Luis García Berlanga: biografía, características, estilo y películas

En Historia del Cine, somos unos absolutos devotos del cine de Berlanga. Es por ello, que hemos decidido dedicar este artículo para ahondar en la figura y obra de este gigante del cine español. Por muy obvio que suene, es imposible entender la historia del cine español sin la figura del director valenciano; ya que él se atrevió junto a otros directores como Juan Antonio Bardem, a sacar de la penumbra al cine español, que por aquel entonces era más propagandístico que otra cosa. 

Tuvo la osadía de hacer cine, a pesar de haber sufrido en sus propias carnes la censura y persecución del franquismo. Berlanga nos brindó películas para la posteridad, consiguiendo enaltecer el folclore y la idiosincrasia del pueblo español. A más de cien años de su nacimiento, no encontramos momento más idóneo que este para hablar de su eterno legado cinematográfico.

Foto de Luis García Berlanga
Luis García Berlanga

Biografía de Luis García Berlanga

Luis García Berlanga nació el 12 de junio de 1921 en Valencia. Nacido dentro de un núcleo familiar de terratenientes valencianos, el director tuvo un estilo de vida bastante acomodado durante su infancia y su pubertad. Era el menor de cuatro hermanos, en una familia en la que había gente de los dos bandos predominantes; por ejemplo su padre era un republicano convencido que ejerció como diputado en Valencia, pero la familia por parte de la madre era más conservadora. 

Durante su infancia, Berlanga estudió en un colegio de jesuitas para posteriormente irse a estudiar a un colegio suizo por un tiempo. Aunque no se sabe a ciencia cierta, aparentemente Berlanga entró a estudiar Filosofía y Letras y Derecho, aunque puede que solo acabara matriculándose. Poco tiempo después, Berlanga decide alistarse en la División Azul, con el fin de que su padre que había sido encarcelado por el franquismo por haber pertenecido al Frente Popular, obtuviera un mejor trato por parte del régimen franquista. 

Algunos sostienen, que las razones que impulsaron al director a alistarse en la División Azul, podrían haber sido distintas; ya que llegó a escribir algún artículo, ensalzando la figura de Primo de Rivera. Como toda la vida y obra de Berlanga es un cumulo de contradicciones, no podemos saber a ciencia cierta la naturaleza verdadera detrás de este hecho de su vida.

Durante la década de los 40, Berlanga trabaja por un tiempo en el periódico “Las Provincias” de Valencia, aunque al poco tiempo se marcha rumbo a Madrid para estudiar en el Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas. Por aquella época y como es costumbre, Berlanga rodó tres cortos; que tenían más que ver con las exigencias académicas y la posibilidad que permiten a los directores noveles de poder empezar a desenvolverse como realizadores. Los cortos en cuestión fueron Tres Cantos (1948), Paseo por una Guerra Antigua (1948) y El Circo (1949).

Las conversaciones de Salamanca

Las conversaciones de Salamanca fueron unas jornadas que fueron promulgadas por el director de cine español Basilio Martín Patino en mayo de 1955. Estas jornadas se llevan a cabo, tras llegar a la conclusión de que el cine español estaba viéndose confrontado por dos idearios fílmicos dispares; por un lado la corriente convencional de realizadores y por otro la corriente de nuevos directores, que creían que el cine español necesitaba de nuevos aires. 

Las conversaciones de Salamanca fueron totalmente decisivas para el devenir que vendría después del cine español. Los dos propulsores más destacados de esta nueva ola de nuevos directores, eran Luis García Berlanga y Juan Antonio Bardem; dos directores que para esa fecha, ya habían estrenado Esa pareja feliz (1951) y Bienvenido, Míster Marshall (1953); dos películas que se desligaban totalmente, del cine español que se venía haciendo. 

Es fundamental este hecho en la vida de Berlanga y del propio cine español, para que pudiera emerger poco a poco de la penumbra cultural que había traído consigo el franquismo; ya que usaba la industria cinematográfica española, como puro medio propagandístico. Esto supuso una evolución y mejora considerable para el cine español, que mientras el neorrealismo italiano deslumbraba al mundo, el cine español seguía viviendo en las cavernas.

