Crítica de Samsara (2023): reseña y opinión de la película
“Sueños, realidad, muerte, ola tras ola”
Puntuación 
✪ (4/5)
Crítica de PJ Martínez (@pvjcb)
Un filme sensorial que combina un retrato naturalista con elementos experimentales que lo convierten en una vivencia cinematográfica lisérgica.
Llega a las salas españolas Samsara, el nuevo largometraje de Lois Patiño, tras su paso por los festivales Tesalónica, Burdeos, Berlín, donde ganó el Premio Especial del Jurado en la sección Encuentros, y la Seminci de Valladolid. Una película experimental sobre la reencarnación, a medio camino entre el documental y la ficción, que no deja indiferente al espectador, en especial por su interludio estroboscópico no apto para fotosensibles.
La nueva obra del videoartista famoso por codirigir Lúa vermella, es la encarnación cinematográfica del Saṃsāra, el ciclo de la vida en el budismo tibetano y el Libro tibetano de los muertos, que es leído por Amid, un joven laosiano, a una anciana que está a punto de morir. Esto sirve de punto de partida para ver la vida monacal de unos jóvenes monjes budistas que acompañan el espíritu de la anciana en su próxima reencarnación, en este caso como una cabra en las costas de una isla de Zanzíbar, en Tanzania.
«Transitoria» sería la palabra clave cuando hablamos de esta cinta, pues vemos el ciclo de la vida y la muerte, para volver de nuevo a la vida, renaciendo en otro ser. El paso de un bardo a otro se encarna en un intermedio lleno de luces, acompañado de sonidos de animales y ruidos, que dura 10 minutos, llega a ser pesado e incómodo, y sobre todo, si padeces de epilepsia, acabarás mal entre tanta luz parpadeante.
Póster de la cinta
Otros elementos del cine experimental son por ejemplo superposición o inversión de los colores de escenas, con un resultado en este caso más cómodo y bello. Por lo que en su lado más autoral, Samsara es una obra de videoarte alargada en el tiempo.
Por otro lado, con un estilo cercano al documental y cinema verité, se muestra la vida de los jóvenes monjes budistas de la rama Theravāda, enseñando su día a día y la complejidad de este país asiático desde la propia voz de los personajes, contando sus orígenes o deseos, y como en cierta forma ocurría antes en España, el único método para que los jóvenes tengan estudios, es enviarlos a formarse para ser religiosos aunque después se salgan.
Y cuando la historia se traslada a África, se retrata la vida de una familia en la costa de una las islas de Zanzíbar, centrándose en la vida de una niña y su relación con su cabrita, nos enseña la vida de unas trabajadoras en una granja de algas y la precariedad de su trabajo.
Tráiler de Samsara (2023)
Todo ello con una mirada actual, donde el COVID sigue presente en el uso de mascarillas FP2 por parte de algunos monjes, y la presencia de los teléfonos móviles, omnipresentes hasta en los sitios más remotos, y con los que los personajes ponen música mientras viajan y se hacen selfies.
Otro gran punto a destacar es su fotografía, con imágenes llenas de belleza que muestran la naturaleza, disfrutable es el viaje de los monjes por la selva y su cruce con el elefante, o las granjas de algas en la costa. Todo esto rodado en celuloide y un estilo casi amateur, con imágenes quemadas y pelos en los marcos, que por otro lado dan realismo y naturalidad a la cinta, una imperfección que se convierte en una de sus fortalezas. Que sumado al diseño de sonido, que es inmersivo y espectacular, sumergen al espectador dentro de la historia como si fueran recuerdos de un viaje pasado.
En definitiva, Samsara es un universo sensorial único sobre la vida y la muerte, al que lo mejor es venir sin pretensiones y dejarse llevar por el transcurso de esta película sinestésica.
Ficha técnica:
Samsara (2023)
- España
- Duración: 113 minutos
- Director: Lois Patiño
- Guion: Lois Patiño y Garbiñe Ortega
- Dirección de fotografía: Mauro Herce y Jessica Sarah Rinland
- Productora: Señor & Señora Distribuidora: Atalante Cinema
- Género: Drama