Crítica de ‘Hombre muerto no sabe vivir’ de Ezekiel Montes

No es fácil hacer cine

Puntuación ⭐✪✪✪✪ (1/5)

No es fácil hacer cine. Años de trabajo duro, de pelear, de insistir, de no rendirse dispuesto a morir por una historia. No es fácil, ese es el motivo por el que sólo está al alcance de unos pocos privilegiados.
 
Por eso, normalmente, cuando veo una película intento extraer algo bueno de ella, algo que me haga ver por qué esa película tenía que existir. Y siempre encuentro algo. Ya sea la propia historia, la dirección, el reparto o alguna interpretación gloriosa, una fotografía estilizada, una banda sonora que atrae… Algo.
 
Siempre hay un hilo del que tirar. Cuando fui a tirar del hilo de Hombre muerto no sabe vivir me encontré que la bobina estaba vacía. Podríamos decir que es un rara avis, pero no el rara avis que nos gusta.
 
Esta crítica de Hombre muerto no sabe vivir no va a ser buena. Ni siquiera voy a intentar maquillar nada ni ensalzar pequeños detalles para ocultar los grandes destrozos.
Crítica de hombre muerto no sabe vivir

Póster de la película

Quizá porque todo indica, viendo la extraña correlación entre los escasos apoyos económicos de la película y la cantidad de dinero que hay detrás, que nos encontramos ante el capricho de un señor con dinero en el bolsillo, Ezekiel Montes, que no es otro que el de hacer una película y pasearse con ella bajo el brazo. ¿Y por qué todo esto? Porque cuando uno hace una película lo mínimo que se le pide es esfuerzo, cariño y pasión por el cine. Cualidades que no posee la cinta de Montes.

Es interesante oír hablar al director malagueño sobre la película, ya que es la única manera de enterarse de qué va exactamente, pues lo que hay en su cabeza difícilmente ha conseguido plasmarlo en la pantalla. Todo es muy confuso en esta historia de drogas, mafia, tiros, prostitutas… Esta película la hemos visto mil veces ya sea en forma de largometraje o de serie de televisión, ¿la diferencia? Que esta parece la versión del grupo de cuarto de la ESO que la profesora enrollada ha puesto como ejercicio voluntario de clase.

Perfectamente esta película podría haber estado dirigida por un adolescente que ha visto un par de películas de Scorsese, Robert Rodríguez o Tarantino y con dos nociones de cine mal entendidas. Y es esto, la dirección, uno de los grandes fallos de Hombre muerto no sabe vivir.

No podemos hablar de una película dirigida con el piloto automático puesto. Ojalá. Eso simplemente la hubiera convertido en una cinta mediocre. Está plagada de planos cinematográficos mal encuadrados, sin estética alguna, con movimientos de cámara mal ejecutados. Cada una de las secuencias de acción, sobre todo la que culmina la película y que debería ser la más espectacular, están rodadas de forma muy torpe, consiguiendo eliminar cualquier pequeño trazo de tensión que pudiera desprender la secuencia.

Crítica de Hombre muerto no sabe vivir 2021

No tiene sentido nada de lo que sucede ni en la pantalla ni en el guion. Se hace aburrida a medida que avanza y cuesta mucho seguir el hilo de la historia. No por su complejidad, sino por no saber contar una historia aparentemente sencilla. Ezekiel Montes, que también es el guionista (y productor y director de fotografía), no se ha estrujado el cerebro para avanzar en esta trama. Aquí todo se soluciona con tiros. Con tiros y sangre. Y el problema es que no tiene fundamento. Es una forma de huir de un cineasta que se ve acorralado y, en lugar de pensar una solución, carga su pistola y se lía a disparar hasta que a la gente se le olvida qué coño está haciendo ahí.
 
Ver a actores consagrados como Antonio Dechent, Paco Tous o Rubén Ochandiano (en un intento de Joker bastante desaprovechado) hacer lo que pueden con el material tan pobre que se les ofrece es una auténtica pena. Un reparto cargado de testosterona que intenta disimular con el personaje de Elena Martínez. Un personaje que durante todo el metraje está bastante ausente y no aporta gran cosa a la trama y, sin embargo, al final, en un giro inesperado de los acontecimientos, nos la ponen como si de la protagonista de la cinta se tratase. Un intento de empoderar que se resume en verbalizar que ella sola puede llevar una bombona de butano a cuestas.
 
Y digo verbalizar porque finalmente tiene que ayudarle el personaje de Antonio Dechent. Y con todo esto me da la impresión de que Ezekiel Montes no ha visto mucho cine. Y no solo eso, sino que se vanagloria en sus declaraciones de su incultura cinematográfica. No sé si es real o es todo pose para evitar que comparen su obra con Malaka, la magnífica serie RTVE rodada en muchos de los escenarios de Hombre muerto no sabe vivir, o Toro, de Kike Maíllo. Que ya le gustaría, también os digo.
 
Ser director no es ir cenar a los mejores restaurantes de Puerto Banús, hay que ver cine. Y eso es algo que cualquier cineasta lleva por delante. Consumir cine, devorarlo, conocer las raíces. Y, una vez que lo tienes interiorizado, hacer cine.
 
Crítica escrita por Elías Joso

Ficha técnica:

Hombre muerto no sabe vivir (2021)

  • España
  • Duración 105 min.
  • Dirección: Ezekiel Montes
  • Guion: Ezekiel Montes
  • Música: Luis Hernaiz
  • Dirección de fotografía: Nemkoff
  • Productora: 73140323 Producciones Cinematográficas
  • Género: Thriller

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