Escena de Bienvenido, Míster Marshall (1953)

Década de los 60 

A partir de la década de los 60, Berlanga consolida su estilo cinematográfico, gracias a la amistad en lo personal y lo laboral que entabla con Rafael Azcona, entre otros motivos. Esta colaboración que duraría muchos años, hizo que el cine de Berlanga fuera más mordaz incluso y mejor ejecutado en su conjunto. La primera colaboración de Berlanga y Azcona, vino con uno de los grandes clásicos del cine berlanguiano, como fue Plácido (1961). Hay una transición del estilo provincial hacia algo más urbano o más heterogéneo, brindándonos títulos como El verdugo (1963) o La boutique (1967).

Final de El Verdugo

Escena final de El verdugo (1963)

Década de los 70

A principio de los setenta, Berlanga indaga con mayor profundidad en el cine que quiere llevar a cabo junto a Azcona. Se replantea en Argentina el camino que quiere emprender como creador, siendo La boutique (1967) la película que dio indicios de ello a finales de la década anterior. La misoginia, los dramas conyugales y el erotismo, fueron temas que fascinaban tanto a Azcona como a Berlanga. El mayor culmen de la carrera de Berlanga en esa dirección, lo obtuvo con Tamaño natural (1974), con la que exploró un cine menos convencional y más afrancesado. 

Sin embargo, para finales de esta década, Berlanga llega a la conclusión de que es la comedia y la fanfarria lo que constituye el mayor sello del cine español. Vuelve a los orígenes, al mismo tiempo que se adaptó a los tiempos de transición que vinieron tras la muerte de Franco y la llegada de la democracia a España. El despelote, la irreverencia y la sátira, comenzaron a estar cada vez más presentes, teniendo como punto clave el estreno de La escopeta Nacional (1978) y el inicio de la trilogía nacional.

Consolidación de un estilo

A partir de los ochenta, Berlanga mantuvo una manera de trabajar y crear bastante regular en sus formas y en su expresión artística, siguiendo trabajando junto a Azcona. Después de La escopeta Nacional (1978), vinieron Patrimonio Nacional (1981) y Nacional III (1982); las dos últimas películas de la famosa trilogía. Después llegó el éxito de La vaquilla (1985), con la que tuvo por fin un éxito tanto en la taquilla, como por parte de la crítica. Todos a la cárcel (1993) fue la última gran película de Berlanga, con la que se alzó con tres Goyas a Mejor Película, Mejor Dirección y Mejor Sonido

La última película que llegó a rodar el director valenciano, fue la no muy memorable París-Tombuctú (1999). La década de los 2000, el director la dedicó a propulsar la cultura española; algo que ya venía haciendo, desde sus comienzos cinematográficos. Entre algunas de las cosas destacables de su gran legado, están la de haber sido el Presidente de la Filmoteca Española durante un periodo de la misma o haber sido el gran propulsor de los Premios de la Academia del Cine Español (Los Goya). Ganó infinitas distinciones por su trabajo, como el Goya al Mejor Director o el Premio Príncipe de Asturias que ganó en 1986. Luis García Berlanga murió el 13 de noviembre de 2010 en Madrid, dejando un legado cinematográfico para la posteridad en la cultura de España.

La Vaquilla Película de Berlanga

Fotograma de La vaquilla (1985)

Características del cine de Berlanga

  • De lo sencillo a lo universal

Berlanga era un cineasta con la capacidad de esbozar desde la sencillez, temas complejos y a veces inabarcables. Sencillez no tiene nada que ver con simpleza, y es esa sencillez lo que todo gran director debe aspirar a tener. Esta característica suya se ve desde su primera película junto a J.A. Bardem, que fue Esa pareja feliz (1953). En una película que a priori parece una historia de amor, Berlanga consigue mostrarnos la precariedad de la generación perdida de la España de la postguerra, la hipocresía imperante de las clases nobles y la estúpida creencia que albergaban y albergan a algunos de hacerse ricos a golpe de pelotazo. 

