Crítica de Operación Kandahar (2023): reseña y opinión de la película
“No hay por donde cogerla”
Puntuación ✪✪✪ (2/5)
Crítica de Juan Pablo Bargueño
Ric Roman Waugh es de aquellos directores cuyo nombre es desconocido por el gran público a pesar de tener una filmografía bastante reconocida. En su labor cinematográfica, el norteamericano ha mostrado gran pasión por la acción desmedida en intentos irrisorios de encontrar aquello que lleva al ser humano a matar a diestro y siniestro —tal vez le esté dando más importancia de la real—. A gran parte del público consumidor de Budweiser y coleccionista de barbacoas, cintas como Objetivo Washington D.C. (2019) o El mensajero (2013), son verdaderas joyas.
A pesar del notable rechazo que le tengo a las películas del director, su filme Shot Caller (2017) entra en mi grupo de ‘placeres culpables’ cinematográficos —ni culpabilidad ni vergüenza—. Siempre es interesante ver películas que uno espera horribles porque, de vez en cuando, te puedes encontrar con sorpresas como Shot Caller. Esa es la mentalidad con la que afronté su nueva película, Operación Kandahar (2023), que se estrena el próximo viernes 16 de junio y que sí, trae de vuelta al héroe del género de acción, Gerard Butler.
Tras cumplir la misión de sabotear un reactor nuclear iraní, Tom Harris (Gerard Butler), un agente de la CIA, decide volver a casa con su familia. A pesar de sus intenciones, Harris aceptará una misión más, aunque en el transcurso de esta su identidad se verá filtrada. Con la ayuda de su nuevo traductor afgano, Mo (Navid Negahban), Harris tendrá 30 horas para cruzar el desierto y llegar al aeropuerto de Kandahar, aunque llegar hasta allí es misión imposible.
Póster de la película
¿Cuál es el destino?
Lo de que Estados Unidos cometa ilegalidades por todo el mundo no le sorprende a nadie, y menos que presuman de ello. En la gran pantalla, en un mínimo intento por hacerlo un poco más bonito, suelen mostrar a los pobres soldados queriendo volver con sus familias, aunque el destino ya es funesto para aquellos que han tenido la desgracia de ver verdaderas atrocidades por defender los intereses de psicópatas con traje y corbata. Que la historia de Operación Kandahar comience así no es de extrañar. Y continuar con frases que justifican los actos del protagonista, como “soy un patriota” y del estilo, son tan cliché, que a uno le da la risa.
Uno sabe lo que va a ver, por lo que no se espera nada espectacular más allá de las explosiones y unos cuantos árabes gritando Allahu Akbar mientras fallan más balas que un stormtrooper de Star Wars. Efectivamente, esto es así, aunque es cierto que Waugh parece querer establecer ciertos matices a través de los personajes para reformular el típico relato norteamericano, exponiendo disputas internas, un intento de actualización de las doctrinas y culturas dentro de los grupos extremistas, y algún que otro personaje empático, todo esto, claramente, sin éxito. Incluso, el propio protagonista se llega a cuestionar varios de sus actos, aunque luego esto se pierde en la nada.
Tráiler de Operación Kandahar (2023)
Básicamente, el principal problema de la cinta es que todo empieza, pero nada acaba. Waugh introduce miles de temas, y ninguno llega a una conclusión. ¿Quién es bueno y quién es malo? ¿Hasta qué punto las acciones están justificadas? ¿La guerra sirve de algo? ¿Qué nos hace humanos? Waugh es como el que dice “piénsalo” pero no te remata con un “saca tus propias conclusiones”. De hecho, parece más un niño hiperactivo que no para de hacer preguntas y que de repente cambia completamente de tema.
La acción de Schrödinger
Hemos venido a ver acción. No obstante, en Operación Kandahar, a pesar de todas las escenas de acción, da la sensación de que no ha habido ninguna. En este sentido, volvemos al tema de antes: se queda a medias. ¿Qué es lo que quería Waugh, una película de acción desenfrenada o una película bélica donde la guerra queda en segundo plano para dar paso a otros temas más interesantes? Parece ser que ambas, consiguiendo ninguna.
No hay un buen tratamiento de la acción, como tampoco del ritmo cinematográfico ni de los actos que llevan a la acción. Todo se construye anárquicamente; de menos a más y de más a menos cada cierto tiempo. Si no es una batalla de lo más clásica, es una escena a lo John Wick, o si no, un exagerado espectáculo de artillería que no sorprende a nadie. Efectivamente, la consistencia no es algo por lo que se caracterice la película.
Conclusión
Esperar una sorpresa es algo que puede salir muy bien o, con más probabilidad, muy mal. En el caso de Operación Kandahar, la sorpresa ha estado ahí, aunque ha sido de las desagradables. Waugh intenta recurrir a su cine de acción más delirante, introduciendo ciertos elementos novedosos que no acaban de encajar, y que solo perjudican al ritmo y la coherencia de la historia. En definitiva, la cinta avanza a trompicones a través de su inestabilidad, sin lograr una consistencia que, por lo menos, haga que la película no sea olvidable. Una nefasta película de acción más.
Ficha técnica:
Kandahar (2023)
- Estados Unidos
- Duración 119 min.
- Dirección: Ric Roman Waugh
- Guion: Ric Roman Waugh, Mitchell LaFortune
- Música: David Buckley
- Dirección de fotografía: MacGregor
- Productora: G-BASE, Thunder Road Pictures, Capstone Group, MBC Studios. Distribuidora: DeAPlaneta
- Género: Acción