Crítica de Noche de paz (2023): reseña y opinión de la película

John Woo está de vuelta con esta joya navideña de acción desmedida

Puntuación ⭐⭐⭐⭐✪ (4/5)

Crítica de Juan Pablo Bargueño

Si algo le sienta de maravilla al arte cinematográfico son las historias de venganza: Old Boy (2003), El cabo del miedo (1991), Burning (2018), Irreversible (2002) e infinitos etcéteras. Este tipo de cintas cumplen una función punzante porque en ellas se da un sentido trágico y desagradable en el intento de hacer justicia en un mundo donde la diosa Temis tiene los ojos destapados. Dentro del subgénero se puede encontrar una vertiente más edulcorada y catártica. No siempre debe sufrir el espectador. De hecho, se le recompensa con altas dosis de dopamina. Así lo demuestra la adulación hacia personajes como The Punisher —en comics, películas y series televisivas— o John Wick.

Esta rama del subgénero es simple: alguien cercano al protagonista es asesinado —puede ser por accidente—; esta persona era lo único que merecía la pena en la vida del protagonista, por lo que ahora, teniendo nada que perder, decide acabar con la vida de todos aquellos que hayan estado relacionados con su pérdida.

John Woo recoge esta fórmula tan gratificante en su nueva película, Noche de paz (2023), donde el olvidado Joel Kinnaman —necesitada mención a su trabajo como Takeshi Kovacs en Altered Carbon (2018)— interpreta a un padre que acaba de perder a su hijo en un tiroteo entre bandas. Atormentado por la muerte e incapaz de hablar por una lesión en las cuerdas vocales, decidirá acabar con el origen de esta historia de violencia.

Noche de paz 2023. Opiniones y crítica

Póster de la cinta

La parodia navideña del año

Si empezamos por el título, nos damos cuenta de que John Woo se lo quería pasar bien. Noche de Paz, que se estrena el uno de diciembre, transcurre días antes de Navidad y está repleta de cancioncillas puntuadas por cascabeles y vocecillas angelicales. ¡Dejémonos de comedias románticas y de películas en las que Papá Noel es perseguido por la policía por robar unos regalos! Ahora, lo que subraya el verdadero espíritu navideño son las persecuciones, las balas y la sangre. Los jerséis de ganchillo, con sus renos y duendes hilvanados, ya no están de moda. Los coches familiares y las cajas envueltas en papeles coloridos, tampoco. Debemos dejar la tradición de la Coca-Cola y el Ferrero Rocher por la de las chaquetas de cuero, la música urbana, el rugir de los motores, la munición infinita y la sensualidad inherente al mundo metropolitano posmoderno.

Esta jactancia cinematográfica del director chino es una maravilla. E incluso cuando la gran parte de sus unidades sintagmáticas recurren a la auto-parodia del cine de acción, también queda presente un sentimiento dramático bien conjugado con la tonalidad dominante. El guionista, Robert Archer Lynn, plantea un buen comienzo de película centrado en el proceso de la pérdida paternofilial y de la capacidad de hablar. Ambas están relacionadas, pues el drama gira en torno a la figura de la madre (Catalina Sandino Moreno) y el padre, donde se da una relación comunicativa imposible. No es solo la pérdida del hijo, sino que también la desesperación reflejada en los personajes.

Tráiler de Noche de paz (2023)

Por su puesto, la pérdida del diálogo es todo un desafío para un filme. Sin embargo, no hay prueba más esencial que la de dejar la lengua a un lado y apostar por el lenguaje cinematográfico. De hecho, en Noche de Paz queda demostrado —aunque ya lo estaba— el poder que tienen las imágenes. No son necesarias las palabras —intencionada exageración del antihéroe—, pues las propias imágenes lo cuentan todo. No se asusten si les digo que únicamente se pronuncian dos frases en toda la cinta, pues es lo necesario.

Puro cine

¿Cómo se quedarían si les digo que Noche de Paz es lo más cercano a Decision to Leave (2022) desde su estreno? Allá ustedes, pero lo firmo con la cabeza bien alta. De hecho, fue una grata sorpresa encontrarme con una película de acción desbordada por una dirección y un montaje sobrehumanos. Verla se podría considerar gula cinematográfica. Es demencial el nivel alcanzado por John Woo, ya que en cada escena se palpa un indomable espíritu por llevar las imágenes al límite. Incluso, en sus momentos de acción exacerbada, consigue ponerles las cosas claras a muchas franquicias “primigenias” en lo suyo. Las persecuciones en coche son dignas de alabanza. Ya podrían aprender los de Fast & Furious. Además, no podían faltar esos planos secuencia ya típicos en este tipo de filmes, que puso de moda la serie Daredevil (2015-2018), como los escenarios nocturnos o extravagantes típicos de las películas noventeras.

En cuanto al montaje, solo queda rendirse. Ya no es una transición en la que una lágrima se transforma en una bala, un encadenado en el que se destapa la furia del protagonista o todo tipo de trucajes que recuerdan a las figuras iniciales del cine, sino que se referencia descaradamente a Edwin S. Porter y su obra La vida de un bombero estadounidense (1903) —lo juro—. Es una detrás de otra, por lo que el amante del cine va a salir con el estómago lleno, más bien casi a reventar. Pero no nos engañemos, cuando hablamos de cine, no hay nada mejor que salir empachado de la sala. ¡Viva!

Conclusión

Noche de paz es esa película que nadie sabía que necesitaba. La opción navideña no apta para todos los públicos. ¿Quieres acción desmedida y pasarlo bien? Es tu película. ¿Quieres drama y superación? Es tu película. ¿Eres un nostálgico —pobre de ti— de los noventa? Es tu película. ¿Quieres ver un cine creativo y con marcas autorales? Entonces, definitivamente, esta es tu película.

Ficha técnica:

Silent Night (2023)

  • Estados Unidos
  • Duración 104 min.
  • Dirección: John Woo
  • Guion: Robert Archer Lynn
  • Música: Marco Beltrami
  • Dirección de fotografía: Sharone Meir
  • Productora: Capstone Studios, Thunder Road Pictures, A Better Tomorrow Films. Distribuidora: DeAPlaneta
  • Género: Acción

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