Y esto sucede en todas sus grandes obras, como Bienvenido, Mister Marshall (1953), Los jueves, milagro (1957), Plácido (1961), etc. Por lo cual, Berlanga partía de historias pequeñas que luego se veían engrandecidas por la brillantez narrativa, dotándolas de muchas capas y lecturas.

  • El folklore e idiosincrasia española

Esta es una de las grandes características que normalmente se suele mencionar a la hora de hablar de su cine. Berlanga entendió desde sus inicios artísticos, que el camino que tenía que recorrer el cine español era el de ensalzar nuestras propias raíces y tradiciones como pueblo (enzarzándolas para bien y para mal). Berlanga hizo un retrato continuo de nuestra particular forma de ser y de vida. 

La película que mejor retrató este rasgo de su cine, puede que fuera la maravillosa Bienvenido, Mister Marshall (1953). No obstante, eso fue un leitmotiv constante en su cine, alcanzando unas cotas gigantescas cuando comenzó a colaborar con Rafael Azcona en sus largometrajes. Nadie ha ilustrado como Berlanga nuestras luces y nuestras sombras, ni nos ha hecho entender tan bien a base de carcajadas, la historia reciente de nuestro país.

Escena de Plácido (1961)

  • Humor satírico y mordaz

El humor satírico fue otro de los rasgos más notables de Berlanga, que hizo que la censura del franquismo se ensañara especialmente con él. El humor de Berlanga, nace de su conocimiento profundo de la política y sociedad española. Siendo un anarquista orgulloso como él era, el humor que plasmaba en su cine no llevaba un sentido vertical, sino que era totalmente horizontal; es decir, por mucho que lo pueda parecer no iba de las clases más bajas hacia las clases más privilegiadas

No simpatizó ni se alistó a ningún bando político, sufriendo la censura de ambas partes ideológicas del país. En su primera película, una productora que tendía a desmarcarse como comunista, quiso salirse de la producción en medio del rodaje, ya que el director se negaba a alistarse en el partido comunista. Obviamente la censura del franquismo fue mucho mayor, llegando al punto de que Franco le tildara de “mal español”.

  • La mujer como gran incógnita

Berlanga dijo en innumerables ocasiones, que amaba profundamente al sexo femenino, pero que no llegaba a entenderlo. Tenía una visión misógina, en el sentido que consideraba a la mujer como un ser superior al hombre; es decir, como algo incomprensible e inabarcable. Esto lo podemos ver en películas como La boutique (1967) o Tamaño natural (1974). Hay una introspección latente sobre el mundo interno de la mujer, desde el prisma de un hombre normalmente superado y desquiciado por sus continuas frustraciones sentimentales.  

En muchas veces, y aunque no partiesen como las protagonistas de las cintas, los papeles femeninos de Berlanga no eran para nada estereotipados y de hecho denotaban una complejidad narrativa mucho mayor que la de los personajes masculinos. 

*Hay tener una visión a más de 40 años atrás donde obviamente la sociedad era machista como forma natural. 

  • Historias corales

Las películas de Berlanga están repletas de muchos personajes, siendo muy pocas las cintas del director valenciano que cuenten con un reparto reducido. El papel de importancia que daba a los personajes secundarios era notorio, consiguiendo que la audiencia se enamorase no solo de los que se suponían que eran los protagonistas. Por tanto, sus películas eran corales y eso también se dejaba ver en las líneas de diálogo, donde era muy recurrente ver a muchos personajes hablando casi a la vez; reflejando del mismo modo, esas conversaciones tan recurrentes que tenemos los españoles entre nosotros. 

  • Actores y actrices de confianza

Berlanga, al igual que otros directores, contaba muchas veces con los mismos actores con los que había trabajado previamente. Muchos actores llegaron a hacer una carrera junto a Berlanga, destacando en primer lugar a José Luis López Vázquez y Pepe Isbert, con los que trabajó en innumerables ocasiones. Pero también podemos hablar de otros actores, como fue el caso de Luis Bermejo o el de Amparo Soler, con los que trabajó durante la trilogía conformada por La escopeta Nacional (1978), Patrimonio Nacional (1981) y Nacional III (1982).

