia americana que no debe ser olvidada».

Influencias en el cine de Scorsese

El cine de la Nouvelle Vague

Scorsese se vio muy impresionado como aspirante a director, del cine que llegaba desde el otro charco del atlántico. El movimiento cinematográfico impulsado por una serie de directores franceses en la década de los 60, hizo que los propios jóvenes realizadores norteamericanos también se replantearan el cine que querían hacer. Scorsese fue uno de ellos, haciéndose notorio sus influencias del cine de Jean-Luc Godard principalmente. 

Esa libertad creativa, el querer divertirse con la cámara y contar historias políticamente incorrectas, fue uno de los alicientes del cine de Godard que persiguió Scorsese en sus años venideros. Películas como Al final de la escapada (1960) o Banda Aparte (1964), son el claro ejemplo de cómo se puede contar una historia con mucha cercanía sobre gangsters, que a su vez encuentran tiempo para enamorarse y vivir la vida.

El cine del Neorrealismo Italiano

Scorsese es conocido por su faceta cinéfila y no ha dudado nunca en hablar de todas aquellas películas que le han apasionado e inspirado a lo largo de los años. Siendo él un ciudadano estadounidense con orígenes italianos, el neorrealismo fue parte fundamental en su aprendizaje cinematográfico. Sobre todo fue una fuente de inspiración para Scorsese, a la hora de construir sus historias y personajes. 

Los directores más significativos y de los que más se ha nutrido Scorsese como director, han sido directores de la talla de Luchino Visconti, Roberto Rossellini o Victorio De Sica. En otro apartado, deberíamos colocar la innegable influencia de uno de los grandes genios del cine italiano, como es Federico Fellini; lo colocamos por separado, ya que no consideraríamos a Fellini como un director del neorrealismo, aunque en su primera etapa lo fuera. 

Scorsese sentía una absoluta devoción por Fellini, al que llegó a conocer en Italia y con el que casi acaba colaborando en una producción. La película de Fellini a la que Scorsese más ha hecho referencia a lo largo de los años es La Strada (1954). El personaje autodestructivo de Zampanò, sirvió como fuente de inspiración años después a Scorsese, a la hora de reflejar la personalidad de Jake la Motta en Toro salvaje (1980).

La strada

Fotograma de La Strada (1954)

John Cassavetes

Scorsese se vio muy inspirado por el cine independiente que empezaba a surgir en la esfera neoyorkina; en especial por el cine de John Cassavetes. De hecho, fue al ver la película Sombras (1959) de Cassavetes, cuando Scorsese vio que él también podía intentar sacar adelante sus primeros films, pese a contar con un presupuesto ínfimo. La violencia y realidad de Cassavetes le sirvieron de inspiración principal a la hora de construir sus primeros personajes. 

El Hollywood clásico

Scorsese amaba profundamente el cine clásico de Hollywood. Desde los Westerns de John Ford, hasta los músicales de Vincente Minnelli. Scorsese absorbió todo ese lenguaje cinematográfico desde bien pequeño y fue en gran medida su gran escuela de cine. Le marcó especialmente en la dirección artística y a la hora de tener un entendimiento preciso de los ritmos cinematográficos. Por nombrar una de las películas que marcaron de especial manera a Martin Scorsese, podríamos nombrar a la obra maestra de Orson Welles, Ciudadano Kane (1941); película que ha reconocido ver en infinidad de ocasiones y que aún a día de hoy le sigue influenciando como realizador.

Características y temáticas de su cine

La visceralidad de lo cotidiano

Scorsese le ha encantado desde sus primeros filmes, retratar esa violencia más cotidiana; ya que fue un leitmotiv durante su infancia en “Little Italy”.  Una lucha tanto psicológica como física, de la que se ven impregnados cada uno de los personajes de sus películas. Hay un lado muy autodestructivo en sus personajes, que acaban por echar por los aires toda su vida; esto lo podemos ver especialmente en películas como Malas calles (1973) o Toro Salvaje (1980). Hay una visceralidad propia de sus raíces ítalo-americanas que llega a ser una constante en sus películas, provocando una sensación de cierta contrariedad en la opinión del espectador.

El sentido de pertenencia

En muchas de las películas de Scorsese, hay un sentido de pertenencia o hermandad que comparten sus personajes. Esto les lleva a tener un gran sentido de la lealtad por lo que representan en su conjunto, pese a que luego sean capaces de hacer cosas deplorables como individuos. La película por excelencia que retrata este aspecto del cine de Scorsese en sin duda Uno de los nuestros (1990). 

