Crítica de Las habitaciones rojas (2023): reseña y opinión
“El laberinto psicológico del Homo Virtualis”
Puntuación (5/5)
Crítica de Jon Sánchez Molina (@JonSanRW0)
Para ser totalmente justos, esta película es difícil de abordar, pero hay claves para acceder a ella, pistas para descifrarla y, sobre todo, un «mapa del merodeador» bien trazado por su director, Pascal Plante, que hace poquito ha comenzado su carrera de largometrajes (Nadia, Butterfly y Fake Tattos). Para conseguir entender en su totalidad la tesis o finalidad de su obra hay que remitirse a sus palabras antes de entrar en materia, muy esclarecedoras e interesantes, por cierto.
El joven Canadiense comentó haber hecho un enorme trabajo de investigación, uno que lo llevó por caminos oscuros. Cito una de sus frases para que sepáis a donde llegaremos;
«Fue algo muy duro y deprimente, parecía estar constantemente en la cabeza de Ted Bundy».
Se tiró mucho tiempo investigando a asesinos en serie, sus actos, sus atrocidades, entrando en lugares oscuros de internet, viajando por portales a los que nunca querría haber accedido, todo para conseguir el bagaje suficiente para abordar algo tan escabroso y difícil. Su película es un descenso al infierno psicológico humano, teniendo como punto de partida a un asesino en serie, Ludovic Chevalier, asesino y torturador de 3 niñas.

Póster de la cinta
La obsesión por el caso viene a raíz de los detalles, pues los asesinatos han sido retransmitidos en streaming en la dark web, dando como resultado 3 vídeos snuff de los hechos, aunque solo han conseguido dos de ellos, el tercero —que es sobre el que gira la película— no se ha encontrado, y pertenece al asesinato de la más pequeña, de 13 años. Esto se plantea en la primera escena de la película, y así damos con las chicas protagonistas, dos «groupies» del asesino que acuden morbosamente al juicio completo, sin saber aún cuál es el objetivo de cada una.
Una de las primeras cuestiones con las que me asalta Les Chambres Rouges (Las Habitaciones Rojas) es moral, sobre cómo hemos llegado aquí como sociedad. Pascal Plante intenta describir sin palabras la pregunta, asaltando constantemente la atención desde una distancia de seguridad con sus personajes. La primera parte de la película es casi muda, sólo se proyectan palabras (en el juicio) pero no se habla como tal, vemos actos extraños de las jóvenes, además de observar la rutina de nuestra protagonista; Una chica que se gana la vida con el modelaje y el póker online, con una cualidad clave añadida, es un prodigio con la tecnología y el manejo de internet.
Entrar en su mente es un reto, y la finalidad de cada una muta y nos acerca más a lo psicótico y enfermizo, a la negación y la obsesión sistemática de unos actos que, a priori, ni se han visto. Nos enfrenta a la duda, al horror, pero nunca es condescendiente, intenta ser clínica al indagar en sus pensamientos. Vemos un patrón común, una soledad desoladora que se suple por una obsesión, pero diferente al tener unas finalidades muy opuestas cada personaje.
Tráiler de Las habitaciones rojas (2023)
El estudio de la imagen, la propia y digital, consigue ser trascendental por cómo nos enfrentamos a ella ahora. La sensibilidad del humano moderno ha cambiado, sobre todo respecto a lo que se ve a través de una pantalla, también nuestra situación de alarma actual durante años nos ha llevado a una simbiosis para con la nueva tecnología. La accesibilidad a la atrocidad nos cambia la percepción, somos más insensibles, y el morbo de cierta gente pasa por ver la peor parte del mundo. Todo esto describe cómo estamos, nos situamos y sobre todo nos enfrentamos al mundo digital a través del tangible. Como nuestra percepción se distorsiona, se transforma, el valor que le damos a las cosas cambia y hasta la vida humana se ve de otra forma. Es muy potente el trabajo de Plante, pues no deja de viajar por los infiernos del alma humana, pero lo más alucinante, y una de las cosas más impactantes y más lúcidas que tiene es mostrar la escenificación de la realidad, un choque entre imagen desde el digital con el mundo en el que vive.
El dispositivo narrativo es acertadísimo, algo que últimamente en pocas películas puedo destacar. Su primera escena en el juicio lo avala, una cámara distanciada pero presente en cada hueco pertinente, haciendo que el horror se palpe, la tensión crezca, pero que a su vez el dolor de las familias de las víctimas esté en un primer plano. Su trabajo de fuera de campo es asombroso, con ello el sonido también adquiere una fuerza única siendo en los momentos de puro terror el conductor de dicho sentimiento.
Esto consigue una hipnosis extraña, no poder apartar la mirada en ningún momento por lo atrayente del caso, pero una dicotomía moral mientras te enfrentas a las imágenes, es cuando realmente puedes llegar a entrar en la cabeza de la protagonista, alguien consumida por el mundo digital, obsesionada con un fin propio, y tan separada del mundo real que sus actos se rigen por la necesidad de enfrentarse la primera a la barbarie, una barbarie escenificada en el mundo tangible, el vídeo de la joven de 13 años que nunca se encontró.
Ficha técnica:
Les chambres rouges (2023)
- Canadá
- Duración 118 min.
- Dirección: Pascal Plante
- Guion: Pascal Plante
- Música: Dominique Plante
- Dirección de fotografía: Vincent Biron
- Productora: Nemesis Films Productions. Distribuidora: Entract Films
- Género: Intriga