Escena coral en La escopeta nacional (1978)

  • Fetichismo

Berlanga era un declarado fetichista, cosa que no dudó tampoco a la hora de introducirlos en varias de sus películas. El mundo del erotismo y del fetichismo, lo vemos con mayor pronunciamiento en Tamaño natural (1974), donde un hombre se enamora de una muñeca hinchable. De una forma algo menor lo podemos ver en La escopeta nacional (1978), con el personaje de Bárbara Rey como gran musa del erotismo de la cinta.

Películas más destacables de su filmografía

Esa pareja feliz (1951)

Coescrita y codirigida junto a Juan Antonio Bardem, esta primera película de Berlanga es una auténtica joya del cine español. Y la tenemos incluida en nuestro ranking de mejores películas españolas. Teniendo en cuenta la infinidad de problemas que tuvieron para financiarla y luego distribuirla, creemos que es de justicia que sea una de las grandes destacadas de su cine. Imperfecta sí, pero maravillosa al mismo tiempo, con una historia de amor vigente hasta la fecha. Protagonizada por Elvira Quintilla y el gran Fernando Fernán Gómez, esta película narra la historia de una joven pareja madrileña que de la noche a la mañana, gana un concurso que les permite ser ricos por un día. 

Bienvenido, Míster Marshall (1953)

La película que desdeña como ninguna otra cinta de la historia del cine español el carácter antropológico y social del pueblo español. Película que supuso la primera gran polémica del director, ya que durante su propaganda y su estancia en Cannes fue acusada de ofender al gobierno norteamericano. La película narra la historia de un pequeño poblado en el cual van a recibir la comitiva norteamericana, con el fin de evaluar si entran dentro del famoso Plan Marshall de ayuda económica. Una película que sigue vigente en el imaginario fílmico de este país, teniendo varias de las escenas más graciosas y enternecedoras del cine español.

Escena de Bienvenido, Míster Marshall (1953)

Los jueves, milagro (1957)

Puede que el film de Berlanga que más sufrió de la censura del régimen franquista por la sátira que hizo sobre la religión. Película adelantada a su tiempo y que contó con los que ya empezaban a ser habituales de su cine, además también con actores europeos. Tiene ciertas similitudes con Bienvenido, Míster Marshall (1953), por el costumbrismo provincial que muestra en el film. La cinta narra la historia de un pequeño pueblo de España en el que los pesos pesados que toman las decisiones en él, deciden crear una farsa en torno a un milagro con el fin de generar más turismo en el pueblo. 

Plácido (1961)

Una de las imprescindibles de Berlanga, que mostró cierta transición o renovación ecléctica con respecto a sus anteriores films, mezclando el costumbrismo provincial con la burguesía española de aquel entonces. Haciendo mofa de un eslogan franquista, esta película es una auténtica maravilla tanto en su narrativa, dirección e interpretaciones. Una masterclass de cómo construir líneas de diálogo sólidas y personajes sólidos en escena con la mayor soltura y naturalidad posible. Una de las mejores películas de Berlanga, que estuvo muy cerca de llevarse un Oscar en su día. Sin duda una peli que no ha envejecido con el tiempo y que sigue siendo de absoluta actualidad. 

El verdugo (1963)

La película más explosiva de Berlanga, que fue todo un impacto cinematográfico en su estreno en Venecia. Puede que sea la película más oscura del director junto a Tamaño natural (1974), haciendo uso de una comedia muchas veces perturbadora. El mensaje que deja la película y la propia estructura metafórica de ella, sigue siendo una auténtica bomba de relojería en la actualidad. Una de las mejores películas que se han realizado sobre la pena de muerte en la historia del cine, que nos habla de que para sobrevivir en la España franquista, uno tenía que saber matar a sangre fría. 

