Crítica de Los Fabelman (2022): reseña y opinión de la película

Spielberg entrega una experiencia catártica que le permite revisitar las circunstancias que lo crearon y lo acompañan al día de hoy. Se nota un desarrollo fluido lleno de pequeños detalles, además de guiños temáticos y visuales a múltiples títulos de su filmografía. El reparto es otra virtud innegable que enriquece el resultado final gracias a la entrega de los actores en sus respectivos personajes. El joven actor Gabriel LaBelle encarna a Samuel, nuestro protagonista y el avatar de Spielberg con soltura, y se configura como una de las nuevas promesas de Hollywood. Su registro dramático encuentra su punto más alto durante el tramo final de la cinta, donde hay una fuerte carga  sentimental. El intérprete está a la altura.

La actriz Michelle Williams entrega una de las mejores actuaciones de su carrera como la soñadora Mitzi, madre de Samuel y Paul Dano le aporta matices a su interpretación de Burt, el padre de Samuel que no considera el cine como un trabajo, sino como un pasatiempo. Ambos personajes poseen un desarrollo sólido y representan arquetipos distintos, alejados de los perfiles básicos y los trazos gruesos. Por otra parte, el actor Judd Hirsch tiene una aparición breve pero poderosa como el tío de Samuel que trabaja en un circo y funge como mentor del chico.

El apartado técnico de Los Fabelman cuenta con la participación de los colaboradores habituales de Spielberg en un ejercicio meta-referencial que enlaza con las obsesiones cinematográficas del cineasta y le da un tono particular a cada sección de la trama. El diseño de producción de Rick Carter nos transporta desde los suburbios de Nueva Jersey en 1952 hasta la árida Arizona en 1957 y finalmente a California en un viaje donde la recreación meticulosa de la época cobra vida con todo lujo de atención al detalle y homenajes a las diferentes eras del cine.

La fotografía de Janusz Kaminski dota a las imágenes de un aire nostálgico y nos entrega algunas de las secuencias más hermosas del año, como las diferentes películas que graba Samuel o un baile nocturno durante un viaje de acampada donde la cámara adquiere un aspecto voyerista y nos hace partícipes de un momento profundamente emotivo. La música del legendario compositor John Williams hace referencia a sus anteriores trabajos con Spielberg en un trabajo redondo donde cada tema posee una resonancia diferente a lo largo de la historia. La belleza auditiva se transmuta dentro de las imágenes con fluidez y les otorga un nuevo nivel de sentido.

En conclusión, Los Fabelman es otro triunfo deslumbrante en la carrera de Spielberg con una historia personal muy sentida que conmueve hasta las lágrimas, actuaciones sofisticadas y una percepción renovada sobre la relación entre el arte y su creador. Una cinta con todas las papeletas para triunfar en la temporada de premios.