Crítica de Un viaje en primavera (2023): reseña y opinión
“Lo frágil que es la vida”
Puntuación ✪✪ (3,5/5)
Crítica de Dani Jiménez (@rosebudshears)
Un viaje en primavera (A Journey in Sping) es un drama sobre la vejez que nos llega desde Taiwán, codirigido por Peng Tzu-Hui y Ping-Wen Wang; una película que se ha presentado en la Sección Oficial de esta última edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, ganando la Concha de Plata a Mejor Dirección. Apostando por un estilo austero y de máxima sencillez, nos narra la historia de una pareja de la tercera edad, que emprenden un viaje a la casa que tienen en la periferia de Taipei.
Es un retrato muy crudo y a la vez muy certero, sobre el amor y la perdida en el cenit vital, que ha sido una de las gratas sorpresas de lo que hemos visto de Sección Oficial en este Zinemaldia. Su puesta en escena o su apuesta por el fotoquímico, han hecho de Un viaje en primavera algo más que una modesta película, que siempre acaba estando en competición sin hacer mucho ruido y que luego dan la sorpresa.
La película está protagonizada por Hsi Hsiang, Yang Kuei-mei, Wei-Hua Lan, Joe Shu-Wei Chang, Chiasui Chen o por Jack Kao, entre otros. La película no tiene aún distribuidora en nuestro país, por lo que todavía queda en el aire si va a llegar a estrenarse en España.
Póster de la película
Los devenires de la vida
Un viaje en primavera llega a doler, porque acaba siendo como la vida misma; es decir, cuando menos te lo esperas, la vida te puede dar un giro de 180 grados. Lo retrata sin sentimentalismos, sin regodearse en la tragedia, sino que ella florezca por si sola; algo que he comentado en varias críticas de algunas de las películas de este festival, siendo la más evidente la de Fallen Leaves (2023). Quizás sea cuestión de gustos, pero me parece que la manera más certera de llegar a la emoción es desde la mesura y desde un tratamiento orgánico de lo que se está contando. Es un punto que ejemplifica muy bien esta película, que en ningún momento se traiciona a sí misma, en favor de generar una emoción inmediata en el espectador.
Y es que aquí, sobre todo, hay como algo que se quiebra dentro de los personajes, que al mostrárnoslo desde esa contención, se hace tremendamente hermoso y triste de ver desde el plano emocional. Sufres por la frustración inevitable a la que está abocado el protagonista, evidenciando también el gran desarrollo de personaje que se hace con él en particular. Esa pérdida del control de su propia vida y de lo que le rodea me parece fascinante el cómo lo tratan los directores, haciendo que la película crezca con el paso de los minutos.
Tráiler de Un viaje en primavera (2023)
El uso del fotoquímico
Que esté rodada en fotoquímico es una sorpresa, que la imbuye de esa sensación casi nostálgica que arrastra la película de manera abrupta. El que cambie la mirada repentinamente y se convierta en algo que mire al pasado, hace que la opción a nivel de dirección de fotografía haya sido bastante acertada y no una mera pose. La manera en la que tiene de jugar a nivel de reflejos a través de los distintos planos con ese tono tan rojizo, hace que parezca que estés sumergiéndote en la memoria de los personajes, en aquello que parecía dado y ya no está.
Si bien es cierto que es una película modesta, sin más pretensiones que la de contar una conmovedora historia con los medios más escasos, consigue que el espectador se vea sorprendido por lo logrado. Una película discreta, pero que sabe en todo momento lo que quiere contar y cómo lo quiere contar. En ese sentido, es maravilloso lo que han conseguido y que haya acabado por valorarse a nivel de dirección, dado a que muchas veces no nos debemos de encontrar entre un desastre de película o ante una obra maestra. Hay muchos grises entre medias, y películas que merecen la pena sin estar en ninguno de los extremos que antes mencionaba.
Bella historia de amor
Ante todo, la película es una historia de amor, que no cae en el melodrama ni en lo grandilocuente. No evade las sombras que habitan también en toda historia de amor, mostrando al mismo tiempo los estragos y lo devastador que puede llegar a ser la vejez, sobre todo cuando tienes que lidiar con la terrible soledad que a veces le acompaña.
Cuando llegar a su catarsis, la película es conmovedora y te deja el corazón en un puño, viéndote empatizando enormemente con un protagonista que de primeras no hace mucho porque te caiga bien. Esa fragilidad y pérdida del control antes mencionada, es la que más se evidencia en su tercer acto, que es lo que arrastra la historia hacia algo muy desesperanzador. Hay una escena en la que vemos al personaje principal en una cascada, que es de suma importancia en la historia que une a los personajes protagonistas, que es desgarradora y que está filmada de una manera extraordinaria, manteniéndose en ese minimalismo que plantea en todo momento. Parece casi como un cuento oriental, una historia que nos recuerda el inexorable paso del tiempo y de lo frágil que es la vida. Una auténtica belleza, contada desde un naturalismo formidable.
Conclusión
Un viaje en primavera ha sido una de las gratas sorpresas de la Sección Oficial de esta edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Manteniendo un minimalismo absoluto en su puesta en escena y dirección, ha sido capaz de llevarse uno de los grandes premios del festival, como es la Concha de Plata a Mejor Dirección. Una gran historia sobre el amor y la vejez, abordada desde la inevitable fragilidad de la que se compone nuestra propia existencia. Difícil saber si va a llegar a encontrar distribución en España, pero ojalá que lo consiga, porque es una historia universal que merece llegar a cuanta más gente mejor.
Ficha técnica:
Chun xing (2023)
- Taiwán
- Duración 90 min.
- Dirección: Peng Tzu-Hui, Ping-Wen Wang
- Guion: Yi-Hsun Yu
- Música: Hsun-Ting Peng
- Dirección de fotografía: Yosuke Kato, Waikin Sou
- Género: Drama