En esta película, vemos cómo un grupo de mafiosos intentan mantener una sociedad criminal que no solo les sea lucrativa, sino que también proporcione protección a los diferentes miembros que forman parte de ella. Dicho de mala manera “se salvan el culo” entre ellos, porque entienden que el vínculo que los une, va más allá del redito económico.

Fotograma de Uno de los Nuestros

Fotograma de Uno de los nuestros (1990)

La herencia italiana

Este aspecto va muy al hilo del anterior, pero que tiene más que ver con los orígenes y tradiciones heredadas por los personajes. Aunque a algunos le pueda sonar a tópico, en la cultura italiana existe una especial importancia dada al núcleo familiar; algo que vemos con claridad, en muchos de los personajes ítalo-americanos del cine de Scorsese. Esto se nos muestra con mucha pasión para bien y para mal, haciendo de que sus interacciones sean intensas de por sí. 

No obstante y como pasa en el anterior aspecto, los personajes siguen conservando un gran sentido de la lealtad por los lazos familiares que comparten. 

 

La culpabilidad y la vergüenza

Estos son dos aspectos fundamentales que vemos en la cinematografía de Martin Scorsese y vienen dados por su educación religiosa. El catolicismo estuvo muy presente en su hogar desde bien pequeño, lo que como hemos comentado anteriormente hizo que quisiera ser sacerdote. No obstante, la religión juega una función más de constante martirio y consumación en sus películas. 

La culpa y la vergüenza son sentimientos que sus personajes arrastran consigo mismos y que los hacen desviarse de su rumbo vital. Esto conlleva que muchos de ellos acaben descendiendo a los infiernos en sus vidas, por la propia cruz que no han sabido soportar. La cinta en la que Scorsese más se explayó en este aspecto, fue con su polémica película La última tentación de Cristo, donde la figura de Jesucristo tiene que lidiar con la vergüenza y la culpa del pecado.

Estilo cinematográfico

Montaje y narrativa

Scorsese sabe de la importancia que hay detrás de un buen montaje cinematográfico, a la hora de construir la profundidad narrativa de sus obras. Muchas veces haciendo uso de la narración en off por ejemplo, Scorsese junto a su montadora de cabecera Thelma Schoonmaker, han conseguido introducir al espectador de manera rápida y sencilla en las historias que pretendían contar.

 Su estilo de montaje funciona bastante bien a nivel temático, especialmente cuando los eventos que tienen lugar dentro de estas secuencias de montaje, ilustran que ciertos puntos en la vida de un personaje parecen ocurrir todos a la vez, como si las cosas simplemente se salieran de control; haciendo que todo parezca ser un caos controlado por el director. Es por ello, que el montaje es una clave fundamental del éxito obtenido como director y una de las señas de identidad de Scorsese.

Thelma Schoonmaker

Thelma Schoonmaker

Un profundo entendimiento del manejo de cámara

Scorsese sabe que nuestra conexión con la historia puede amplificarse mediante un movimiento de cámara específico. Para amplificar las reacciones de los personajes, una de sus técnicas de cámara es mover la cámara hacia adelante o hacia lo lejos de un sujeto. 

Del mismo modo, Scorsese consigue a través de los movimientos de cámara, mostrar al espectador de manera sutil los cambios que se han producido en la naturaleza de los diferentes personajes de sus historias. Para llevar el punto aún más lejos, Scorsese usa el movimiento de la cámara para casi imitar o reemplazar la reacción del personaje, como si las emociones del personaje pudieran gobernar la velocidad y la dirección del movimiento de la cámara. 

A veces usa un movimiento rápido de la cámara, que apoya el ritmo rápido de los momentos específicos, pero que al mismo tiempo consigue trasmitir una gran carga emotiva. Por otro lado, utiliza movimientos lentos de cámara para alargar ciertos momentos, o para representar una forma de curiosidad o incluso pavor de un personaje. Por último aunque técnicamente no es un movimiento de cámara, Scorsese no se avergüenza de usar zooms para lograr efectos similares. Con frecuencia los combina con cortes y movimientos rápidos para lograr un efecto dramático.

Saber dónde colocar la cámara

A Scorsese le gusta poner la cámara cerca de donde se está produciendo la acción. Por ello, suele utilizar planos secuencias como en el ejemplo del vídeo de Uno de los nuestros (1990) entrando al Copacabana. 

