Crítica de Wish: El poder de los deseos (2023): reseña y opinión
Puntuación ✪ (4/5)
Crítica de Cristian Pestana
Wish: El poder de los deseos es una producción animada dirigida por Chris Buck y Fawn Veerasunthorn, cineastas que cuentan con una notable experiencia en el mundo de la animación, cada uno en diferentes campos. Mientras que Buck se ha desempeñado como co director en cintas como Tarzan (1999), Reyes de las Olas (2007), Frozen: una aventura congelada (2013) y Frozen 2 (2019), para Veerasunthorn Wish supone su debut en la dirección tras algunos trabajos como animadora y artista de storyboard en películas como la mencionada Frozen, Moana (2016), Zootopia (2016) y Raya: el último dragón (2021).
El estilo cinematográfico de este dúo bebe de las influencias clásicas presentes en las producciones de Disney donde han desarrollado la mayor parte de sus carreras. La fantasía y el poder de la imaginación son elementos importantes de su visión y la esencia central de la narrativa que presentan en pantalla grande. Una constante en la línea editorial de la casa del ratón que se mantiene firme en todas sus producciones.
En esta ocasión, nos encontramos ante Wish: El poder de los deseos, una aventura musical que nos transporta a la península ibérica para introducirnos a una nueva heroína de la factoría y celebrar así los cien años de aniversario de la empresa. Para este fin, Buck y Veerasunthorn han añadido una multitud de guiños y easter-eggs que hacen referencia a grandes clásicos del «reino mágico» y crean un puente entre las distintas generaciones de espectadores. ¿Funciona esta apuesta a camino entre lo nostálgico y lo contemporáneo?
Póster de la cinta
Asha (Ariana DeBose) y una pequeña bola de energía ilimitada llamada Star demuestran que cuando la voluntad de un ser humano valiente se conecta con la magia de las estrellas, pueden suceder cosas maravillosas.
Lo primero que destaca con fuerza en esta cinta es su impecable animación. A través de una mezcla ingeniosa entre animación por computadora y fondos de acuarela que rememoran la paleta visual de películas como Blancanieves (1937) y Cenicienta (1950), dando como resultado imágenes que son un deleite para la vista y continúan el sendero de innovación tecnológica que caracteriza a la compañía. La creación de los escenarios permite que el Reino de Rosas cobre vida con todo lujo de detalles, desde su inmensa plaza central hasta el frondoso bosque que rodea la ciudad y la hermosa casa rural de Asha, con un diseño que posee reminiscencias a la cabaña de Aurora en La Bella Durmiente (1959). Mención aparte merece el castillo del Rey Magnífico con sus pasillos blancos y estancias llenas de secretos, además de la sala donde almacena las esferas que contienen los deseos de los ciudadanos de Rosas.
El diseño de personajes realza la multiculturalidad del reino de manera orgánica y dota a cada figura de la trama con detalles particulares que destacan sus respectivas personalidades. Desde el cabello rizado de Asha hasta los siniestros ojos de Magnífico, pasando por los cómplices de nuestra protagonista que representan a los siete enanos de Blancanieves a través de sus vestuarios y manerismos, también encontramos a la estrella de los deseos, una creación adorable que deslumbra por su plasticidad y colorido.
Tráiler de Wish: El poder de los deseos (2023)
El apartado musical de Wish: El poder de los deseos es otro punto alto a tomar en cuenta, con la evocadora banda sonora de David Metzger que realza el ambiente de cuento de hadas de la historia a la vez que reaviva la nostalgia de los espectadores con pasajes que recuerdan a grandes composiciones de la Edad Dorada de Disney. Las canciones escritas por Benjamin Rice y Julia Michaels acompañan el desarrollo de la trama de manera efectiva y poseen letras memorables que permanecen con el espectador una vez finalizada la cinta. Destacan «This Wish» gracias a la soberbia interpretación vocal de Ariana DeBose, «This Is The Thanks I Get» interpretada con un cariz shakesperiano por Chris Pine en línea con la construcción solemne de su personaje antagónico y el himno empoderador «Knowing What I Know Now«.
El reparto de la producción está compuesto por grandes talentos como los ya mencionados Ariana DeBose y Chris Pine encarnando respectivamente a nuestra heroína Asha y el nefasto Magnífico, además de otros intérpretes como Angelique Cabral, Alan Tudyk, Evan Peters y Ramy Youssef, por lo que se recomienda el visionado en versión original para disfrutar de los matices que le aportan a sus respectivas voces.
El guion de Wish: El poder de los deseos está escrito por Allison Moore, Jennifer Lee, Buck y Veerasunthorn, y es quizás el elemento más convencional del conjunto, ya que sigue la estructura básica del viaje del héroe para narrar el origen de los deseos y la misión que se propone la joven Asha para restaurar la paz en Rosas, pero no por ello es menos efectivo, aunque carezca de pinceladas distintivas que le den un toque de originalidad con respecto a otros trabajos de Disney.
El gran aliado de la narrativa es el tono ligero que sobrevuela la historia. Desde sus primeros compases, se percibe un deje de familiaridad dulce que activa la nostalgia e invita a los espectadores a sumergirse en las aventuras de Asha. La chica es un personaje sólido que genera empatía desde sus primeras apariciones gracias a su carácter humanista y rasgos personales de gran valor como la bondad y la valentía. Todo un contraste con la figura pérfida de Magnífico, que ostenta una personalidad encantadora en su primer encuentro con Asha, para luego revelarse como un tirano absoluto capaz de hacer desaparecer los anhelos más profundos de su pueblo. De allí en adelante, tenemos un recorrido al uso con números musicales fastuosos, animales parlantes y la aparición de la codiciada estrella a la que Asha pide un deseo sin imaginar todo lo que ello conlleva y las consecuencias impuestas por Magnífico.
La comedia fluye muy bien con chistes dirigidos al público infantil y un sentido de la maravilla contagioso, a la vez que el público maduro puede entretenerse enumerando el sinfín de referencias a las cintas previas de Disney, que surgen en todas las direcciones, ya sea un breve diálogo, el cameo sorpresa de un personaje icónico o el uso del color en la vestimenta de los personajes originales, como una larga capa azul que lleva Asha en el último tramo de la cinta, la cual remite directamente a la túnica utilizada por el Hada Madrina de Cenicienta.
Para sus escenas finales, Wish demuestra que Disney es capaz de recuperar el brillo que ha perdido en los últimos años con pasos lentos pero seguros. Una vez más, nos quedamos con mensajes valiosos como la necesidad de luchar por nuestros sueños con voluntad y convicción, ya que esa es la verdadera magia que hace cobrar vida a los deseos y nosotros somos las estrellas que lo hacen posible. Una lección esperanzadora y optimista necesaria para los tiempos oscuros que vivimos en la actualidad.
En conclusión, Wish: El poder de los deseos es una celebración del legado animado de Disney que conmueve, divierte y hace que el espectador se sienta como un niño gracias a su inmersiva animación, personajes entrañables y mensajes poderosos.
Ficha técnica:
Wish (2023)
- Estados Unidos
- Duración 95 min.
- Dirección: Chris Buck, Fawn Veerasunthorn
- Guion: Jennifer Lee, Allison Moore. Historia: Chris Buck, Jennifer Lee
- Música: Dave Metzger. Canciones: Julia Michaels
- Dirección de fotografía: Animación
- Productora: Walt Disney Animation Studios. Distribuidora: Walt Disney Pictures
- Género: Animación. Fantástico
Parece la crítica de Disney para su propia película. Película mediocre.Disney no es lo que fué y se esfuerza en demostrarlo