Crítica de Háblame (2023): reseña y opinión de la película

El terror y la adolescencia componen una fórmula del éxito para el género

Puntuación ⭐⭐⭐⭐✪ (4/5)

Crítica de Juan Pablo Bargueño

Los nombres de Danny y Michael Philippou resonarán con frescura en aquellos que se dedican a opinar de películas, como también en los veteranos amantes del cine de terror. Sin embargo, habrá una gran parte de nuevas mentes que no cumplen con lo de dedicarse, aunque sí opinen, y tampoco con lo de la veteranía, aunque sí amen, y es que muchos de la terriblemente catalogada generación Z habrán sido testigos, como es el caso de la persona que firma estas palabras, del auge de los australianos Danny y Michael en el canal de YouTube que les dio la fama, RackaRacka.

Su contenido empezó recreando combates de lucha libre al estilo WWE y, después, fue evolucionando a pequeñas piezas de humor negro con un estilo cercano a la comedia físicaslapstick en las que, por ejemplo, el payaso Ronald McDonald intentaba asesinar al Monstruo de las Galletas. Contado así suena muy tonto, pero siempre han tenido un dinamismo y una gracia muy peculiares para contar estas historias que, al fin y al cabo, entretenían a los amamantados en el postmodernismo. También, se dedicaban a experimentar con piezas de terror donde destacaba el gore y la violencia extrema, siempre desde un foco muy irónico. 

Lo normal, en estos casos, sería no esperar mucho: llega A24, coge a dos youtubers y les da una oportunidad. Esa oportunidad, que llega a los cines en España el 11 de agosto, se llama Háblame (2023) y es la nueva sensación del género de terror que ya ha dado de qué hablar en la comunidad de la angloesfera. La cinta está protagonizada por los jóvenes Sophie Wilde, Alexandra Jensen y Joe Bird.

Háblame 2023 opiniones y crítica

Póster de Háblame

Mia (Sophie Wilde) es una adolescente que, tras la muerte de su madre, intenta adaptarse a la normalidad de la vida juvenil. Su mala relación con su padre, sumada a una sensación de soledad, acercan a Mia a la familia de Jade (Alexandra Jensen) y su hermano menor Riley (Joe Bird). Una noche, Mia, Jade y Riley, junto a otros adolescentes, descubren una forma de hablar con los muertos gracias a una mano embalsamada. Sin embargo, su curiosidad les costará caro.

Lo que el terror nos esconde

La película comienza con un prólogo que allana el terreno para lo que está por venir. Es en este momento en el que uno como espectador sabe que los hermanos Philippou no se andan con chiquitas. A pesar de este chute de adrenalina, llega el momento de relajarse. Al principio se nos presenta a los personajes principales en lo que parece un drama juvenil de ‘novietes’ y problemas de instituto. Una primera toma de contacto con el terror planta las dudas del tono del filme. Ciertos matices cómicos acompañados de una música urbana tergiversan un lenguaje visual que antecede lo que está por venir. 

En Hábalme, los hermanos Philippou demuestran un gran nivel en la dirección. Ya se empezaba a echar de menos una cinta de terror rica en estilo. Sin duda alguna, lo mejor del filme son las escenas donde reina el terror con los planos aberrantes que recuerdan a Sam Raimi, los zooms rápidos —marca de la casa Philippou—, una mezcla de sonido excelente y la valentía en el uso de violencia extrema. Es imposible no tener el impulso de apartar la mirada con estas escenas clave cargadas de sensorialidad donde los actores demuestran un gran nivel. Sobre todo, hay que destacar el trabajo de Joe Bird que, a pesar de aparentar un protagonismo menor, acaba sobresaliendo por encima de los demás.

Tráiler de Háblame (2023)

Los momentos climáticos narrativos se sostienen muy bien gracias a las tramas secundarias que subyacen de la propia naturaleza juvenil de los protagonistas. La incertidumbre, el entendimiento de la muerte, la aceptación, la decepción, la culpabilidad y demás De hecho, queda claro desde el principio la seriedad del asunto. Se entremezclan el drama familiar por la pérdida de la madre de Mia y una mala relación paternofilial arquetípica del adolescente, como ocurre en Hereditary (2018) de Ari Aster, aunque destacan mucho más las reminiscencias a It Follows (2014) de David Robert Mitchell, donde se juega con el cálido despertar de la sexualidad juvenil, los temores que esto conlleva y lo espinoso de las consecuencias de las malas e inevitables decisiones. En su conjunto, todos estos elementos congenian estupendamente gracias a un notable guion escrito por Bill Hinzman, Daley Pearson y Danny Philippou, aunque presente ciertas esquirlas por pulir como el tratamiento de algunos personajes secundarios, por ejemplo el padre de Mia, cuyo tratamiento es mínimo y forzado, además de ciertos tiempos de decaída al final del segundo acto.

La querida miseria

Me debo al cine de terror donde las cosas van de mal en peor para los protagonistas. Las cintas de terror donde lo sobrenatural es una escusa para desenvolver una trama de superación patrocinada por Mr. Wonderful, no me llaman la atención —con sus excepciones, claro está—. Los guionistas de Háblame se han tomado muy en serio la lección de tratar mal a los protagonistas, como se enseña en las clases de guion cinematográfico. El drama subyacente a lo sobrenatural cobra sentido a partir de un segundo acto donde el espectador acaba limando sus uñas con los dientes.

Qué vileza la de aquellos que, con solo pluma y tinta –sin elucubraciones idealistas, hablaríamos de las teclas de un ordenador portátil— consiguen maltratar las expectativas de la audiencia. Qué sensación tan desagradable cuando la esperanza se ahoga en la oscuridad del relato y solo se puede ser un espectador al que le han negado la imaginada tarea de predecir, y, como un loco en una camisa de fuerza, asistir a la miseria más desvergonzada posible. Es en estos terrenos en los espero que el género de terror camine con más frecuencia

Conclusión

Realizar una sentencia bajo el desconocimiento no es recomendable, pero ahí va: sin conocer lo que queda por ver del género de terror este año, es difícil imaginar una cinta que supere a Háblame. Los hermanos Philippou sorprenden en este salto al vacío al largometraje, defendiendo una cinta de terror espeluznante y técnicamente sobresaliente. La adolescencia sentencia a sus protagonistas en una frenética trama llena de inseguridades, temores, decepciones y mucha sangre. Su ritmo juvenil contradice lo impactantes que llegan a ser muchas de sus escenas. Lo crudo y lo sórdido coronan una cinta de terror formidable.

Ficha técnica:

Talk to Me (2023)

  • Australia
  • Duración 95 min.
  • Dirección: Danny Philippou y Michael Philippou
  • Guion: Bill Hinzman, Daley Pearson y Danny Philippou
  • Música: Cornel Wilczek
  • Dirección de fotografía: Aaron McLisky
  • Productora: Causeway Films. Distribuidora: Diamond Films
  • Género: Terror

1 comentario en «Crítica de Háblame (2023)»

  1. Acabo de verla y sigo buscando referencias, críticas y cualquier comentario para seguir enganchada a ella. Tardaré en olvidarla. Gracias a todos los que han hecho posible esta película diferente. Una amante del cine de terror.

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