Entonces, si un sujeto está en el suelo o en el aire, encontrará una manera de mejorar este momento con ubicaciones exageradas de cámara. Martin Scorsese a menudo utiliza la ubicación de la cámara en un ángulo alto en sus escenas, a veces por razones prácticas para que podamos ver la acción, pero también durante las escenas que presentan golpes o violencia significativa. 

Plano secuencia de Uno de los nuestros (1990)

También hace uso de planos picados por muchas razones, una de las cuáles es para realzar momentos importantes de la historia, pero también para apoyar elementos prácticos de la historia en una escena. Las películas de Martin Scorsese presentan numerosos cambios de tipos de planos enlazados uno detrás de otro; planos picados, planos contrapicados, planos holandeses o planos subjetivos, entre muchos otros.

La melomanía de Scorsese

Basta con ver dos películas de Scorsese, para que uno se dé cuenta de la importancia que le da a la música en sus cintas. Algo que tuvo claro desde sus comienzos y que hasta la actualidad, ha seguido siendo uno de los sellos inamovibles de sus películas. Pongamos el ejemplo de Malas calles (1973), que aunque no fuera la primera película que rodara el director neoyorkino, sí que fue la primera para dar a conocer su estilo cinematográfico. 

En Malas calles (1973), Scorsese nos brinda una banda sonora inolvidable, yendo del sonido roquero de los Rolling Stones, hasta las baladas románticas de los cincuenta de artistas como Johnny Ace. En sus siguientes largometrajes, Scorsese seguiría dando un papel fundamental a la música; ya que al igual que pasa con el diseño de sonido, la música puede ayudar a crear un estado de ánimo o energía determinada en una escena. La música a la que recurre, suele ser casi siempre el rock clásico de los sesenta y setenta, música pop estadounidense de la década de los cincuenta o el folk estadounidense de Dylan, Donovan y compañía. La música en las películas de Martin Scorsese, parece como si habitara el espacio físico de la propia escena, generando momentos únicos e inolvidables en el espectador.

Inicio de The Departed (2006)

El diseño de sonido de sus películas

Scorsese hace mucho hincapié como director, a la hora de ofrecer un buen diseño de sonido en cada uno de sus largometrajes. Es bien sabedor de que el sonido es un aspecto clave para crear un ambiente absorbente en el que el público pueda sumergirse de lleno. Scorsese usa sonidos primitivos, poco convencionales y exagerados, para respaldar el montaje. Este director no usa de forma baladí el sonido, sino que lo usa con pleno conocimiento de que el sonido es capaz de crear estados de ánimo dentro del cine

Es por ello, que Martin Scorsese trata en todo momento de mejorar la acción y la energía de cada escena, haciendo un uso magistral del sonido. Muchas veces lo efectúa con mucha sutileza y sofisticación, como puede ser el caso de La edad de la inocencia (1993). En otras películas en cambio, hace un uso del sonido muy primitivo, exagerado y audaz, como puede ser el caso de la escena del combate final en Toro salvaje (1980). 

También hace uso del diseño de sonido, para enmascarar o incluso puntuar ciertos cortes del montaje de sus películas. Pero al final, cuando se trata de una escena particularmente importante de una de sus películas, Scorsese la mayor de las veces opta por el mejor de los sonidos: El silencio.

Todas las películas

Malas calles (1973)

Es la película que puso en el punto de mira al director italoamericano. Puede que fuera más imperfecta que otras obras de su filmografía, pero pocas han capturado la atmósfera de la ciudad de Nueva York como lo hizo esta cinta. Es la película que más define a la filmografía de Scorsese, ya que vemos todos los elementos que constituirían su cinematografía; es decir, un retrato de la decrepita ciudad de Nueva York, la camaradería y sentido de la identidad entre mafiosos, la culpabilidad y la vergüenza por su educación católica, etc… En especial la relación entre el personaje de Harvey Keitel y Robert De Niro, es lo más interesante de ver de toda la cinta.

Taxi Driver (1976)

Una de sus obras maestras, no solo dentro de su filmografía, sino también de la historia del cine independiente. Travis Bickle es un icono total dentro del mundo de la cinematografía, dejándonos momentos imborrables como este veterano de Vietnam enajenado. 

El estrés postraumático que sufre el personaje interpretado por De Niro, más su visión cínica y perturbadora de la realidad norteamericana, hicieron que esta película se viera reconocida con la Palma de Oro del Festival de Cannes en 1976. Un cinta adelanta a su tiempo, que consolidó el estatus del Nuevo Hollywood en el panorama cinematográfico mundial. Pocas películas han sido tan audaces y tan adelantadas a su tiempo como Taxi Driver (1976).

