Crítica de ‘Las Vidas de Marona’

Critica de ‘Las vidas de Marona’

La vida a base de lametazos

Siguiendo con la programación del festival “Mostra Internacional Films de Dones” de Barcelona, hoy hablaremos de una película de animación francesa, que está siendo una de las grandes sensaciones de este festival y que como ya mencionamos en la crítica previa, se puede ver hasta el 14 de Junio en la plataforma de streaming Filmin

Se estrenó el año pasado  durante el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy, y desde entonces ha pasado por numerosos festivales internacionales, en los cuáles ha sido galardonada en varias ocasiones. La directora rumana Anca Damian nos invita a formar parte, del viaje vital de una perrita llamada Marona, que relata su vida a través de los diferentes dueños que ha tenido. 

Con una animación de estilo “surrealista” llevada a cabo por el estudio “Aparte Film”, nos adentramos en una de las películas de animación más emotivas de los últimos años.  La animación está construida de tal manera, que es fácil para el espectador, saber lo que está sintiendo la protagonista en todo momento. Es un tipo de animación, que va desde lo más grotesco a lo más íntimo, lo que hace que la cinta se convierta instantáneamente en una película genuina y diferente a todo lo que uno está acostumbrado a ver en el mundo de la animación.

las vidas de marona

Póster de la película

A través de los ojos de Marona podemos ver los diferentes fragmentos de su vida, en los que debe de lidiar continuamente con aspectos como el rechazo, el abandono o la soledad. Desde que es separada de su madre siendo una cría, Marona vagabundea por las calles de París, pasando de dueño a dueño, con la esperanza de encontrar el hogar que siempre se le ha negado. En la película, podemos ver los distintos vínculos afectivos que ha tenido con diferentes humanos, en los que todos tienen un punto similar, el uno con el otro, el abandono. 

Todas estas relaciones, parten desde una base tierna y cariñosa del humano hacia los animales, pero a medida que va pasando el tiempo, estas relaciones desembocan en actitudes carentes de compasión por parte de los dueños, que finalmente acaban abandonando al animal. Sin intención de entrar en “Spoilers” consideramos que es necesario repasar varios de los personajes que van apareciendo durante este film, con el fin de ofrecer un mayor análisis de la película, pero sin entrar en ningún momento en detalles significativos de la trama.

En primer lugar conocemos a Manole, un acróbata parisino que es el primer dueño de la pequeña Marona. Este artista que vive en la absoluta pobreza, pero que sueña con llegar a ser algún día un acróbata de gran fama, es el primer vínculo afectivo que experimenta Marona en su corta vida, y que será el primer dueño en renombrarla bajo el nombre de Ana. 

Después tenemos al personaje de Istvan, un hombre de gran corazón que se dedica a la construcción y que mantiene una relación complicada con su madre y su mujer. Marona acaba teniendo un gran vínculo con este personaje, por el hecho de sentir una gran empatía por él, ya que lo ve como un hombre apagado y triste, que pretende mostrar una cara alegre hacia los demás pero que en el fondo vive en la más absoluta amargura. Este personaje la vuelve a cambiar de nombre, renombrándola como Sara. 

La última dueña de la vida de esta perrita sería Solange, una niña que vive con su madre soltera y su abuelo cascarrabias. Solange sería la que le daría el nombre de Marona, ya que el nombre original de ella, era “Neuf”, ya que fue la novena cría a dar a luz. 

las vidas de marona 2019

Fotograma de la película.

Es una cinta de la que se podría decir, que es muy fácil de conectar como espectador, con la historia que está padeciendo el personaje principal ya que es un reflejo de experiencias vitales que cualquiera de nosotros hemos podido padecer en determinados momentos de nuestras vidas. Esta manera tan desoladora, en ciertos momentos del visionado, te hace recordar a películas como El Hombre Elefante (1980) o Frankenstein (1931), en las que el protagonista principal, tenía que lidiar con una desdicha y rechazo similar ante los humanos. 

El film también pretende ser una crítica hacia el hombre y su manera de tratar a los animales. No hace mucho tiempo fui a una casa rural con granja para niños en la Comunidad Valenciana y vi como los seres humanos, guiados por nuestro egoísmo y nuestros aires de superioridad, nos creemos en el derecho de tratar a los demás seres vivos como productos que podemos utilizar y desechar. A lo largo de la cinta, vemos conductas que podríamos catalogar de “estúpidas” por parte de los seres humanos, y que para nada se exagera o se aleja de la realidad en que vivimos. Pese a que la historia pueda parecer muy trágica a priori, considero que deja un mensaje final esperanzador, de perdón y amor por toda vida que merece ser respetada y amada por igual. 

Desde Historia del Cine, recomendamos ver esta peli no solo para disfrutar de una gran película, también para reflexionar con uno mismo, de cómo es nuestro trato con los demás, en este caso hacia los animales, pero se puede aplicar hacia otras cosas de la vida, como puede ser el trato hacia el medio ambiente sin ir más lejos.

 
Por Dani Jiménez

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