Escena de El verdugo (1963)

La boutique (1967)

Película rodada en Argentina, que fue la primera producción que Berlanga llevó a cabo fuera del continente europeo. Una cinta que nos sumerge en el aspecto misógino del que hablábamos antes que tanto llamaba la atención al director valenciano. La película trata de una joven pareja casada, que sufre de problemas conyugales motivados por la irascibilidad del marido; quien le pone los cuernos a la mujer y la trata despectivamente. Tras conocer que su mujer sufre de una enfermedad mortal, el marido empezará a hacer todo lo posible para complacerla. Una película retorcida a más no poder, que era una de las preferidas del propio director.

 Tamaño natural (1974)

La obra más irreverente y distinta a todo lo que Berlanga hizo a lo largo de su carrera. Con una producción y rodaje llevado a cabo en Francia y con guion de Azcona del propio Berlanga, la cinta trata sobre la enajenada y fascinante historia de amor entre un hombre de mediana edad y una muñeca hinchable. Una cinta compleja  y que aborda las inseguridades misóginas del hombre de manera totalmente desazonadora y salvaje. Hay momentos verdaderamente estremecedores, que impactan incluso en la actualidad. Una obra que no se tiene muy en cuenta a la hora de hablar de Berlanga, pero que creemos que es una cinta a tener muy en consideración. 

La escopeta Nacional (1978)

Un auténtico clásico de la comedia española, que inició la famosa trilogía nacional de Berlanga. Esta película supone el mayor ejercicio de sátira contra la burguesía española de aquel momento hasta la fecha, que luego haría que vinieran más títulos en esta línea. La película cuenta el fin de semana de Jaume Canivell (interpretado por el gran José Sazatornil) y su amante llamada Mercé (interpretada por Mónica Randall) en un coto de caza de una familia de marqueses. El histrionismo y a veces el disparate que va sucediéndose hacen que esta sea una de las grandes comedias más memorables del cine español.

Patrimonio Nacional (1981)

A nuestro juicio, la mejor de las tres películas de la trilogía nacional de Berlanga, superando incluso a La escopeta nacional (1978). Rodada casi íntegramente en Madrid y específicamente en la Casa América, esta cinta es algo más brillante y contundente que su predecesora; pese a que la anterior fuera una maravilla, como bien hemos dicho. Aquí ya todo el protagonismo recae en la familia del marqués. Es una tremenda clase de interpretación la que nos ofrecen Luis Bermejo y José Luis López Vázquez en sus respectivos papeles. En definitiva, maravillosa secuela que no se recuerda tanto como La escopeta nacional (1978), pero que acaba siendo incluso mejor. 

La vaquilla (1985)

Una comedia absolutamente brillante y disparatada, sobre la guerra civil española. Contando con actores de primerísimo nombre como Alfredo Landa o José Sacristán, esta película supuso el primer gran éxito en taquilla de Luis García Berlanga. La película nos cuenta la travesía que han de pasar un grupo de milicianos republicanos, para adentrarse en el frente nacional, con el fin de robarles su vaquilla para desmoralizarles. La cinta tira de un humor lleno de sátira para ambos bandos, haciendo de esta película una de las grandes obras de Berlanga.

Escena de Patrimonio nacional (1981)

Filmografía completa: 

  • Esa pareja feliz (1951)
  • Bienvenido, Míster Marshall (1953)
  • Novio a la vista (1954) • Calabuch (1956)
  • Los jueves, milagro (1957)
  • Plácido (1961)
  • El verdugo (1963)
  • La boutique (1967)
  • ¡Vivan los novios! (1970)
  • Tamaño natural (1974)
  • La escopeta nacional (1978)
  • Patrimonio Nacional (1981)
  • Nacional III (1982)
  • La vaquilla (1985)
  • Moros y cristianos (1987)
  • Todos a la cárcel (1993)
  • París-Tombuctú (1999)

Referencias

  • Biografía de Luis García Berlanga. (2013, 2 julio). Recuperado 4 de septiembre de 2021, de https://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/berlanga.htm