Crítica de ‘Una joven prometedora’ de Emerald Fennell
Los que os hacéis llamar caballeros, sois los peores
Puntuación (5/5)
Una joven prometedora es una comedia negra, escrita y dirigida por Emerald Fennell. Una película que ha sido una verdadera sorpresa, que ha acabado convenciendo a la crítica especializada; tanto es así, que recientemente ha recibido cuatro nominaciones a los Globos de Oro (incluyendo a Mejor película).
Una cinta en la que pasa de todo y la que cuenta con un ritmo trepidante, que te tiene durante dos horas pegado a la pantalla del cine. Es sin duda una de las propuestas más interesantes de este inicio de año, que trae de vuelta a la grandiosa Carey Mulligan; interpretación que huele a Oscar a Mejor actriz, superando incluso a la de Vanessa Kirby en Fragmentos de una mujer (2020).
Lo primero que hay que destacar de Una joven prometedora, es la arriesgada propuesta feminista a modo de comedia negra que nos brinda. Sin tantas formalidades como otras cintas que albergan un mensaje feminista, esta lo trata sin filtro alguno y con total vehemencia. Esa vehemencia y sinceridad narrativa de Emerald Fennell, consigue que el mensaje cale en mayor medida en el espectador. Incluso me atrevería a decir que ataca con contundencia, a varias discusiones sin sentido que existen actualmente en la sociedad, en torno a la violencia de género.

Póster de la película
Porque muchas veces se ha intentado normalizar o quitar hierro al asunto a ciertos sucesos, haciendo un flaco favor a las víctimas y legitimando indirectamente a los violadores. No solo es una película que habla sin tapujo sobre la violencia machista, sino también sobre la propia concepción social que se tiene en la actualidad sobre el papel de la mujer. El título hace mención a esto último, acerca de lo que se entiende que una joven tiene que hacer con su vida; conseguir una posición de estatus a nivel profesional, casarse, formar una familia, etc…
A la protagonista se la ve con malos ojos (en especial por sus padres), precisamente porque sigue viviendo en su casa, nunca ha tenido un novio formal y dejó la carrera de medicina para trabajar en una cafetería. El título de Una joven prometedora, lo podemos concebir de dos formas: una la que hace referencia al personaje de Cassandra (interpretada por Carey Mulligan), y la segunda por la amiga de su infancia, llamada Nina Fischer. Nina es el personaje central en el que gira toda la trama de la película, pese a que es una figura omnipresente, que en ningún momento llega a aparecer en pantalla.
Sin llegar a entrar en spoilers (ya que esto se cuenta en el principio del film), Nina Fischer fue violada en sus años de universidad. Un suceso que marcó obviamente la vida de Nina y también la de Cassandra, por no haber estado allí para evitarlo. Desde entonces, Cassandra ha vivido culpabilizándose de que destrozaran de tal manera la vida de su mejor amiga (una joven prometedora, valga la redundancia).
Es por ello que ella toma decisiones en su vida personal, que giran en torno a redimirse con su pasado. Vemos como Cassandra asiste todos los fines de semana a distintas discotecas, pretendiendo estar borracha para ver si algún hombre se le acerca. En todas las ocasiones, estos hombres se aprovechan de su “aparente” situación de ebriedad, acabando con intentos de abuso contra ella; obviamente ella no tiene ningún tipo de consideración con estos hombres, haciendo estas escenas tremendamente brillantes.
Crítica de Una joven prometedora 2020
Por otro lado, aunque ya lo he dejado entrever previamente, considero que Una joven prometedora cuenta con un guion muy potente. La trama es vertiginosa desde el principio hasta el final, manejando los momentos de suspense a la perfección. El personaje de Carey Mulligan es totalmente fascinante, demuestra tener muchas complejidades internas. No sabes cómo definirla, probablemente porque esa era la intención de la creadora a la hora de construir este personaje. Puede resultar un tanto psicópata por momentos, que es precisamente lo que hace brillante al papel de Carey Mulligan; un personaje con el que el espectador empatiza enormemente y que desea que todo lo que tiene planeado le salga bien.
Por último, Una joven prometedora tiene uno de los finales más épicos que hemos visto en los últimos años. Nadie va a ver venir el plot twist final, que personalmente me dejó con la boca abierta, al mismo tiempo que aplaudía ante tal genialidad. En definitiva, Una joven prometedora se va a convertir en una de las grandes sensaciones de este principio de año, por su arriesgada y desenfrenada propuesta feminista. Una locura cinematográfica, que mantendrá al espectador con intriga de principio a fin. Una joya que tenemos que tener en cuenta seriamente para los próximos galardones cinematográficos, en especial por la interpretación de Carey Mulligan.