You talking to me? de Taxi Driver (1976)

Toro salvaje (1980)

Siendo conscientes de la dificultad de elegir entre tantas grandes obras de Martin Scorsese, consideramos que Toro salvaje (1980) fue su momento más álgido como director. Este filme narra la bajada a los infiernos del boxeador Jake la Motta, interpretado una vez más por un soberbio Robert De Niro. En un blanco y negro exquisito, Scorsese consiguió mostrarnos con una profunda convicción poética, la personalidad autodestructiva de este boxeador estadounidense. 

Del mismo modo, la película nos ofrece algunas de las escenas mejores rodadas sobre boxeo de la historia del cine. Una película que ante todo nos habla de una persona consumida, que tuvo la oportunidad de ser alguien en la vida, pero que por sus errores individuales acaba en la más profunda soledad. Una cinta desoladora a más no poder, que también se entremezcla con un drama más del tipo intrafamiliar, en algunos tramos del film.

El rey de la comedia (1982)

Una película muy infravalorada del director, pese a ser una obra magníficamente ejecutada y desarrollada. Scorsese siguió los pasos que había emprendido anteriormente con Taxi Driver (1976), volviendo a trabajar como protagonista con De Niro, aunque en esta ocasión ofreciéndonos un aspirante a comediante carente de talento alguno. Es mordaz y violento el retrato de Scorsese sobre la superflua vida en la gran ciudad y de los medios de comunicación. El director lleva a límites insospechados la trama, generando en el espectador una catarsis algo incómoda pero tremendamente brillante. Una crítica social y del mundo del entretenimiento sin igual, que hace de El rey de la comedia (1982)  una de las grandes joyas que habitan en su filmografía.

Uno de los nuestros (1990)

Un título que ha resonado mucho a lo largo del tiempo, y porqué no decirlo, con un absoluto merecimiento. Una película sobre mafiosos por las calles de Nueva York, pocas veces vista anteriormente en la gran pantalla. Refleja un poco la magia y visión cinematográfica de Scorsese de no enjuiciar a sus personajes. 

Somos capaces de ver la violencia y excesos de este grupo de mafiosos, pero también su cara más amable y familiar. Dan ganas de convertirse en amigo o unirse al clan de este grupo de malhechores, ya que Scorsese no les limita a un juicio simplón de buenos o malos. Uno de los nuestros (1990), es un de las películas más divertidas y coralmente más apabullantes de su filmografía, que cuenta con uno de los planos secuencia más memorables del cine.

La edad de la inocencia (1993)

Scorsese siempre ha sido un enamorado de las películas de época. Tras haber cosechado varios éxitos en taquilla, al final pudo realizar este proyecto que llevaba tanto tiempo queriendo producir. Podríamos decir que con La edad de la inocencia (1993), Scorsese realizó su El gatopardo (1963) particular. Una película llena de romances en el seno de la aristocracia neoyorkina de finales del siglo XIX, que encandila al espectador por la sofisticada dirección artística y vestuario que maneja el film. Sin duda una de las grandes obras de Scorsese, que no se tiene demasiado en cuenta a la hora de analizar su filmografía.

DVD de uno de los nuestros

Casino (1995)

Una de las obras más memorables de la carrera de Scorsese, que capturó la vida en excesos que habíamos visto en Uno de los nuestros (1990), pero también la poética y profundidad visión de Toro Salvaje (1980). Con unos Robert De Niro y Joe Pesci apabullantes y una Sharon Stone en su época dorada, la cinta narra el mundo de la noche en la ciudad de Las Vegas. La fotografía, montaje y dirección destacan notablemente, haciendo que esta sea una de las cintas de Scorsese en las que más registros deja entrever. Cruel, despiadada y divertida, Casino (1995) es una película que debe ser considerada como una de las mejores obras de su carrera.

El aviador (2004)

Una de las películas más brillantes tanto por su trama, como por sus aspectos técnicos de Martin Scorsese. El aviador (2004) es la gran obra maestra de Scorsese del siglo XXI, con un despliegue técnico y sensibilidad artística inconmensurable. Basada en la vida del que fuera aviador y productor cinematográfico Howard Hughes, la película guía al espectador por un viaje que va desde lo delirante, hasta la pasión más desenfrenada de Hughes. La fotografía y el uso del color en todo su metraje es absolutamente magistral, siendo una de las cintas más logradas por parte del director. Al contar con dos actores de la talla de Cate Blanchet y Leonardo Dicaprio, hace que la película vaya todo el rato a más.

