Crítica de Napoleón (2023): reseña y opinión

Joaquin Phoenix sorprende dando vida a Napoleón, ya que uno se esperaba un desenfreno y vehemencia en su aproximación al emperador, pero en cambio se nos muestra como una persona pasada de rosca y con grandes dificultades para sociabilizar. Una tosquedad de la que se ve imbuida, que a mí en lo personal me funciona muchísimo y que a su vez nos muestra la versatilidad de Phoenix como actor. No obstante y quizás porque son las interpretaciones más pasionales las que nos llaman más la atención, Vanessa Kirby es la que se come la pantalla de principio a fin. Trasmite un carisma y un poderío escénico brutal, que debería valerle una nominación a Mejor Actriz para la próxima edición de los Oscar.

El tema del montaje

Una cuestión importante de Napoleón, es el montaje final que se va a exhibir en cines, que es aproximadamente dos horas y cuarenta minutos en total. Posteriormente se estrenará un montaje del director que irá directamente a Apple TV, con una duración de cuatro horas. El gran “pero” de la película es precisamente ese, que se notan los cortes y que se queda corta para todo lo que abarca una figura tan inmensa como es la de Napoleón. Aunque no tienen mucho que ver en estilos, más allá de tratar de la misma figura histórica, la obra maestra de Abel Gance tiene una duración de cinco horas y media; aunque ha ido variando, dependiendo de los distintos montajes que se han ido haciendo a lo largo de décadas desde el estreno en 1927. Digo esto para tener una duración aproximada de lo que supone acercarse a la figura de Napoleón.

Es entendible y esperado que esto pasara, pero creo que hace que el montaje por momentos se vea excesivamente acelerado y que pase muy por encima por acontecimientos relevantes. No obstante, no va a ser un problema para que la gente la pueda disfrutar en cines, pero sí que espero con ansias el lanzamiento del montaje de 4 horas, el cual creo que conseguirá que me satisfaga del todo lo conseguido por Ridley Scott en este último trabajo suyo.

Conclusión:

Napoleón es una película visualmente apabullante, sangrienta y épica, donde Ridley Scott erige su particular Barry Lyndon (1975). Es una película ambiciosa y arriesgada, donde uno se queda atónito ante la magnificencia de lo conseguido por Scott a la hora de retratar los acontecimientos bélicos. La edición de sonido es increíble, haciendo que retumbe la sala con los centenares de cañonazos que se vislumbran a lo largo de las distintas batallas. La dirección de fotografía y la banda sonora la hacen tener ese clasicismo arrebatador, de un cine que por desgracia ya se está perdiendo.

Joaquin Phoenix y Vanessa Kirby están magnéticos en sus interpretaciones de Napoleón y Josefina, destacando especialmente la de Kirby que es digna de estatuilla. En definitiva, una de las películas más alucinantes de la carrera de Ridley Scott, estando a la altura del reto de retratar a una de las figuras más importantes de la historia de la humanidad.