Crítica de Jeanne du Barry (2023): reseña y opinión de la película
No tenía suficiente con la mediocridad y acaba en el insulto
Puntuación ✪✪✪ (2/5)
Crítica de Juan Pablo Bargueño
La polémica está servida. El 76º Festival de Cannes quiso mandar un mensaje claro. La altanería francesa destaca por su “seriedad” y cumple con la necesidad de levantar la barbilla, mirar por encima del hombro y decirnos que estamos equivocados. Habrá quien ramalea a los que mandan en la Cote d’Azur, a los que caminan con las manos en los bolsillos entre las tiendas de Louis Vuitton, Saint Lauren y Gucci, y a los que montan un pollo cuando no les dejan pasarse la igualdad por el arco del triunfo.
Maïwenn, cucharita de plata, amante prematura, experta en salivar y muchos más etcéteras, protagoniza y dirige Jeanne du Barry (2023), película inaugural en Cannes que sentencia un mensaje claro, algunos dicen sobre el Me Too, pero no se queda en eso. La cinta, que se estrena en España el 22 de septiembre, es una excusa para salvaguardar la impunidad del mundo de los artistas y, ya de paso, separarse de la gente corriente, porque el pueblo es infame. Este rebuzno cinematográfico, casi peligroso —pues, ¿quién hará caso a una cinta tan mediocre? —, asegura el interés por parte del público, ya que Johnny Depp, personaje controversial por excelencia, interpreta a Luis XV.
Jeanne (Maïwenn), es una prostituta de lujo que aprovecha su trabajo para juntarse con la aristocracia y crecer en el escalafón social. Al convertirse en la favorita del Luis XV (Johnny Depp), Jeanne se va a vivir a Versalles, donde será criticada y menospreciada por la corte. Sin embargo, el amor hará de arnés, auxiliando a Jeanne a permanecer en la clase alta.
Póster de la cinta
Una cinta poco atrayente
Lo que más destaca de la cinta es su firme apartado técnico. La escenografía y el vestuario del siglo XVIII proveen a la película de gran porte histórico. A pesar de la magnífica ambientación, Jeanne du Barry trata de ser un mensaje, más que una película. La historia de esta señora está contada por una voz en off demasiado entrometida. Por sus declaraciones, podemos deducir que Maïwenn se cree que el público lleva babi y se le cae la baba. Es insoportable que un narrador nos describa todo y nos dé el biberón interrumpiendo la sucesión orgánica de la narrativa.
Esta narrativa consiste en mostrar las idas y venidas amorosas entre Luis XV y Jeanne, ambos interpretados de forma notable por Johnny Depp y Maïwenn. Al principio prevalece la comedia y lo cursi, tono que le favorece. Después, como el perro y el gato, se producen roces por culpa de las diferencias morales en la cuestión del amor. En esta parte, el componente romántico no acaba de cuajar. Esperar la calurosa sensación de fragilidad de las mejores películas románticas es misión imposible en Jeanne du Barry, pues no hay intimidad entre los personajes, no hay ternura, no hay comprensión y no hay lucha.
Tráiler de Jeanne du Barry (2023)
El verdadero duelo reside en el intento de Jeanne por mantenerse en Versalles. Es por esto por lo que, cuando el drama se centra en la relación amorosa del rey y su amante, la cinta pierde convicción. Por lo tanto, viéndolo con perspectiva, es notorio que el filme cojea en lo dramático y triunfa con el tono sarcástico y alegre, que, aunque roce lo ridículo, le sienta bien.
Lo que faltaba
La vida de todos estos personajes históricos de la realeza francesa finaliza con sus cabezas rodando por la plaza de la Concordia. En este sentido, Maïwenn ha creído conveniente y oportuno comparar el fin del absolutismo en Francia con la persecución en masa de la cultura de la cancelación. Si Maïwenn pretende que el público empatice con la aristocracia francesa del siglo XVIII, lo lleva claro. Jeanne, como todos estos personajes históricos, ha vivido en ambientes de riqueza y excesos; ha aprovechado su poder para su propio bien y ha ignorado el sufrimiento del pueblo. ¿Qué tipo de epifanías tiene la directora si ve tan clara la merecida impunidad de las clases pudientes del pasado y la de los artistas de ahora?
Lo que faltaba es el mensaje final, donde se le echa la culpa al pueblo de esta persecución. Poco cine y mucha charla acomodada; poco arte y mucho roznido. Normal que al final de la proyección algún que otro abucheo resonara en la sala. Si no fuese por cuestiones como esta, la película sería una más del montón. No obstante, resulta ofensiva la altivez aniñada detrás de este insulto a la inteligencia.
Conclusión
El regreso de Johnny Depp debería ser un buen motivo para pasar una gran tarde de cine en las salas. Sin embargo, Jeanne du Barry está para aguar la fiesta con su discurso. La cinta destaca por su apartado técnico, escenografía y vestuario. Asimismo, su tono sarcástico y jubiloso funciona hasta que comienza el drama. Si bien se pone en primer plano el amor entre los personajes protagonistas, este se siente frío y no consigue convencer. Por otro lado, la obtusidad de la directora estropea, gracias a un mensaje tremendamente vanidoso, lo que sería una cinta mediocre.
Ficha técnica:
Jeanne du Barry (2023)
- Francia
- Duración 116 min.
- Dirección: Maïwenn
- Guion: Teddy Lussi-Modeste y Maïwenn
- Música: Stephen Warbeck
- Dirección de fotografía: Laurent Dailland
- Productora: Why Not Productions, IN.2 Film y France Télévision. Distribuidora: Notorious Pictures Spain
- Género: Drama