Al pacino premios oscar

Al Pacino en El irlandés (2019)

El irlandés (2019)

La primera película del director financiada por una plataforma de streaming. El irlandés (2019) es una película con un diseño de producción espectacular, que nos lleva otra vez a los tiempos de Uno de los nuestros (1990). Scorsese se inventó con la realización de esta nueva película suya, un nuevo género cinematográfico: Las películas crepusculares de mafiosos

Sirve un poco como epílogo final de la trilogía que comenzó con Uno de los nuestros (1990), seguida por Casino (1995) y concluida por este film. Una cinta llena de cinismo y toques de realidad, que la vuelve muy nostálgica y desoladora en cierto modo. Para El irlandés (2019), Scorsese trajo de vuelta a Joe Pesci y a Robert De Niro, al igual que trabajó por primera vez con Al Pacino.

Los asesinos de la luna (2023)

Los asesinos de la luna (Killers of the Flower Moon) es el último, de momento, trabajo del director. Una película que nos habla de los brutales asesinatos perpetrados contra la comunidad Osage en Fairfax (Oklahoma), por parte de William Hale y sus sobrinos.

Protagonizada por Leonardo DiCaprio, Lily Gladstone, Robert De Niro, Larry Sellers, Jesse Plemons o Tantoo Cardinal, es sin duda la cinta más descarnada de la carrera de Scorsese, que consigue articular cinematográficamente un retrato histórico sobre la codicia y la maldad, aproximándose a ello primordialmente desde  esa confianza que se ve corrompida por ello.

Crítica de Los asesinos de la luna (2023) opiniones

Cartel de la película

Filmografía completa de Martin Scorsese:

  • New York City… Melting Point (1966)
  • ¿Quién llama a mi puerta? (1967)
  • Street Scenes (1970)
  • El tren de Bertha (1972) 
  • Malas calles (1973) 
  • Italianamerican (1974) 
  • Alicia ya no vive aquí (1974)
  • Taxi driver (1976)
  • New York, New York (1977)
  • El último vals (1978)
  • American Boy: A Profile of – Steven Prince (1978)
  • Toro salvaje (1980)
  • El rey de la comedia (1982)
  • Jo, qué noche (1985)
  • El color del dinero (1986)
  • La última tentación de Cristo (1988)
  • Uno de los nuestros (1990)
  • El cabo del miedo (1991)
  • La edad de la inocencia (1993)
  • Casino (1995)
  • Kundun (1997)
  • Mi viaje a Italia (1999)
  • Al límite (1999)
  • Gangs of New York (2002)
  • Lady by the Sea: The Statue of Liberty (2004)
  • El aviador (2004)
  • Infiltrados (2006)
  • Shine a Light (2008)
  • Shutter Island (2010)
  • A Letter to Elia (2010)
  • Public Speaking. Fran Lebowitz por Martin Scorsese (2010)
  • George Harrison: Living in the Material World (2011)
  • La invención de Hugo (2011)
  • El lobo de Wall Street (2013)
  • 50 años de rebeldía (2014)
  • Silencio (2016)
  • Rolling Thunder Revue: A Bob Dylan Story by Martin Scorsese (2019)
  • El irlandés (2019)
  • Supongamos que Nueva York es una ciudad (Miniserie de TV) (2021)
  • Los asesinos de la luna (2023)

Referencias bibliográficas

  • Martin Scorsese: biografía y filmografía – AlohaCriticón. (2021). Retrieved 23 July 2021, from https://www.alohacriticon.com/cine/actores-y-directores/martin-scorsese/
  • EL ESTILO CINEMATOGRÁFICO DE MARTIN SCORSESE – KBN Next Media. (2021). Retrieved 23 July 2021, from https://kbnmedia.com/estilo-cinematografico-martin-scorsese/
  • Vida, E., TV, A., AD, P., & AD, C. (2021). Descubre la estética cinematográfica del director Martin Scorsese. Retrieved 23 July 2021, from https://www.admagazine.com/cultura/descubre-la-estetica-cinematografica-de-martin-scorsese-20191225-6305-articulos.html
  • Salvà, N. (2021). Las obsesiones de Scorsese. Retrieved 23 July 2021, from https://www.elperiodico.com/es/cuaderno/20181013/las-obsesiones-de-scorsese-7084710
  • Martin Scorsese, a través de sus películas. (2021). Retrieved 23 July 2021, from https://www.elindependiente.com/tendencias/2018/04/25/martin-scorsese-segun-sus-peliculas/