Crítica de Indiana Jones y el dial del destino (2023): reseña y opinión
Puntuación ✪✪✪ (2/5)
Crítica de Cristian Pestana
Indiana Jones y el Dial del Destino es una cinta dirigida por James Mangold que funciona como secuela de Indiana Jones y la Calavera de Cristal (2007) y se configura como la despedida de uno de los personajes más populares en la historia del cine.
Desde su primera aparición cinematográfica en el año 1981 con la cinta Indiana Jones: En busca del arca perdida, el mítico arqueólogo conquistó los corazones de los espectadores a nivel mundial y marcó el origen de una franquicia exitosa llena de epicidad y aventuras fascinantes bajo la visión del excelente cineasta Steven Spielberg, que jugó con diferentes registros en todas las entregas, desde las aventuras de serial que formaron la espina de En busca del Arca Perdida, pasando por el terror folk de Indiana Jones y el templo maldito, la fantasía pulp de Indiana Jones y la Última Cruzada, hasta llegar a la ciencia-ficción en Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal. Toda una variedad de ambientes para las andanzas de Indy.
La gran popularidad de estas cintas volvió a consagrar a Spielberg como uno de los grandes directores de la historia y sembró las bases para una quinta entrega, que pasó por un largo periodo de gestación hasta tomar forma y avivar el interés de los fanáticos de la saga una vez más.
Póster de la película
En esta oportunidad, el cineasta norteamericano James Mangold toma el relevo de Spielberg y se estrena como director en la franquicia, listo para dejar su impronta autoral en cada plano. Dentro de la filmografía de Mangold, encontramos cintas como Wolverine Inmortal (2013), Logan (2017) y Ford Vs Ferrari (2019), lo que nos da una pista de sus intereses artísticos y la capacidad que posee para combinar acción frenética con el drama crepuscular de personajes que se encuentran en el ocaso de sus vidas.
¿Este sello particular funciona con las aventuras de Indiana Jones?
El arqueólogo Indiana Jones deberá emprender otra aventura contra el tiempo para intentar recuperar un dial legendario que puede cambiar el curso de la historia. Acompañado por su ahijada, Jones pronto se encuentra enfrentándose a Jürgen Voller, un ex nazi que trabaja para la NASA. La intención de revivir la nostalgia por el arqueólogo más famoso del cine además de proporcionar un cierre a su arco narrativo es noble, pero lamentablemente esta cinta no tiene éxito a la hora de cumplir su propósito y se siente como un producto vacío sin mucho valor cinematográfico ni virtudes que aportar a la saga. Esto por una serie de razones que se expondrán a continuación.
Los problemas comienzan desde el ámbito narrativo. El guion escrito por Mangold, Jez Butterworth, John-Henry Butterworth y David Koepp se configura como el más flojo de la franquicia debido a un desarrollo tedioso que intenta homenajear la estructura clásica de las primeras entregas sin mucho tino y una falta de ritmo que convierte a la historia en una experiencia tediosa y carente de emoción. Desde su primera secuencia, un prólogo extenso donde acompañamos a Indiana en una misión importante durante la Segunda Guerra Mundial, se percibe un sabor añejo rancio que los guionistas intentan hacer pasar como reverencia por el material original pero no logran ocultar el cariz artificial que impregna cada tramo narrativo y le resta personalidad a la producción.
Tráiler de Indiana Jones y el dial del destino (2023)
La obsesión con enmendar los errores del pasado, la búsqueda del poder y los cambios generacionales son algunos de los grandes temas que aborda la historia de Indiana Jones y el Dial del Destino, pero ninguno de ellos posee la exploración sólida que ameritan. Además, sigue una tendencia en el cine actual de convertir a los héroes de antaño en personajes amargados que sólo quieren vivir a través de los recuerdos de sus días de gloria sin encontrar un lugar seguro en su época presente. Esto le sucede a Indiana en la cinta y se trata de un error crucial, ya que elimina la esencia original del personaje y lo reduce a un estereotipo trillado sin ningún rastro de su vivacidad característica.
Para su tercer acto, la cinta se mueve a un escenario surrealista gracias a un plot twist tan alucinante como absurdo y que termina por lastrar la poca coherencia narrativa remanente.
El epílogo de Indiana Jones y el Dial del Destino es el único momento donde se siente una emotividad genuina pero llega muy tarde y no se siente como un cierre memorable para el personaje titular.
En el plano actoral, hay luces y sombras. Por un lado, Harrison Ford logra realizar un buen trabajo a pesar de la deficiente construcción de Indiana en esta cinta y vuelve a demostrar por qué es uno de los actores más talentosos de la industria hollywoodense. Mientras que la actriz Phoebe Waller Bridge encarna con seriedad a Helena, la sobrina de Indiana, su talón de Aquiles se encuentra en el limitado carisma que posee el personaje, lo que hace difícil que los espectadores logren empatizar con ella. Lo mismo sucede con el joven Ethann Isidore que interpreta a Teddy, el ayudante de Helena. Su falta de expresividad le pasa factura y lo convierte en un personaje olvidable.
Sin lugar a dudas, la mejor baza del reparto es el actor Mads Mikkelsen como el nazi Jurgen Voller. Con su usual sofisticación y un registro intimidante que pone los pelos de punta, Mikkelsen construye un villano sólido que merecía una mejor película. Otro excelente trabajo de un actor fascinante. Las breves apariciones de John Rhys- Davies y Karen Allen se sienten como meros pies de página sin mucha importancia mientras que Antonio Banderas es una presencia fugaz en la historia con un personaje que no aporta nada interesante.
En el apartado técnico, hay que destacar la música del legendario compositor John Williams que vuelve a sorprender con melodías vertiginosas y la vena aventura que lo caracteriza, además de recuperar el icónico tema central que nos remite a nuestro primer encuentro con el personaje. El único elemento que logra despertar una nostalgia sincera. Aunque en esta ocasión no hay ninguna secuencia de acción que permanezca en la retina del espectador, hay que reconocer la labor del equipo detrás de los efectos especiales, que consiguen recrear con soltura el caos que ocasionan los personajes durante la misión, y vale la pena resaltar el CGI utilizado para rejuvenecer a Harrison Ford en la secuencia inicial. Un acabado limpio que luce realista y se aleja del artificio visto en producciones como Capitán América: Guerra Civil (2016) y El Irlandés (2019).
En conclusión, Indiana Jones y el Dial del Destino es una despedida fría y olvidable que traiciona la esencia del personaje titular, no ofrece una aventura interesante y resulta tediosa de principio a fin. Una de las peores películas del año.
Ficha técnica:
Indiana Jones and the Dial of Destiny (2023)
- Estados Unidos
- Duración 154 min.
- Dirección: James Mangold
- Guion: Jez Butterworth, John-Henry Butterworth, James Mangold. Personajes: George Lucas, Philip Kaufman
- Música: John Williams
- Dirección de fotografía: Phedon Papamichael
- Productora: Amblin Entertainment, Lucasfilm, Paramount Pictures. Distribuidora: Walt Disney Pictures
- Género: Aventuras. Acción