Crítica de ‘The Boy Behind the Door’
La comedia involuntaria del año
Puntuación ✪✪ (3/5)
Sin quererlo, uno acaba teniendo un buen rato en vez de uno malo
En la 31º Edición del Fancine, el festival de cine fantástico de la Universidad de Málaga, dentro de la sección Horror zone, está The Boy behind the door, ópera prima de terror de David Charbonier y Justin Powell, un par de directores estadounidenses que saltan al largo con un filme que buscando dar miedo, acaban dando risas.
El argumento se centra en como Bobby y Kevin, dos niños encerrados y abusados por una pareja de paletos escapan de su cautiverio. Bobby consigue escaparse primero, pero al saber que deja atrás a su amigo, vuelve a la casa para intentar rescatarlo enfrentándose así a sus captores en una agónica lucha por la libertad.
Los elementos positivos a destacar son las actuaciones de los niños y los efectos especiales, que consiguen impactar al espectador. Ya el problema lo encontramos en un guion lleno de agujeros que conducen el filme a base de errores absurdos para llegar a un final previsible y dentro de lo que cabe feliz. En The Boy behind the door, ante todo prima la amistad, con una idea rescatada de películas de los años 80 como Stand by Me, que en estos últimos tiempos ha ido trillándose por su sobreexplotación en series como Stranger Things o películas como Live is Life.
Póster de la cinta
Esta temática se convierte el motor de estos dos niños para apoyarse y escapar, repitiendo varias veces “Amigos hasta el final” cuando la cosa se pone mal, otra referencia a los años 80 lo encontramos en como se recrea prácticamente la mítica escena de los hachazos de Jack Torrance de El Resplandor pero sin la coletilla “Here is Johnny!”.
Los personajes no es que se digan de los más inteligentes que se puede encontrar uno. El protagonista, Bobby, se pasa media película tanteando la suerte con acciones absurdas y surrealistas, que deja al espectador extrañado ante su idiotez. Por ejemplo, consigue encadenar a uno de sus secuestradores a una cañería del sótano. A mano queda para este una pistola cargada, uno espera que el chico se la lleve o aleje el arma de la amenaza, pero prefiere irse corriendo del lugar y acaba un tiro en la pierna. Aunque luego, cuando vuelve a ese sótano, ya no esta la pistola, que aunque descargada, el captor, podría derribar el chaval, prefiriendo agarrarle de la pierna y presionar su herida en acto de sadismo.
Y así va en sus 88 minutos el filme, en una lucha de quien es más inepto, manteniendo así un equilibrio de tensión hasta el fin debido a las acciones de los personajes, que en más de un momento arrancaron las risas en la sala. Los temas son sobreexplotados, los protagonistas están encerrados en una granja alejada de todo: los captores son paletos, racistas y pederastas, que esclavizan sexualmente a los niños, en especial a los blancos e insinúan que este par de chavales no son los primeros en caer en sus manos. Tópico tras tópico, se construye el filme.
Encima lanzan un dardo a Trump, con la radio racista del visitante y una pegatina de Make America Great Again en su coche, un lema que hizo su aparición en la campaña de Ronald Reagan de 1980 y que parece ser la década que transcurre la película, en este aspecto esta conseguida la recreación.
Crítica de The Boy Behind the Door 2020
La mejor forma de disfrutar esta película es de la forma que ves The Room, una peli tan mala que es buena, obvio que no es tan mala como el clásico de Tommy Wiseau, pero si no esperas Suspiria, mejor. Lo disfrutarás más si la ves con tus amigos y si vas con un poquito de alcohol en sangre, mejor. Ya que las pocas escenas de terror, consistente en gore relacionado con mutilaciones, quedan eclipsadas con las acciones absurdas.
Conclusión:
The Boy behind the door es una película regular, con la que pasas de todo menos miedo pero si la ves en compañía, pasarás un buen rato disfrutando de esta aventura con la que echarse unas risas aunque originalmente ese no era su cometido.
Crítica escrita por PJ Martínez
Ficha técnica:
The Boy behind the door (2020)
- Estados Unidos
- Duración 88 min.
- Dirección: David Charbonier y Justin Powell
- Guion: David Charbonier y Justin Powell
- Música: Anton Sanko
- Dirección de fotografía: Julián Estrada
- Productora: Kinogo Pictures y Whitewater Films
- Género: Horror